Durante la actual crisis económica y sanitaria, las inversiones en metales preciosos no están respondiendo como se esperaba. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el último estudio de Cerulli Associates. En concreto, el oro es el metal que más sufre una “nueva realidad”, en que su estatus de activo refugio parece estar en cuestión.
Según recuerdan desde Cerulli Associates, históricamente, los metales preciosos han atraído a los inversores que buscan una forma de diversificar su cartera cuando tienen activos muy correlacionados. Además, estos productos básicos también han servido como depósito de divisas. Sin embargo, según su último estudio, aunque el precio del oro se disparó en 2019 debido a los riesgos geopolíticos, la crisis del coronavirus ha sido menos favorable para las acciones y los precios de los metales preciosos.
La forma de invertir en metales preciosos es bastante diversa. Algunos vehículos de inversión dan a los inversores exposición física al oro, la plata y otros metales preciosos como el cobre, el paladio y el zinc. Otros ofrecen inversiones en acciones relacionadas con el tema mediante la participación, principalmente, de empresas mineras. «Sería comprensible suponer que la pandemia, sus repercusiones en los mercados financieros y las medidas adoptadas por los bancos centrales hagan que los precios de los productos básicos volvieran a subir, pero esta vez hay más que considerar», afirma Fabrizio Zumbo, director adjunto de análisis de gestión de activos europeos de Cerulli Associates.
Si miramos al mercado vemos, por ejemplo, que, mientras en marzo la plata registró su precio más bajo en 11 años debido a la menor demanda industrial, en los tres primeros meses del año las empresas mineras mundiales perdieron una importante capitalización de mercado. Desde la firma señalan que los precios de los activos sólo suben cuando hay suficientes inversores con capital líquido para comprarlos. “Una vez resuelta la crisis de liquidez inmediata provocada por la pandemia, las compras deberían reanudarse. Sin embargo, las medidas adoptadas por los bancos centrales para aliviar la crisis de liquidez, y la crisis económica en general, pueden haber neutralizado parte del poder adquisitivo de los dólares, los euros y la libra esterlina”, apunta en sus conclusiones el análisis de Cerulli Associates.
«En un escenario en el que una razonable recuperación económica mundial hace subir la inflación del precio de los activos, el oro podría recuperarse como lo hizo entre 2009 y 2010, después de la crisis financiera mundial. Sin embargo, existe otro posible escenario en el que la recuperación se vea empañada por un crecimiento extremadamente bajo en un entorno deflacionario, lo que significa que los precios de los activos sufrirán, incluido el oro», añade Zumbo.
Según indica el informe, para los inversores a largo plazo en empresas mineras, hay cierta expectativa de un repunte. El colapso del precio del petróleo será un factor clave para reducir los costes de operación, por lo que las perspectivas de los precios del oro y la plata pueden volverse positivas. “Sin embargo, después de reunir más de 600 millones de euros de entradas netas en enero, los fondos de capital de metales preciosos domiciliados en Europa registraron unos 200 millones de euros de reembolsos netos a finales de marzo”, concluye Zumbo