Construir una cartera resiliente frente al regreso de la inflación a nuestras vidas es el objetivo de todo gestor de cara a 2017, aunque como explica Scott Wolle, CIO del equipo de Global Asset Allocation de Invesco, “el plazo ahora no es 2017 sino el mes que viene”. Durante un encuentro con periodistas en Madrid, Wolle apunta que “todo va bien cuando hay crecimiento y la inflación está bajo control, pero es necesario construir un portfolio resistente para cualquier escenario”.
Y en ese escenario en el que todos se preparan para unos precios más altos, Wolle ve a las materias primas como “la forma más pura de exponerse a la inflación seleccionando activo por activo”. Su alta liquidez, al menos 1.000 millones de dólares se negocian diariamente en este mercado, es uno de sus atractivos para Wolle, además de la transparencia de precios.
El Invesco Balanced-Risk Allocation Fund tiene una asignación de activos centrada en dos aspectos: una estructura temporal para la generación de rentabilidad y una contribución igualada del riesgo para diversificarlo y controlarlo. Esta combinación estratégica reduce tanto la volatilidad como la concentración en activos poco atractivos.
En la composición de la cartera, las commodities representan más del 30% siendo los activos energéticos como el gas natural y el petróleo, el 9,06% de su exposición y los productos agrícolas como el café, el azúcar, la soja o el algodón, otro 9,06%. Wolle invierte en alrededor de 20 tipos de productos básicos, utilizando derivados y otros instrumentos vinculados a los productos básicos.
Cerca del 62% se invierte en bonos soberanos infraponderando Alemania, Japón y Canadá frente a los EE.UU., donde mantiene una estrategia más constructiva. No obstante, Wolle no cree que “veamos un rally de la inflación que contagie a los bonos soberanos”.
Respecto a la renta fija corporativa, Wolle cree que ahora hay mayor riesgo de crédito por la política de estímulos fiscales que planea EE.UU. y matiza: “No porque el crecimiento no sea bueno sino porque el crédito es malo”.
La cartera se completa con un 43% de renta variable y desde el mes de enero sobrepondera la europea, la japonesa y la británica. “Cuando pensamos en renta variable, pensamos en EE.UU., pero las valoraciones son altas. Es en Europa y Japón donde podemos encontrar oportunidades”, afirma Wolle.