Comienza una semana crítica para el Reino Unido y el Gobierno de Theresa May, en la que tendrá que logar el apoyo del parlamento al acuerdo con la Unión Europea. Por ahora, lo que conocemos es que tiene 500 páginas y ha superado el primero de los pasos: ser avalado por el equipo de gobierno de May. Todo este proceso de salida de la Unión Europea está golpeando fuertemente a la política inglesa, generando turbulencias en el mercado. Mientras, May insiste en dejar las diferencias políticas a un lado y apoyar el acuerdo, que supone «una buena solución para el interés nacional».
“Las negociaciones sobre el Brexit nunca iban a ser fáciles y, cuando finalmente se ha llegado a un acuerdo borrador entre el Reino Unido y la UE, se ha desatado un nuevo drama. El día después de que el gabinete de Teresa May votase el borrador del acuerdo, dos ministros clave, incluido el secretario para el Brexit, Dominic Raab, dimitieron, lo que ha socavado aún más el acuerdo y la autoridad de May. El mayor riesgo en este momento parece ser la política interna del Reino Unido, ya que un voto de no confianza o el ‘no’ del Parlamento podrían poner en riesgo las posibilidades de May de llegar a un acuerdo antes de la fecha límite de marzo de 2019”, explica Esty Dwek, estratega de mercados en Natixis IM.
Desde que May aceptara el acuerdo, algunos miembros del parlamento comienzan a movilizar un posible voto de “no confianza”, lo que amenaza tanto el acuerdo como el liderazgo de la actual Primera Ministra. Según valora Alex Fuste, economista jefe de Andbank, “el riesgo de que se den las suficientes dimisiones en el gobierno de May como para que se impulse un desafío en el liderazgo del partido conservador podría conllevar un cambio de política sobre el Brexit”.
Una idea que también comparten los analistas de ING. Desde la entidad afirman que la renuncia del secretario británico de Brexit, Dominic Raab, ha aumentado las posibilidades de un desafío de liderazgo para Theresa May y un Brexit sin acuerdo. “Los inversores pueden exigir mayores primas de riesgo de los activos del Reino Unido, lo que podría significar otra caída de 3% a 4% para la libra esterlina”, matizan sobre las consecuencias que tendría para la moneda.
En términos generales, los expertos ven probable que el acuerdo sea ratificado, en cuyo caso, Fuste, apunta que el escenario sería un período de transición interminable, pero estable al estilo noruego en el que se negocia el marco comercial. “Si la Cámara de Representantes aprueba el texto, lo que realmente tenemos es un escenario de Brexit solo de nombre, para los próximos dos años. En la práctica, supone que uno de los grandes riesgos que habían estado castigando a los mercados se habría desactivado, al menos, por los próximos dos años”, apunta.
La libra sufre
En el mercado, la libra está pagando la incertidumbre que hay en torno al futuro de este primer acuerdo y tras la sesión del parlamento, su cotización caída. “Como ha sido el caso desde 2016, la libra esterlina está sufriendo la mayor parte de la incertidumbre y cayó bruscamente con las últimas noticias. Quedan muchos obstáculos, con mayor incertidumbre sobre la capacidad de May para mantenerse en el poder y aprobar este acuerdo, por lo que es probable que veamos una mayor volatilidad en los activos del Reino Unido en las próximas semanas”, advierte Dwek.
Según Monex Europe, “la agitación política aseguró que la caída de la libra entre su nivel de apertura y de cierre fuera la mayor del año. Desde la rueda de prensa, ha habido pocos cambios materiales, pero la leyenda sigue en tensión, ya que los participantes del mercado están al borde de un ataque de nervios por ver el próximo titular sobre el Brexit”.
El negocio financiero
Mirando más allá de la volatilidad que todo lo relacionado con el Brexit está generando en el mercado, lo cierto es que todavía no se conocen los términos exacto del acuerdo y, por lo tanto, la industria de gestión de activos sigue sin saber a qué se enfrentará. “Hay que admitir que hay algunos aspectos que deben considerarse: según los términos del acuerdo, los administradores de activos del Reino Unido y otras empresas de servicios financieros podrían enfrentar un acceso más restringido a los mercados de la UE bajo el régimen de equivalencia del bloque”, apunta Fuste.
Por su parte Andrew Kail, responsable de servicios financieros en PwC UK, comenta que “la declaración política, sujeta a ratificación, indica para el sector de servicios financieros que el acceso al mercado se basará en las disposiciones de equivalencia existentes, que no brindarán un acceso integral a los mercados de la Unión Europea como lo hace actualmente el pasaporte. Las empresas deberían seguir planificando en función de considerar que el Reino Unido sea un tercer país. Aunque el documento no hace referencia a mejorar los acuerdos de equivalencia, el compromiso de cooperación estrecha y estructurada debería facilitar mayores niveles de estabilidad del mercado. Además, el calendario para la evaluación de la equivalencia regulatoria para los servicios financieros para julio de 2020, respaldará la planificación y preparación continuas en este sector durante el período de transición».