«El mercado es cada vez más volátil y cortoplacista», un cambio de modelo que supone «oportunidades para los gestores activos». Así de tajante se mostró Mark Giacopazzi, CIO de Bestinver, en la presentación de la carta a inversores del tercer trimestre de la firma. Esta «nueva realidad» y «cambio de paradigma», según el experto, responde «a la proliferación de vehículos como los ETFs de corto plazo y los fondos pasivos», que tienen como objetivo «que los inversores se suban al carro de una moda o temática concreta».
Sin embargo, en la firma ven esta mayor volatilidad como una oportunidad y consideran que «es una buena noticia para la gestión activa». Aquí, Giacopazzi explica que las acciones baratas son aquellas que no están pasando por un buen momento o no están en el ETF adecuado, y que comprarlas siempre resulta incómodo, «pues la volatilidad de la cartera se incrementa, no hay visibilidad sobre los retornos de corto plazo y los partícipes más inexpertos pueden acabar vendiendo en el peor momento posible». Por lo tanto, «soportar las inclemencias de la volatilidad a corto plazo es el precio que hay que pagar por la rentabilidad a largo plazo» y ahora, «esto es más importante que nunca para los inversores de renta variable».
En este entorno, el equipo de gestión de Bestinver refuerza sus principios de diversificación y carteras equilibradas, conformadas con «empresas de calidad que cotizan a valoraciones atractivas y con buena gestión del riesgo». Lo que hemos visto en los resultados de la primera mitad del año –y lo que prevemos en lo que queda de ejercicio–, no nos desvía de los crecimientos que proyectábamos para la cartera internacional, con incrementos del 8% en ingresos, del 20% en beneficios y del 24% en flujo de caja libre.
Para los próximos años, esperamos que el proceso de normalización económica y monetaria continúe, dentro de este entorno de elevada volatilidad: «El mercado se ha convertido en una especie de adolescente furioso incapaz de gestionar la frustración», describió Tomás Pintó, director de Renta Variable Internacional, que, seguidamente concluyó que los inversores maduros, «con un poco de más de paciencia y cierta tolerancia a la adversidad», deben aprovechar este entorno.
En renta variable, uno de los movimientos más destacados en la cartera internacional se produjeron, según Pintó, en Meta, que es «un buen ejemplo de las oportunidades que nos brinda la volatilidad» y donde la firma ha reducido su posición por su buen comportamiento. Hace poco más de dos años, la obsesión del mercado con el corto plazo llevó a las acciones de la compañía de Mark Zuckerberg a cotizar a 90 dólares, tras caer un 70% en apenas ocho meses. Desde entonces, sus ingresos han crecido a ritmos del 20% y sus márgenes –a pesar de las fuertes inversiones en inteligencia artificial– se han vuelto a acercar al 38%. «Después de que el valor multiplicara su precio por seis veces, su margen de seguridad es mucho menor que cuando compramos y, por ello, hemos reducido su peso en cartera», asegura.
Otra empresa en la que han bajado peso gracias a su buen comportamiento es Rolls Royce. Una compañía que hace dos años cotizaba a 70 peniques y hoy supera los 520. El mercado no vio, según el experto, el potencial de la recuperación post-pandemia del sector ni los efectos de la profunda restructuración del equipo gestor. Después de las subidas, «hemos decidido rebajar su peso en las carteras».
Reducción en bancos
Entre otros movimientos del trimestre, la firma destaca los incrementos de peso en empresas como Reckitt, Jerónimo Martins, Heidelberg, BMW o Stellantis. Entre las reducciones, destacan compañías que han acumulado un buen comportamiento, como Berkshire Hathaway, Barclays, Philips o Deutsche Börse. En las carteras de renta variable española también ha habido movimientos.
Ricardo Seixas, director de Renta Variable Ibérica, señaló la reciente reducción de las posiciones en bancos, que, según el experto, «ya hacemos desde el primer trimestre del año» con ventas parciales en Santander y la salida definitiva en Bankinter. Además, han aumentado la posición en Amadeus y han tomado una posición en Endesa.
Gestión activa en deuda
Por el lado de la deuda, Eduardo Roque, gestor de Renta Fija, también ve un entorno favorable para la gestión activa en deuda. Aunque el periodo ha estado marcado por fuertes variaciones de los precios en el mercado de crédito de ciertos sectores y por fuertes expectativas de bajadas de tipos, a partir de ahora, el experto prefiere atesorar liquidez a la espera de mejores oportunidades: este activo supone el 14% de la cartera de los fondos de renta fija de la firma.
Tras aumentar la duración de la cartera, su posicionamiento es cauteloso, en la «parte libre de riesgo» -es decir, el bund alemán- y en crédito. Eso sí, empieza a ver oportunidades en bonos del sector del automóvil. «Aún hay buena rentabilidad en renta fija, pero será más estable», asegura.