Los cibercrímenes o ciberincidentes son la nueva amenaza de la era tecnológica. Un factor de riesgo que convierte al seguro de ciberriesgos en «la póliza de incendios del siglo XXI», según Carlos Rodriguez, especialista de producto de AIG, durante un evento organizado por KPMG.
La prevención y los proveedores en las brechas de seguridad, así como tener planes de respuesta, rapidez en su aplicación y disponer de equipos forenses multidisciplinares y una fluida comunicación entre ellos son las principales claves para afrontar los ciberataques. “Hay que tener planes de respuesta, pero hay que probarlos realizando simulacros, pues el incidente puede suceder en cualquier momento”, destacó Manuel Torres, director de continuidad de negocio de Bankia.
Por su parte, Paula Hernández, responsable del área de nuevas tecnologías y DPO de KPMG en España y Andorra, añadió la importancia de la evidencia digital, es decir, “de utilizar evidencias para demostrar que lo que ha pasado es lo que ha pasado y se ha respondido en tiempo y forma”.
En este sentido, es primordial hacer frente tanto a la pérdida financiera que pueda sufrir una empresa atacada como a la reputacional, algo que “se puede paliar transfiriendo los perjuicios a través de una póliza de seguros”, señaló Rodriguez.
La póliza de ciberriesgos de AIG, CyberEdge, contempla otros factores también de suma importancia, como son la asesoría legal y de relaciones públicas para contener el daño reputacional, los costes de la notificación de datos que pudieran haber sido afectados por la brecha de seguridad, así como la monitorización para evitar nuevas pérdidas.