Nos encontramos en un entorno de mercado marcado por la dificultad de conseguir valor atractivo para las carteras si no es a cambio de una volatilidad muy alta (renta variable), de alto riesgo crediticio (high yield), de poca liquidez (private equity), o de una cada vez más alta probabilidad de impago (inmobiliario).
Entre todos hay una característica común y más recientemente: la alta correlación entre ellos y por tanto la deficiencia en diversificación que presentan para una cartera de inversión. Además, las entidades cobran a empresas, aseguradas y fondos una media en España de 0,23% anual por sus depósitos.
Sin embargo, existen inversiones alternativas que consiguen ambos objetivos: diversificación y rentabilidad añadida con bajo riesgo. Es el caso de la inversión buscando el retorno absoluto de la volatilidad del mercado de divisas.
La prima de riesgo de volatilidad en el mercado de divisas es la persistente prima que pagan los gestores que quieren cubrir sus carteras ante posibles vaivenes excesivos del mercado de divisas. La recepción de esta prima y su utilización con acuerdo a la situación del mercado y con riesgo limitado es una fuente de retorno alternativo.
Son estrategias mensuales, el mejor período donde se encuentra esta prima de riesgo, indiferentes a la dirección que tome el spot o precio de contado y descorrelacionadas con el resto de activos, es el punto de partida para una gestión activa y discrecional de una cartera internacional.
Las estrategias sobre esta prima de riesgo alternativa invierten su capital en las mejores letras y bonos de los gobiernos de G4, y se exponen a la volatilidad del mercado con una estrategia diseñada al principio de cada mes. Las estrategias buscan la financiación del coste de cobertura de divisa y además producen una rentabilidad extra ajustable a cada perfil inversor con bajas volatilidades. Cuentan, además, con sus estrategias de stop loss automáticas y discrecionales para limitar riesgos.
Las estrategias pueden estar largas o cortas de volatilidad, o neutrales y pueden quedarse al benchmark, sin exposición, si así lo dictan las circunstancias de mercado. Cada mes se revisan y rediseñan y por tanto siempre se adecúan a las circunstancias del mercado. No son estrategias sistemáticas, son discrecionales.
Se caracterizan por tener nula o muy poca correlación con otros activos, por una ratio de éxito mensual superior al 80%, por unos retornos positivos moderados y constantes, y por unos retornos negativos muy poco ocasionales, y también moderados.
Altísima liquidez: invierten en los dos mercados más líquidos que existen, letras de gobiernos del G4 a tres meses, y mercado divisas a 1 mes o menos. Ventana de liquidez ideal es un mes, pero también es posible diaria.
Utilidades:
1. Una cartera internacional puede estar así cubierta de riesgo divisa mes a mes, añadir un alpha extra muy necesario en este entorno de tipos.
2. Es también útil para la gestión de la tesorería, ya que permite utilizar el exceso de cash en una tesorería para invertirlo en letras con el máximo rating, evitando el riesgo crediticio de entidades bancarias, y el pago de tipos negativos por sus depósitos, mientras consigue atractivas rentabilidades.
3. Como inversión pura, además de las rentabilidades mencionadas, otorgan una diversificación a una cartera difícilmente conseguible con otros activos.
El entorno macroeconómico que nos espera en los próximos años implica un entorno de tipos cercanos a cero o incluso negativos. El deseo de la Reserva Federal de EE.UU. de elevar la inflación por encima del 2% es más un deseo que una realidad a ver en los próximos meses o años. La situación en Europa no es distinta si no peor. Las decisiones sobre políticas monetarias son claras en cuanto a la duración del entorno de tipos bajos. Por lo que la inversión en prima de riesgo alternativa es una opción muy a tener en cuenta en este entorno.