La gestión pasiva es cada vez una tendencia con más peso en la industria de los fondos de inversión. UBS ETFs, durante un evento celebrado recientemente en Madrid, ha querido dar una vuelta de tuerca más y ver si realmente se le está sacando el máximo a la inversión pasiva.
Para ello, la firma congregó a un grupo de expertos, entre ellos Pawel Janus, director de Análisis en Inversión Pasiva y ETFs de UBS AM, y Arend Kapteyn, economista jefe de UBS Investment Banking, para analizar cuáles son las vías para obtener la mejor rentabilidad posible a través de la inversión pasiva y las previsiones del mercado, respectivamente.
Durante este encuentro, Pedro Coelho, director de Inversión Pasiva y ETFs en España, que inició la sesión, destacó la sólida evolución que las estrategias de gestión pasiva de UBS han registrado en los últimos años. En concreto, dentro del apartado de ETFs, UBS ETFs es a día de hoy la cuarta gestora en Europa en términos de patrimonio, según los datos de finales de marzo de 2017.
Por su parte, Pawel Janus centró su ponencia en analizar la indexación en 360º, un término que hace la referencia a la inversión en tres clases de activos principales: renta variable, renta fija y materias primas. Janus destacó que dentro de cada una de ellas se pueden encontrar diferentes índices que dan forma a un marco competitivo importante. “Si te fijas en la estructura del mercado de ETFs, te das cuenta de que la mayoría de los activos se enmarcan dentro de las soluciones ‘plain-vanilla’. Sin embargo, al mismo tiempo se está acelerando el crecimiento de soluciones más innovadoras, como los índices smart beta en renta variable, índices más líquidos en el espacio de renta fija o los índices de materias primas de cuarta generación”, recalcó Janus.
La voz de los expertos
Ante estos cambios, Janus profundizó en la importancia de elegir correctamente el índice, pues dos índices que en teoría se centran en la misma clase de activo pueden acabar deparando rentabilidades con diferencias de hasta “400 puntos básicos”, recordó. Esta diferencia surge de cuestiones como la metodología empleada para elaborar el índice, las reglas de mantenimiento del mismo, la rotación y liquidez o la ponderación del riesgo, entre otros factores.
De esta forma, Janus ahondó una de las cuestiones que se suelen encontrar los inversores en productos pasivos y que consiste en elegir si se busca un índice que refleje simplemente la beta del mercado o si prefieren centrarse en índices más innovadores que incorporan cierto “riesgo activo”. Esto es, que sesgan los activos reflejados en el índice en virtud de, por ejemplo, su capitalización, sector económico o de determinados factores como el dividendo o el valor.
Asimismo, el experto de UBS también señaló la importancia de estudiar las tendencias del mercado y la evolución de los hábitos de los inversores para tratar de invertir siempre en el índice que mejor refleje dichas evoluciones. Janus citó como ejemplo de este hecho el aumento del protagonismo de las empresas de mediana capitalización dentro de la eurozona con respecto a años anteriores, comparando el comportamiento del Euro Stoxx 50 y el del MSCI EMU durante los últimos 17 años. A lo largo de este período, el MSCI EMU ha promediado una rentabilidad anual un 0,8% superior a la del Euro Stoxx 50.
Finalmente, Arend Kapteyn centró su intervención en analizar las previsiones actuales del mercado, para lo que estableció cinco cuestiones principales: el entusiasmo que se aprecia en todo el mundo con respecto al escenario ‘reflacionario’ actual; las diferencias entre ‘soft data’ y ‘hard data’; una comparativa entre mercados emergentes y mercados desarrollados; la razón por la que el impulso al crédito está cayendo a pesar del escenario reflacionario y, finalmente, planteó la pregunta de si el súper ciclo de deuda ha llegado a su final, junto a qué relación tiene este hecho con la recuperación global en la inversión, el comercio y el crecimiento.