El volumen de activos invertidos en ETFs de smart beta, aquellos que no se basan en índices tradicionales ponderados por capitalización bursátil, podrían crecer un 25% en los próximos tres años, según el estudio The Opportunity in Smart-Beta ETFs, realizado por Ignites Distribution Research, un servicio de Financial Times.
«Smart beta» (también conocido como beta estratégico o indexación basada en factores) se ha convertido en uno de los conceptos más atractivos de la gestión de activos, y especialmente de los ETFs. A mediados de 2016, el mercado estadounidense contaba con más de 460.000 millones de dólares en activos invertidos en más de 600 ETFs de smart beta, según Morningstar.
De los 740 asesores financieros consultados por Ignites Distribution Research en broker dealers y RIAs, el 35% utiliza actualmente ETF de smart beta. «Eso es significativo, pero es un porcentaje muy inferior al de los que utilizan ETFs tradicionales, lo que sugiere un gran espacio para crecer», dice el informe.
«Nuestra expectativa de crecimiento se basa en el hecho de que una vez los asesores empiezan a utilizar ETFs de smart beta es muy probable que aumenten sus asignaciones. Entre los usuarios de ETFs de smart beta encuestados, el 78% tiene previsto incrementar el porcentaje de los activos que gestiona en estas estrategias en los próximos tres años. De ellos, el 14% están considerando hacerlo en un 11% o más. Extrapolando esas cifras al universo de los asesores en su sentido más amplio, resulta que los nuevos flujos hacia los ETFs de smart beta serían de 100.000 millones en los próximos tres años, sin contar con que nuevos asesores empezaran a usarlos».
Sin embargo, se espera que más asesores empiecen a utilizar EFTs de smart beta. De los asesores encuestados que no los utiliza, el 17,5% están considerando la posibilidad de usarlos, mientras el 52% no lo tiene previsto, pero está abierto a aprender más.
«La recompensa puede ser grande para los proveedores de gestión de activa porque los ETF de smart beta pueden reportar comisiones significativamente más altas que los ETFs tradicionales. Ya hay un cierto número de firmas que normalmente evita los productos pasivos que ha tirado de su experiencia en gestión activa para entrar en el mercado de los ETFs de smart beta», dice Loren Fox, director de Ignites Distribution Research y co autor del informe.