En 2019, Allianz Global Investors participó en 9.532 juntas de accionistas y, sólo en España, se opuso al 15% de todas las resoluciones. A nivel global, votó en contra de un 24% del total y, de las 9.532 juntas de accionistas en las que participó, votó en contra o se abstuvo en al menos un punto del orden del día en el 77% de los casos.
“La política activa de voto es una parte clave de la responsabilidad fiduciaria que tenemos con nuestros clientes y una parte central del proceso de tutela corporativa de Allianz GI. Vemos la participación activa en las juntas de accionistas de las compañías en las que invertimos como una forma de compromiso y una oportunidad para comunicarnos con el equipo directivo de la empresa, otros inversores y el mercado”, asegura Eugenia Unanyants-Jackson, directora global de análisis de ASG.
A nivel global, las propuestas más polémicas durante 2019 han sido aquellas en relación con las remuneraciones, según Allianz GI. La entidad votó en contra de todas las relacionadas con la remuneración de los directivos a nivel mundial y en un 39% de los casos en España. Esto se debe a la preocupación sobre la insuficiente alineación entre el equipo directivo y los accionistas, reflejado en los débiles vínculos entre los salarios y el desempeño, los principales indicadores de rendimiento (KPIs por sus siglas en inglés) y el hecho de que los objetivos relacionados con los esquemas de incentivos no estén vinculados con la creación de valor empresarial, asegura Allianz GI.
Por otro lado, las resoluciones sobre temas relacionados con el clima, incluidas peticiones para informar sobre políticas y acciones relacionadas con el clima, emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), objetivos de reducción de emisiones de carbono y análisis de riesgo e impacto empresarial en un escenario de 2 grados, recibieron “un fuerte respaldo en 2019”.
Desde la gestora reconocen que el poder de voto conlleva una gran responsabilidad y se comprometen activamente a fomentar un compromiso constructivo con las empresas participadas. «Al mismo tiempo, usamos nuestro poder de voto para informar a las compañías de nuestros puntos de vista y expectativas, y para proteger y promover los intereses de nuestros clientes, lo que significa que estamos preparados para votar en contra del equipo directivo cuando sea necesario para lograr estos objetivos”, añade Unanyants-Jackson.
En España, los votos en contra a las remuneraciones siguen siendo altos, con un 39% más un 16% de abstenciones. Esto se debe, según la gestora, a los planes de pensiones para la alta dirección, que “parecen muy generosos y no del todo alineados con los beneficios de los planes de pensiones disponibles para el resto de los empleados”. Asimismo, Allianz GI destaca también los grandes aumentos salariales sin justificación, los planes de incentivos donde el período para obtener resultados es de duración insuficiente y las indemnizaciones establecidas en niveles excesivos.
Además, Allianz GI votó en contra de una serie de compañías donde el consejo y/o los comités del consejo “no eran lo suficientemente independientes debido a la existencia de consejeros con un largo mandato o que son representantes de los principales accionistas”. La gestora sostiene que, para que un consejo funcione bien, “es crucial que los consejeros tengan un equilibrio apropiado de independencia y objetividad”.
Por otro lado, se votó en contra de las propuestas sobre el capital en un 32% de los casos. Este porcentaje ha sido impulsado por una serie de proposiciones de los equipos directivos para aumentar el capital sin derechos de suscripción preferente superiores al 10%. Allianz GI apoya, generalmente, los aumentos de capital más allá de los umbrales del 10% sin derechos preventivos cuando “se lleva a cabo en circunstancias excepcionales y está totalmente justificado por la empresa”.
A nivel global, otros factores que condujeron a votos en contra de las remuneraciones incluyeron esquemas de capital a corto plazo o con un alto nivel de dilución, así como acuerdos de terminación y disposiciones de indemnización que permitirían pagos excesivos a la salida o cambio de control. Las abstenciones sobre las propuestas de compensación aumentaron en 2019 un 3%, lo que refleja un número creciente de acciones en este sentido con las empresas participadas.
“La elección/reelección de consejeros fue un área clave en el ámbito mundial en 2019”, asegura Allianz GI. La gestora votó en contra de consejeros no independientes cuando no había, subrayan, suficiente equilibrio de independencia en el consejo o los comités del consejo clave debido a excesivo tiempo pasado en el cargo, conflictos de interés o acuerdos de compensación que comprometían la independencia de los consejeros. Además, la gestora también destaca el exceso de consejeros y la concentración de poder como factores a tener debido a la falta de control y equilibrio apropiado.
Por otro lado, Allianz GI apuesta por las propuestas de los accionistas como un elemento importante de una política de voto activa saludable y una interacción valiosa entre las empresas y su base de accionistas. Estas ofrecen a las compañías una visión importante de los puntos de vista y las preocupaciones de sus inversores, y, reiteran que “el apoyo significativo a las propuestas planteadas por los accionistas merece una cuidadosa consideración por parte de los directivos y los consejos de administración de las empresas”.
Así, la firma apoyó aquellas propuestas que buscaran mejorar las prácticas de gobierno corporativo de las empresas participadas y los derechos de los accionistas como, por ejemplo, propuestas para nombrar un presidente del consejo independiente o introducir el voto mayoritario para la elección de consejeros, así como eliminar las estructuras diferenciales de propiedad y control, adoptar una política de incentivos con acciones para los directores ejecutivos y reducir los umbrales de propiedad para que los accionistas convoquen una junta extraordinaria.
Allianz GI votó en contra de las autorizaciones de grandes emisiones de capital que no estuvieran respaldadas por una justificación de negocio creíble por parte del equipo directivo. Además, la emisión de acciones o las propuestas de recompra no fueron aprobadas cuando podrían utilizarse como un mecanismo de defensa ante posibles adquisiciones ni se han apoyado aquellas estructuras de clase de acciones múltiples en los casos en que esto condujera a derechos de propiedad diferenciados. Allianz GI también votó en contra de emisiones privadas y de propuestas de recompra de acciones que se implementarían en términos destructivos para los accionistas existentes en la empresa.
Por último, desde el punto de vista social, la gestora votó a favor de aquellas propuestas que buscaran la transparencia sobre las contribuciones a partidos políticos y los pagos y las políticas de lobby, la información sobre la diversidad de la fuerza laboral y la brecha salarial, así como los problemas relacionados con los derechos humanos y el acoso laboral.
Estas cifras reflejan, según la gestora, “el enfoque global altamente activo y coherente de Allianz GI sobre la gestión corporativa y la voluntad de votar en contra de las propuestas de las empresas en las que invierte que no cumplan con sus expectativas, así como el compromiso de actuar en interés de los clientes al considerar cada propuesta de forma particular”. Además, «las disparidades son lo suficientemente significativas como para que esto pueda tomarse como una representación del estándar de las normas de buen gobierno en cada país», concluye la gestora.