El peso mexicano se mantiene volátil a unos días de las elecciones en Estado Unidos el próximo martes 5 de noviembre; sin embargo, la divisa se ha movido dentro de rangos tolerables y observados ya en varias ocasiones por el mercado.
En el promedio de la semana, el tipo de cambio ha tocado un máximo de 20,28 pesos por dólar y un mínimo de 20,03 unidades, de acuerdo con los datos oficiales del banco central mexicano.
Si bien, el factor electoral estadounidense es el de mayor peso en estos momentos, la paridad cambiaria no deja de reflejar también los efectos coyunturales relacionados con la economía.
«Este jueves el peso se aprecia debido al debilitamiento generalizado del dólar estadounidense y dicha debilidad obedece a que el mercado sigue descontando que la Reserva Federal recortará la tasa de interés en un total de 50 puntos base antes de que termine el año», dijo CI Banco en un reporte para sus clientes.
Las cifras coyunturales validan dicha expectativa ya que en Estados Unidos el índice de precios del consumo personal ( PCE deflactor ), el dato preferido para observar la inflación por parte de la Reserva Federal , mostró un incremento de 0,18% mensual, en línea con las expectativas del mercado.
A tasa anual este indicador se incrementó 2,09%, desacelerándose por segundo mes consecutivo y ubicándose en su menor nivel desde febrero del 2021, cuando se ubicó en 1,85%.
Lo que es un hecho es que conforme pasan los días el tipo de cambio en México resiente más presiones, aunque no lo suficientes como para rozar los máximos históricos vigentes de la relación peso-dólar, registrados en el inicio de la pandemia sobre niveles de 25,13 pesos por dólar en el mercado interbancario.
Apenas a mediados del mes el banco JPMorgan Chase & Co. advirtió al mercado los riesgos derivados de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos “altamente impredecibles”.
El banco rebajó la recomendación del peso desde sobreponderar a ponderación de mercado, debido a los riesgos relacionados con el desenlace del proceso electoral, que para fines prácticos está a nada de que suceda.
“Si bien no vemos una eventual victoria de Donald Trump como algo totalmente negativo para el peso mexicano en el mediano plazo, sí creemos que la moneda es vulnerable a los resultados de las elecciones”, dijeron los estrategas del banco en una nota para sus clientes.
Sin embargo JP Morgan es relativamente optimista sobre la tendencia del peso después del proceso electoral en Estados Unidos, «ya que la moneda mexicana podría enfrentar un mejor escenario bajo ciertos escenarios comerciales».
«Dependiendo del resultado, favorecemos volver a realizar operaciones alcistas con el peso mexicano después de las elecciones estadounidenses”, dijo el banco.