Al comienzo de este año MFS señalaba a Venezuela, Argentina y Ucrania como focos problemáticos para la deuda de mercados emergentes, denominándoles los “Tres Terribles” puesto que todos alcanzaron una situación crítica al mismo tiempo ¿Cómo ve MFS su situación ahora? Los expertos de MFS, Robert M. Hall, portfolio manager institucional de Renta Fija, y Matthew W. Ryan, CFA, portfolio manager de Renta Fija, dan su opinión:
Venezuela. MFS sigue estando preocupado por la ineficacia de las medidas implantadas en Venezuela. A pesar de que la devaluación del bolívar a principios de año podría haber sido un paso en la dirección correcta, debería haber estado acompañado por medidas fiscales y monetarias de carácter restrictivo. En su lugar, el mayor gasto público y el aumento de la oferta monetaria han servido para alimentar una espiral de inflación.
En base a casi cualquier medida, la situación económica y financiera de Venezuela continúa mostrando señales de deterioro. Las reservas de divisa extranjera son bajas, poniendo en jaque la capacidad del país de repagar sus obligaciones de deuda. Sin embargo, en un entorno del carry-trade que favorece el riesgo, los inversores siguen dispuestos a aceptar la retórica del gobierno. En ausencia de medidas adecuadas, MFS continúa creyendo que la dinámica actual de la deuda venezolana es insostenible.
Argentina. Argentina ha hecho default en el pago del cupón de su deuda soberana reestructurada de derecho extranjero. A pesar de que este default técnico seguramente tendrá consecuencias sobre la situación económica y financiera del país, Argentina ha indicado que se compromete a pagar el servicio de la deuda denominada en dólares bajo derecho local. MFS opina que las tasas de esa deuda ofrecen una compensación razonable dados los riesgos actuales.
Dado que el desenlace de esta situación es difícil de prever, MFS está muy pendiente de su desarrollo, reevaluando de forma constante sus riesgos en función de los acontecimientos. A más largo plazo, se abre una esperanza ante la perspectiva de que tras las elecciones del próximo año, Argentina goce de un gobierno más afín al mercado.
Ucrania y Rusia. Las tensiones entre Ucrania y Rusia siguen al rojo vivo, mientras la posibilidad de una solución a corto plazo parece remota. El conflicto tiene un efecto negativo sobre la actividad económica y por tanto sobre la capacidad de Ucrania para cumplir con los objetivos estructurales del programa de reformas que cuenta con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los fondos externos procedentes del FMI, de EE.UU. y de la Unión Europea han servido de salvavidas fisca, sin embargo, es prácticamente seguro que Ucrania va a necesitar ayuda adicional. MFS cree que esto eleva el riesgo de un “rescate” en el que los inversionistas privados en deuda ucraniana tengan que compartir parte de la carga mediante la pérdida parcial de su inversión.
En el caso de Rusia, si bien el país podría entrar en recesión debido a las sanciones económicas derivadas del conflicto ucraniano, el gobierno de Putin podría estar dispuesto a soportar esta situación con tal de conseguir sus objetivos políticos.
Por ahora, los datos maco relacionados con la deuda soberana rusa siguen siendo fuertes, tanto en lo relativo a la balanza fiscal, las reservas de divisa extranjera y la balanza por cuenta corriente. MFS continúa monitorizando esta situación por si se dan oportunidades de inversión en el caso de que la valoración de la deuda soberana rusa siga sufriendo hasta el punto de que ofrezca una compensación razonable en función de su riesgo.
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