Tras los sorteos extraordinarios de Navidad celebrados por Loterías y Apuestas del Estado, EFPA España ha elaborado un documento con algunas recomendaciones clave para que, de ser uno de los afortunados, se pueda gestionar el premio de manera responsable, asegurando que la experiencia sea tan positiva como duradera.
Mantener la calma y verifica el premio
El primer paso es confirmar el premio a través de canales oficiales, como la web de Loterías y Apuestas del Estado o los medios de comunicación y páginas acreditadas. Una vez comprobado, es necesario guardar el décimo en un lugar seguro, como una caja fuerte, y evitar exponerlo a daños físicos o deterioro. Si el décimo es compartido, hay que hacer una copia y notificarlo a los demás participantes para garantizar la transparencia en el proceso de cobro del premio. Además, conviene no dejarse llevar por la emoción y compartir la noticia de forma pública o en redes sociales: mantener la discreción es esencial para proteger tu privacidad y evitar posibles situaciones incómodas o riesgos innecesarios.
Para cobrar el premio, si es inferior a 2.000 euros, se puede hacer en cualquier administración de lotería. En el caso de premios superiores, se debe acudir a una entidad bancaria colaboradora con Loterías y Apuestas del Estado, presentando el décimo original y el DNI.
Formalizar acuerdos previos, si se comparte el décimo
En caso de que el décimo sea compartido con familiares, amigos o compañeros de trabajo, es esencial que todos los acuerdos queden por escrito. Una forma sencilla es hacer una fotocopia del décimo firmada por cada participante, indicando los porcentajes de participación. También es útil enviar una foto o mensaje por WhatsApp como prueba. Cuando llegue el momento de cobrar el premio, lo mejor es hacerlo de manera conjunta en el banco. De esta forma, cada participante recibirá directamente su parte correspondiente y se evitarán posibles malentendidos o problemas fiscales relacionados con donaciones no justificadas.
Buscar asesoramiento financiero profesional
Un premio grande trae alegría, pero también responsabilidad. Para hacer una buena gestión del dinero del premio lo mejor es acudir a un profesional del asesoramiento financiero, quien realizará las mejores recomendaciones sobre cómo organizarnos, teniendo en cuenta la situación personal y profesional y ayudará a hacerlo de la manera óptima.
Planificar inversiones pensando en el largo plazo
Hay que evitar destinar grandes sumas a compras impulsivas o comprometerse con gastos recurrentes que puedan superar los ingresos habituales. Una planificación adecuada permitirá disfrutar del premio mientras se asegura la estabilidad financiera a futuro. En este sentido, es fundamental empezar a ahorrar para la jubilación, si aún no se ha hecho.
La estrategia de inversión debe adaptarse a tu horizonte temporal. Si eres joven, hay más margen para asumir riesgos, lo que te permite invertir en productos con mayor potencial de rentabilidad, como fondos de renta variable o mixtos, por ejemplo. En cambio, si estás más cerca de la jubilación, lo ideal es optar por inversiones más conservadoras, como productos que ofrezcan ingresos estables y preserven el capital.
Crear un fondo de emergencia para imprevistos
Un fondo de emergencia es esencial para garantizar tranquilidad ante imprevistos. Su cuantía dependerá de la situación personal, el nivel de gastos y la estabilidad laboral. Por ejemplo, alguien con ingresos irregulares, o sin grandes ahorros previos, necesitará un fondo más amplio que otra persona con una situación económica más estable.
Como regla general, este fondo debería cubrir entre 6 y 12 meses de los gastos mensuales, ajustándose a las necesidades y perfil de cada persona. Este dinero permitirá afrontar situaciones inesperadas, como reparaciones importantes, gastos médicos o incluso cambios en la situación laboral, sin comprometer el resto del premio. Reservar una pequeña parte del dinero para darse algún capricho personal es perfectamente razonable y saludable. Sin embargo, es importante hacerlo con moderación y evitar gastos desproporcionados que puedan generar arrepentimientos posteriores.
Tener en cuenta la fiscalidad a la que está sujeto el premio
Es fundamental tener claro cómo afecta la fiscalidad al premio. En España, los primeros 40.000 euros en premios de lotería están exentos de impuestos, pero cualquier cantidad que exceda esta cifra está sujeta a una retención del 20%. Por ejemplo, un décimo del “Gordo” está premiado con 400.000 euros, que una vez contabilizada la retención de Hacienda, quedarían en 328.000 euros. Los impuestos ya suelen estar descontados en el momento del cobro, pero es recomendable consultar con un profesional para comprender cómo este ingreso puede influir en la declaración de la Renta o en futuras operaciones financieras.
Además, si se comparte el premio, es crucial justificar las participaciones de forma adecuada. En caso contrario, la redistribución del dinero puede ser considerada por Hacienda como una donación, lo que implicaría pagar impuestos adicionales que oscilan entre el 7% y el 34%, dependiendo de la relación entre los beneficiarios y la comunidad autónoma en la que residan. Para evitar este problema, documenta claramente los porcentajes de participación antes del cobro y hazlo de manera conjunta en una entidad bancaria. Esto simplifica el proceso y asegura que cada persona reciba directamente su parte, sin generar complicaciones fiscales.
Revisar cómo liquidar préstamos y deudas pendientes
Ganar la lotería puede ser una oportunidad única para mejorar la situación económica, pero es importante gestionar el dinero de manera prudente. Una de las decisiones pasa por revisar si merece la pena liquidar deudas o amortizar préstamos. En el caso de una hipoteca, puede ser más conveniente reducir el plazo del préstamo o las cuotas mensuales, dependiendo de los objetivos. Si existen deudas con altos intereses, como tarjetas de crédito, es prioritario cancelarlas. Por otro lado, si las condiciones de las deudas son favorables, podrías destinar el dinero a inversiones que generen mayor rentabilidad que el coste de los intereses.