Nicholas Yeo, Head of China/Hong Kong Equities de abrdn, considera que la percepción extremadamente negativa que se ha impuesto este año sobre la economía en China está detrás de los problemas que ha tenido la renta variable, pero que se trata de un juicio equivocado, porque no tiene en cuenta la calidad de los fundamentales de las compañías del país.
“Las multinacionales no están invirtiendo en China, y eso también ha afectado al sector privado local, que no está tan dispuesto a invertir por cautela ante lo que puede suceder con las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China”, señaló el experto en una charla con Funds Society.
Yeo explicó que en el último año (hasta finales de noviembre) hubo un 20% de caída de spread de mercado en las acciones del tipo A frente al S&P 500, y que la relación precio/beneficio está en mínimos desde 2018. Existen múltiples causas de ello: la desaceleración de la recuperación en el consumo, la ausencia de una política de estímulo a gran escala, así como una lenta inversión a nivel global del Gobierno local.
“Todos estos factores dieron lugar a que China sea uno de los mercados más baratos del mundo en estos momentos. Si nos fijamos en China continental, cotiza 11 veces por debajo de la media histórica, y China Offshore, 9 veces. El mercado no se ha regulado de manera adecuada”, señaló.
El papel de la especulación
Las empresas de propiedad estatal –sobre todo las telefónicas- y las tecnológicas son las únicas que han tenido un buen desempeño en el último año. “El valor ha funcionado bien, pero no el crecimiento ni la calidad. También ha tenido buenos resultados la pequeña capitalización. Esto es resultado de la mayor especulación que estamos viendo. Ante la falta de un punto focal o de anclaje de crecimiento para el mercado, éste comenzó una deriva de especulación”, señaló Yeo.
En concreto en las áreas de inteligencia artificial (IA) y de las empresas públicas (SOE). En el caso de la IA, existe mucha especulación a nivel global, y es muy difícil saber quiénes serán los campeones de los próximos años. Pero aún más si cabe en China, donde a causa de las tensiones geopolíticas no todos tendrán acceso a los chips estadounidenses o a los semiconductores avanzados.
En lo que respecta a las empresas públicas, cumplen un papel comercial en el mercado, pero a la vez tienen un papel social. “Por ejemplo, ante el aumento del desempleo juvenil, se está pidiendo a muchas empresas públicas que contraten a más jóvenes. Así que en ambos casos se trata de sectores no vinculados a la recuperación económica. La realidad no es muy apreciada por el mercado en estos momentos”, resumió.
¿Qué está cambiando en China?
Desde la gestora creen sin embargo que tres elementos fundamentales hablan en favor de China, encarnados en tres “p”: pace (ritmo), property (el mercado inmobiliario) y la política. La primera hace referencia a la recuperación del consumo, que va ganando ritmo y ya supera por ejemplo en el turismo interno las tasas de 2019, a la vez que cae la tasa de ahorro.
El mercado inmobiliario es uno de los sectores que más preocupación causa entre los inversores. “En China, quizás de manera similar a España, los bienes inmuebles son una parte importante de la sensación de riqueza de una persona. Y concentran mucho ahorro, sobre todo la vivienda en la que las personas residen”, dijo Yeo.
Y recordó que el sector lleva experimentando un desapalancamiento desde 2017, que se detuvo brevemente en el primer año de la pandemia, pero se reanudó en 2021. “Eso ha provocado que las ventas de terrenos estén cayendo bastante. Y las ventas de terreno representan en torno al 40% y hasta el 60% de los ingresos de algunos gobiernos locales, por lo que en algunos casos la tasa de endeudamiento es muy elevada”, indicó.
El Gobierno central no quiere que el sector inmobiliario sea el principal motor de ingresos en el futuro, pero al mismo tiempo necesita estabilizar el mercado porque eso afectará a la confianza, al empleo y a toda la economía, en la que el sector de bienes raíces representa el 25% del PIB, añadió Yeo. “Lo que está ocurriendo ahora es que Pekín está permitiendo a los gobiernos locales canjear la deuda con el gobierno central por un tipo de interés más bajo y, básicamente, refinanciarla y alargar la duración del bono. Esto es un gran cambio frente a la actitud de principios de año, cuando les dijo que debían resolver el problema por ellos mismos”.
Finalmente, las políticas aprobadas por el Gobierno en los últimos meses están centradas en estimular el mercado inmobiliario y el consumo. Muchas de estas medidas, señaló Yeo, funcionan como una flexibilización monetaria sin serlo como tal. Están concebidas para hacer su trabajo de manera gradual y persistente. “Sé que los inversores extranjeros están decepcionados por la falta de un estímulo bazooka, pero estos pequeños estímulos, sumados, seguirán siendo importantes y tienen el potencial de cambiar realmente las reglas del juego”.
Posicionamiento
Desde abrdn creen que a largo plazo es clave estar posicionados en cinco grandes temáticas, de las que tres están relacionadas con las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y la necesidad de ser autosuficientes. La primera es la aspiracional (con un peso del 36% en la cartera), con una clase media en expansión. “China tiene la mayor población de renta media del mundo, pero no gasta lo suficiente, así que este es un ámbito en el que el Gobierno tiene que liberar el poder adquisitivo de los chinos”, indicó.
La revolución digital (15,2%) se relaciona con la tecnología industrial: en Asia se registran el 90% de las nuevas patentes tecnológicas y el 50% de los ingresos tecnológicos a nivel mundial. La temática verde (13,8%) incluye la movilidad sostenible, baterías, vehículos eléctricos y en general toda la infraestructura necesaria para una economía sostenible, la de salud (12,2%) engloba tanto el desafío de la longevidad como a las nuevas generaciones (por ejemplo con el sector de cosmética) y el de wealth (15,9%) incluye la banca privada y aseguradoras.
¿Por qué invertir en renta variable china entonces en un momento tan difícil para el mercado? “Porque los buenos fundamentales no están bien valorados en el contexto chino –destacó Yeo-. Nuestra cartera tiene un estilo opuesto al del mercado. Estamos sobreponderados en calidad y tamaño, e infraponderados en valor. Esto último explica en gran parte nuestro bajo rendimiento este año. ¿Significa eso que vamos a cambiar a un estilo de inversión value? No. Creemos que muchos de estos activos no son auténticamente value, sino trampas de valor, como muchas empresas de IA. En lugar de apostar por el valor, estamos redoblando la apuesta por la calidad, que ha sido el factor de mejor rendimiento desde 2015”. Y añade: “Cuando el mercado vuelva a ser racional, la calidad y el crecimiento volverán a ser el principal foco de atención como estilo de inversión”.