La mejora de los fundamentales económicos con un repunte del crecimiento en Estados Unidos y en la Eurozona, unido a una temporada de resultados empresariales con un alto ratio de sorpresas positivas, apoya un escenario favorable para los activos de riesgo. No obstante, en los próximos meses la volatilidad podría seguir presente debido a que todavía existen incertidumbres relevantes.
Entre ellas, desde Banca March mencionan Grecia (el país ya ha recibido la primera parte del rescate -13.000 millones de la Eurozona y 10.000 más para recapitalizar la banca-, ha pagado parte de sus deudas al BCE pero está inmerso en una fuerte crisis política ante la división en Syriza que hace posible la dimisión de Tsipras y la convocatoria de nuevas elecciones en el país) o la inestabilidad de las bolsas chinas y sus efectos negativos sobre la confianza de los agentes económicos. “Las medidas adoptadas por las autoridades chinas deberían estabilizar los mercados y evitar un contagio a la economía real. En este contexto, el escenario para la economía es de una desaceleración gradual y que el PIB en 2015 crezca ligeramente por debajo del 7%. La baja inflación permitirá además que el Banco Central vuelva a recortar los tipos oficiales, en caso de que el crecimiento se frene más de lo previsto”, comenta el equipo de Estrategia de Mercados, formado por Miguel Ángel García, Rose Marie Boudeguer, Pedro Sastre, Alejandro Vidal, Paulo Gonçalves y Miriam Ordinas Sanjuán.
Más allá de estas incertidumbres, que creen temporales, los datos de crecimiento irán mejorando en los próximos trimestres. “El escenario central sigue siendo de una reactivación económica, con el PIB mundial avanzando un 3,3% en 2015, favorecido además por los menores costes energéticos”. Y todo, sin presiones inflacionistas, lo que supone un contexto favorable para los activos de riesgo.
Impulso al consumo en EE.UU. y avance en la Eurozona
En Estados Unidos, la fortaleza del mercado laboral con la tasa de paro en mínimos desde 2008 y el abaratamiento de los combustibles, seguirá impulsando el consumo. También se prevé que continúe la recuperación del sector inmobiliario, por lo que el crecimiento del PIB se acercaría a niveles más cercanos al 3% en la segunda mitad del año, dicen desde el banco.
“El crecimiento en la Eurozona también se encuentra en aceleración y para el conjunto de 2015 el PIB avanzaría a ritmos del 1,5% interanual. Destaca positivamente España, donde la recuperación cíclica se ha fortalecido y las expectativas son que el crecimiento del PIB supere el 3% en el conjunto del año. A nivel nacional, el segundo semestre del año estará marcado por un cargado calendario electoral, factor que puede pesar en el comportamiento de los activos”, advierten.
Divergencias: en emergentes y en política monetaria
Para las economías emergentes, se mantiene un escenario de elevada divergencia. “Continuamos más optimistas respecto a la evolución de los países asiáticos, ya que la región es una de las más beneficiadas por el descenso de los precios de las materias primas. En especial, la economía de India, para la que se prevé un crecimiento del 7,5%. En Latinoamérica y también en Europa del Este, la debilidad de sus dos grandes economías nos hace mantener una postura más cauta en el corto plazo. En Rusia, el riesgo a nuevas tensiones geopolíticas sigue latente al tiempo que la caída del precio de las materias primas energéticas castiga su economía. Por su parte, en Brasil, la necesidad de frenar la subida de la inflación y reequilibrar las cuentas públicas llevarán a una contracción del PIB cercana al 1,5% en 2015”.
En cuanto a la política monetaria, la divergencia a ambos lados del Atlántico se hará más evidente, dicen los expertos. “La Reserva Federal comenzará a preparar el mercado para una subida de los tipos oficiales en septiembre, y si nos atenemos a las previsiones de los propios miembros del Comité de la Fed, antes de final del año realizarían incluso una segunda subida del precio del dinero”. Para el BCE no esperan cambios en los próximos trimestres, ya que seguirá con su programa de compra de deuda y tipos en mínimos, hasta que logre que la inflación se acerque a su objetivo del 2%.
El Banco de Inglaterra ya ha señalado que se acerca el momento de la primera subida de tipos, que podría realizarse a principios de 2016 “aunque podría anticiparse a finales de este año si se aceleran más de lo previsto la inflación”. Por su lado, el Banco de Japón, seguirá luchando contra el riesgo de deflación y por ello, mantendrá su agresiva política de estímulos monetarios.
