CPRAM es el brazo de gestión especializado en inversión temática de Amundi. Andrea Mossetto, Director de Desarrollo de Negocio internacional y de Especialistas de Producto de la firma, ha estado recientemente de visita en Madrid para presentar a los clientes una nueva estrategia llamada European Strategic Autonomy,. La estrategia tiene actualmente unos 580 millones de euros en activos bajo gestión tanto fondos de renta variable como de crédito,. El fondo de renta variable se lanzó a finales de marzo de 2023.
En pocas palabras, se trata de un fondo que invierte en sectores que son o van a ser estratégicos para garantizar la soberanía europea en los próximos años. Mossetto explica que el fondo invierte en industria, cadena de valor alimentaria y sectores sanitario y de defensa, pues la realidad muestra que la crisis del Covid, la guerra de Ucrania y la crisis energética han sacado a la luz las numerosas dependencias de Europa en estos sectores clave.
“Esta necesidad de autonomía estratégica es la voluntad de Europa, la necesidad simplemente ha cambiado y se ha ampliado en los últimos años. Ahora estamos hablando cada vez más de empezar a producir localmente (reshoring), queremos reducir la dependencia de la importación de semiconductores baratos… Tenemos que ser capaces de hacer por nosotros mismos cosas que antes solíamos delegar a otros países”, explica el experto, que considera que, dada la evolución de los acontecimientos, “la globalización probablemente ha tocado techo”.
Mossetto explica que una de las claves de este producto es que “aborda muchos de los intereses y preocupaciones del inversor”, pero con capacidad para llegar a las necesidades de cada mercado. Por ejemplo, explica que cuando se reúne con clientes de Europa del Este, la defensa es obviamente un aspecto al que dan gran importancia. En el caso de los clientes alemanes, les preocupa la producción manufacturera y la escasez de mano de obra por la combinación de envejecimiento de la población y la «gran resignación» que podría resolver el auge de la robótica de la robótica. En cambio, cuando se sienta con clientes italianos y españoles, entre sus preocupaciones figuran los precios de la electricidad y el gas. “Con este fondo, podemos unificar las necesidades europeas a un nivel diferente”.
De hecho, el representante de CPRAM afirma que, por el tipo de compañías que forman parte del universo de inversión, que pueden beneficiarse directamente de tendencias como la relocalización (reshoring), la soberanía energética o la seguridad del continente, “invertir en este tipo de estrategia puede ofrecer una suerte de cobertura frente al alza de los costes”.
Notas sobre el proceso de selección
La manera que tiene el equipo gestor de CPR AM de filtrar qué sectores son auténticamente estratégicos y, por tanto, contienen oportunidades de inversión, empieza con un análisis de los flujos de dinero, en qué áreas los gobiernos del Viejo Continente planean incrementar el gasto público los próximos años; una de las claves de la estrategia, como indica Mossetto, es que la autonomía estratégica “no es algo que vaya a terminar en un par de años”.
Pone como ejemplos la decisión de algunos fabricantes de automóviles de retornar sus fábricas al Viejo Continente, o de algunas farmacéuticas de volver a desarrollar los principios activos de sus medicamentos en suelo europeo. Como en el Viejo Continente no suelen estar presentes materias primas o metales necesarios para completar la producción en muchas de estas industrias, Mossetto explica que estas compañías “necesitan asegurar toda su cadena de suministro”, lo que también genera ideas de inversión para la estrategia.
De hecho, el equipo gestor considera estratégicas las industrias en las que se precisa de logística y transporte, como por ejemplo las aerolíneas de negocio que cuentan con sus propias plataformas (frente a las aerolíneas dirigidas al público retail, que tienden a subalquilar esta parte del negocio) o servicios postales como Correos.
Otra área que consideran extraordinariamente estratégica es todo lo relacionado con la producción de semiconductores. “Europa tiene el 9% de la cuota de mercado actual. Si nuestros proveedores dejan de mandarnos chips, podríamos quedarnos sin ellos en tres semanas”, ilustra el experto. Este señala que, de hecho, ya se ha impulsado un plan públicoeuropeo para elevar la capacidad en Europa hasta el 20%.
En cambio, hay sectores tradicionalmente europeos en los que no invierte el fondo, por no considerar que sean estratégicos. El más emblemático es el de los bienes de lujo; dado el peso de estas compañías en el índice, esto puede explicar que en algunos momentos el comportamiento del fondo difiera de la media general del mercado europeo.
El distintivo estilo de gestión temática de CPRAM es el que vertebra también el proceso de generación de ideas del European Strategic Autonomy. Mossetto explica que, para estructurar la estrategia, la firma cuenta con gestores muy especializados en el mercado europeo. Para el diseño de cada temática optan por crear una suerte de “think tank”, organizando el equipo de renta variable temática en torno a tres pilares: Personas, Planeta y Progreso. El primer pilar está ligado a la demografía, el segundo al cambio climático y el tercero al avance tecnológico.
La firma cuenta con analistas dedicados a cada uno de estos pilares para asegurar la correcta identificación de ideas. Además, se apalancan en la plataforma de Amundi, principalmente en sus analistas ESG, sus analistas del buy-side y demás capacidades analíticas. “La generación de ideas emana del debate entre los gestores, los expertos, los analistas de CPRAM y los de Amundi, además del contacto que mantenemos regularmente con las compañías en las que invertimos”, detalla el director de desarrollo de negocio.
Dicho esto, puntualiza que en el caso concreto del European Strategic Autonomy el proceso es un tanto más sencillo que con otras inversiones temáticas, dado que los gestores trabajan con sectores y descartan los que consideran que no son estratégicos.
Se trata de un fondo que invierte en una cartera centrada en torno a unos 50 a 80 valores, aunque Mossetto matiza que prefiere hablar de “cartera de alta convicción” más que de una cartera concentrada. En la actualidad, el sector tecnológico es el más representativo, con un 25% de la cartera en compañías europeas como el líder en la fábrica de chips en la industria.