El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer su hoja de ruta intacta e impregnada por un gran optimismo económico para la zona euro. Aunque no ha ocurrido nada fuera de lo esperado, las palabras de Draghi se han hecho notar en el mercado que ha interpretado que la mejora de la economía podría propiciar una subida de tipos antes de lo esperado y que el euro continúe su escalada alcista.
Draghi ha admitido que la volatilidad cambiaria representa una fuente de incertidumbre que exige un seguimiento de sus posibles consecuencias a medio plazo en la estabilidad de precios. Según explica Felipe López-Gálvez, MFIA, analista de Self Bank, las reacciones en las diferentes clases de activo así lo indican. “El eurodólar ha escalado desde el 1,24 al 1,25, las rentabilidades de la deuda pública han subido y las empresas más sensibles a los tipos de interés han registrado una volatilidad inusual”, apunta.
Justamente, la subida del euro es, para James Athey, gestor en Aberdeen Standard Investments, el principal reto que tendrá que hacer frente el banco central. “Su principal tarea es intentar mantener cierto control en la subida del euro. Pero en realidad no ha funcionado para nada ya que el ejército de alcistas que se han quedado fuera esperando una caída para comprar no han recibido nada. En cambio, el eurodólar ha superado el nivel de 1,25 y todavía no muestra muchas señales de frenar este inexorable ascenso” apunta.
El segundo aspecto importante de la reunión de ayer fue la confianza en la inflación que mostró Draghi, por lo que no ha dado marcha atrás en sus pronóstico alcista para la región. “Las alusiones a la inflación, incluso aunque no son muy diferentes a comentarios pasados, han llevado a un aumento de los tipos europeos y el bono alemán a 10 años se ha situado en 0,65%”, apunta François Rimeu, director de Cross Asset y retorno absoluto en La Française AM.
Draghi ha reiterado que el organismo continuará con la compra de activos a un ritmo de 30.000 millones de euros mensuales hasta septiembre o posteriormente si fuera necesario. Además, la pregunta sobre la estrategia posterior a septiembre no ha sido respondida. “Sin embargo, el próximo mes de marzo el BCE publicará sus nuevas proyecciones económicas, las cuales, podrían darle la oportunidad de anunciar algunos cambios en su plan y, tal vez, proporcionar algunas pistas sobre lo que sucederá después de septiembre”, advierte Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion.
Por lo tanto, la reunión acaba sin arrojar luz a las principales incógnitas que se plantea el mercado como qué ocurrirá a partir de septiembre, cómo se encarará un entorno con un euro fuerte o cuándo subirán los tipos. “Draghi, aunque mencionó la volatilidad de la moneda, no aprovechó la oportunidad para abordar enérgicamente el tema de la apreciación reciente del euro. También retuvo la fraseología que acompaña de forma continúa al QE: hasta que el Consejo de Gobierno vea un ajuste sostenido en el camino de la inflación consistente con su objetivo de inflación”, valora Marilyn Watson, responsable de estrategia global de renta fija basada en fundamentales de BlackRock.
¿Para cuándo una subida de tipos?
Por último, las gestoras se muestras prudentes a la hora de vaticinar cuándo será esa primera subida de tipos. Paul Brain, jefe de renta fija de Newton IM, parte de BNY Mellon IM, apunta que “con el desempleo aún alto, la baja utilización de la capacidad y el fortalecimiento del euro, el BCE creerá que puede permitirse esperar hasta mediados de 2019 antes de poder elevar las tasas. Este contexto no le permitirá a la institución hablar de aumentos de tipos hasta poco después de acabar con el QE”.
Para Samy Chaar, economista Jefe de Lombard Odier, en el futuro las gestoras esperan más orientación para avanzar hacia las expectativas de aumento de los tipos. Según explica Chaar, “el BCE está indicando de forma lenta pero segura que el QE llegará a su fin en 2018. A partir de septiembre, todo se tratará de gestionar las expectativas de alza de los tipos de interés. Es probable que el primer aumento en la tasa de depósitos se produzca en la primera mitad de 2019”.