En renta fija… deuda periférica y retorno absoluto
Según los expertos, una política monetaria laxa, con tipos oficiales mínimos e inyecciones de liquidez, seguirá presionando a la baja los tipos ofrecidos por los depósitos y la rentabilidad de los activos monetarios será exigua. “A pesar de ello, hay que destacar que la nula inflación en España unido a la capacidad de preservación de capital ante situaciones de mayor incertidumbre en los mercados de esta clase de activos, son los factores que soportan nuestra recomendación de mantener un peso relevante en las carteras. Nos parece también atractivo diversificar posiciones a través de fondos de retorno absoluto de baja volatilidad, como forma de elevar la rentabilidad sin incurrir en riesgos excesivos”.
En cuanto a la renta fija, “el escenario de subidas de tipos oficiales en Estados Unidos castigaría los bonos de mayor calidad crediticia, por lo que seguimos infraponderando esta clase de activos. Los tipos de la curva alemana también irán subiendo, con la consecuente caída de los precios de los bonos, ya que prevemos una mejora del crecimiento de la Eurozona y por el propio efecto contagio de la curva estadounidense. Frente a ello, y a pesar de la posibilidad de nuevos episodios de volatilidad derivados de Grecia, seguimos pensando que todavía queda recorrido en los bonos periféricos. En los próximos meses, la oferta se reducirá (durante el verano los Tesoros reducen sus emisiones), mientras que por el lado de la demanda, las compras del BCE seguirán dando apoyo. En el caso del bono español a 10 años, de alcanzar niveles de tipos de interés del 1,8% sería un momento adecuado para aprovechar y reducir posiciones”.
“En el mercado de crédito, no vemos atractivo en la deuda de empresas de grado de inversión, ya que sus TIRes son reducidas y el menor diferencial no protegería adecuadamente ante una previsible subida de los tipos base. Sin embargo, sí recomendamos mantener posiciones en deuda “high yield”, ya que la mejora del ciclo económico favorecerá un descenso de las primas de riesgo exigidas a estos bonos”.
Mejor el riesgo
“A pesar del buen comportamiento en el acumulado del año, seguimos apreciando potencial para nuevas revalorizaciones de la renta variable, siendo la clase de activo con un mayor atractivo. Un crecimiento al alza, bajos costes energéticos y una mejora del mercado de crédito son factores favorables para los beneficios empresariales”, comentan desde el banco.
En Europa, las bolsas deberían tender a consolidar los niveles alcanzados en las últimas semanas e incluso recuperar los niveles de abril, dicen, en la medida que las primas de riesgo de los países periféricos sigan estrechándose y los resultados empresariales confirmen que la recuperación económica se refleja en las cuentas de resultados de las compañías europeas. “Sin embargo, los bajos volúmenes de negociación que habitualmente vemos durante el mes de agosto tenderán a acentuar los movimientos, por lo que no son descartables momentos de volatilidad si se producen noticias desfavorables. Aceptando lo anterior, seguimos considerando que los niveles y valoraciones de las bolsas europeas son atractivos en el medio plazo”.
En Estados Unidos, el nivel más exigente que muestran las valoraciones por fundamentales de las bolsas, así como la posible subida en los tipos de interés, ya en el mes de septiembre restarán capacidad de subida a los mercados, advierten. En este mercado, la apuesta se centra en sectores y compañías de carácter cíclico, especialmente ligados a la demanda interna, y con un sesgo hacia el crecimiento. “Pese a su valoración más exigente, pensamos que las bolsas americanas seguirán siendo menos volátiles que el resto, lo que añade atractivo desde el punto de vista del riesgo de las carteras”. Las bolsas emergentes seguirán sujetas a momentos de volatilidad, que debería tender a remitir a medida que se estabilicen los mercados en China.
En divisas, creen que a medida que se acerque la subida de tipos de la Fed, el cruce dólar se fortalecerá, lo que empujaría el cruce euro-dólar a su nivel objetivo del 1,05 EUR/USD. También la libra esterlina seguirá soportada frente al euro: se prevé una apreciación a medio plazo de la libra hasta el 0,69 EUR/GBP. “En cuanto a las materias primas, prevemos una situación lateral o bajista en los precios de las materias primas energéticas, en la medida en que la oferta al mercado siga siendo abundante y creciente, con la reincorporación de Irán a los mercados y el elevado ritmo de producción en Arabia Saudí. En el precio del oro, tampoco esperaríamos subidas; la tendencia del dólar a apreciarse, unido al escenario de subida de tipos y la inflación moderada, dibujan un escenario de estabilidad o ligeros descensos en el precio del metal precioso”.