Los flujos totales hacia ETFs globales fueron de 84.300 millones de euros, de los cuales 60.900 millones corresponden a renta variable y 23.700 millones a renta fija. Estas cifras demuestran que las soluciones de gestión pasiva de renta variable siguen siendo una de las principales opciones de los inversores mundiales.
En este sentido, según los últimos datos publicados por Amundi sobre flujos a ETFs, los inversores siguieron favoreciendo la renta variable en agosto, con entradas positivas en esta clase de activos procedentes de Europa, Estados Unidos y Asia. Los flujos hacia la renta variable en julio fueron de 45.800 millones de euros y las asignaciones a esta clase de activos se aceleraron en agosto, mientras que los flujos de entrada de la renta fija se mantuvieron estables mes a mes.
El último informe de la gestora destaca que Estados Unidos representó el 87% de los flujos, aportando 73.200 millones de euros al total del mes. En cambio, Europa representó el 12%, con 10.300 millones de euros y Asia contribuyó con el 1%, con 769 millones de euros.
Respecto a los flujos europeos, la tendencia fue similar a la global. Los inversores destinaron 6.670 millones de euros a los ETFs registrados en Europa, lo que supone una mejora con respecto al mes anterior, en el que los flujos fueron de 5.400 millones de euros. Las asignaciones globales y a América del Norte siguieron siendo las asignaciones regionales más populares, captando 3.500 millones de euros y 2.800 millones de euros, respectivamente. “Esto representa un mayor apetito por Estados Unidos entre los inversores europeos, ya que el 42% de los activos se asignaron a esta región, frente al 27% del año anterior”, matiza el documento de Amundi.
En cambio, desde Amundi destacan que las salidas del sector financiero observadas el mes pasado continuaron con la retirada de 362 millones de euros por parte de los inversores. El segmento value siguió experimentando salidas, con 254 millones de euros reembolsados este mes, mientras que los inversores asignaron 420 millones de euros quality. “Esto podría reflejar la preocupación de los inversores por el impacto de la variante delta en la recuperación económica, así como preocupación por la inflación. Aunque las estrategias de ETFs ESG captaron 4.000 millones de euros, esta cifra fue muy inferior a la asignación de 6.900 millones de euros del mes pasado”, añaden.
Sobre las principales tendencias en renta variable, Amundi explica que las asignaciones globales y a América del Norte atrajeron la mayor parte de los activos, 1.300 millones de euros y 1.200 millones de euros, respectivamente, ya que los inversores siguieron abandonando las estrategias tradicionales. Los inversores destinaron 500 millones de euros a estrategias climáticas, lo que refleja la preferencia de los inversores por los ETFs de energía limpia y agua.
Ralentización en renta fija
Respecto a la renta fija, Amundi destaca que durante agosto se produjo una ralentización de las asignaciones a ETFs de renta fija europea, ya que estas estrategias sumaron 3.500 millones de euros, frente a los 6.600 millones de julio. “Los inversores prefirieron la deuda corporativa, asignando 2.400 millones de euros a esta clase de activos, frente a los 794 millones de euros asignados a la deuda pública. Una vez más, la preocupación por la inflación determinó las asignaciones de los inversores a la deuda pública, ya que la deuda pública a corto plazo de la zona euro y las estrategias ligadas a la inflación sumaron 342 millones de euros y 328 millones de euros, respectivamente”, refleja la gestora en su informe.
Entre las tendencias en la asignación de activos, Amundi destaca dos datos: los inversores asignaron 696 millones de euros a las estrategias de high yield de Estados Unidos y 623 millones de euros a las de investment grade de la zona euro. Según su interpretación, estas entradas en high yield estadounidense invirtieron con creces las salidas del mes pasado, mientras que las asignaciones a investment grade europeo son casi un tercio menos que el mes pasado. “Esto indicaría que los inversores confían en la capacidad de las compañías estadounidenses para obtener buenos resultados a pesar de las posibles preocupaciones sobre el impacto de la variante delta y la inflación”, añaden.
Por último destaca que la renta fija ESG captó 1.000 millones de euros, con la de deuda corporativa de la zona euro sumando 399 millones de euros. Según concluye, al igual que la renta variable, “esto refleja la actual rotación de las clases de activos más tradicionales”.