La macroeconomía no acompaña a Latinoamérica -o al menos, no lo hará hasta el próximo año-, pero los mercados presentan grandes oportunidades. Así lo explicó esta mañana Antonio Zoido, presidente de BME, en la inauguración de la decimoctava edición del Foro Latibex, que reúne hoy y mañana en Madrid a más de 30 de las mayores empresas latinoamericanas y españolas, con más de 250 inversores, analistas e intermediarios de toda Europa.
“Recientes estimaciones del FMI señalan que Iberoamérica se contraerá un 0,6% en 2016, aunque pronostican un cambio de tendencia en 2017, que registrará un crecimiento de PIB regional del 1,6%”, señala Zoido. Pero, si nos movemos de la macroeconomía a los mercados, encontramos buenas noticias este año, que vienen de la mano de los precios de las acciones: “En 2016 los índices de la región han compensado retrocesos de años anteriores. Además, el efecto de la divisa ha sido muy positivo en el caso del real brasileño, que se ha apreciado un 22%. Por ello, el comportamiento del índice FTSE Latibex Top, que reúne los principales valores cotizados en euros en el Mercado Latibex, ha sido excepcionalmente positivo. En concreto, se ha revalorizado un 60% este año”, recuerda.
Con todo, no todo han sido buenas noticias: “Las bolsas de la región han acusado la reciente crisis, tanto en tamaño y liquidez como en capacidad de financiación. Su tamaño en relación con el PIB se ha visto notablemente reducido: la media está en el 44% al cierre de 2015. Impulsar su liquidez es importante. La relación entre su contratación y su tamaño se sitúa en el 23% frente al 32% de las emergentes. En definitiva, los mercados de valores iberoamericanos cuentan con gran espacio para crecer, con el objetivo claro de permitir que sus empresas se financien”.
Zoido apuesta por el desarrollo de las bolsas como herramienta financiadora, no sólo para aumentar el tamaño de los fondos disponibles para las empresas, sino para diversificar y equilibrar sus fuentes de financiación. “La financiación de las empresas no puede resolverse sin una acción concertada de múltiples sectores. A la financiación bancaria deben sumarse otras fórmulas pero sobre todo, han de tomar protagonismo los mercados”, dice.
Y tanto para grandes como para pequeñas empresas. “Aun aceptando la premisa de que el acceso al mercado bursátil es más difícil cuanto menor es la compañía, si las grandes empresas de la región pudieran usar el mecanismo de la ampliación de capital bursátil con mayor intensidad, liberarían al menos recursos crediticios que los bancos podrían destinar a empresas más pequeñas. A su vez, éstas se verían en mejores condiciones para crecer y alcanzarían la masa crítica necesaria para acceder a los mercados financieros, iniciando un círculo virtuoso”.
Hablando de compañías más pequeñas, también menciona la posibilidad de crear mercados alternativos específicamente diseñados para estas empresas, “con unos requisitos y procedimientos más sencillos y rápidos, que ofrecen financiación vía renta variable y fija. En España se están consolidando dos mercados alternativos, gestionados desde BME”, dice, en referencia al MAB y al MARF. “Al igual que la falta de conocimiento sobre las empresas más pequeñas supone una barrera para su acceso a los mercados, la ignorancia de muchos inversores europeos sobre las empresas de América Latina implica un posicionamiento en las mismas muy inferior al que correspondería por el tamaño económico de la región. Debemos propiciar que la información económica y financiera que generen sus compañías sea difundida de modo eficaz a los inversores para que puedan tomar las mejores decisiones posibles. Luchar contra este desconocimiento es uno de los objetivos que, año tras año BME se ha impuesto y que nos anima a convocar este Foro Latibex”.
Los retos
Zoido habla de retos para la región, de los que depende que se materialice la mejoría prevista para LatAm el próximo año: “Que esta tendencia se consolide dependerá de la habilidad para combinar reformas estructurales y políticas que suavicen los ajustes necesarios. El mayor reto queda en el fomento de las infraestructuras, la educación o la llamada brecha digital”, dice. También señala la importancia de contar con un sistema financiero más inclusivo y profundo y de atraer a inversores internacionales.
“La fragilidad de los sistemas financieros nacionales no se ha visto compensada por flujos de inversión extranjera en 2015. Al contrario, se redujeron significativamente y no se espera que se recuperen en 2016”, advierte. En particular, los inversores extranjeros en renta fija han sido menos activos.
En el foro, representantes de empresas de México, Brasil, Chile y Perú debatirán con gestores de fondos e instituciones especializadas. A lo largo de 13 paneles el programa desarrolla una temática muy amplia: desde la visión de expertos macroeconomistas o inversores dedicados a la región, hasta el análisis del papel de las mujeres en el liderazgo de las empresas iberoamericanas.