Warren Buffet, apodado como el ‘Oráculo de Nebraska’ por su capacidad para predecir el futuro en los mercados, es considerado un maestro de la inversión. Si nos fijamos en su trayectoria, con el paso de los años ha consolidado su fortuna y su fama como uno de los inversores más influyentes. Tal ha sido su éxito, que sus principios y pautas de inversión se han convertido en mandamientos para lograr conquistar el mercado bursátil.
Una de las grandes frases célebres del magnate estadounidense que ha quedado para la historia es: “El optimismo es el enemigo del comprador racional”. Con ella hace referencia a las pérdidas de muchos inversores, que no han sido racionales y han invertido en momentos de euforia y confianza en los mercados.
El optimismo y el pesimismo son dos emociones que están relacionadas con las fluctuaciones del mercado. Cuando la Bolsa sube, la mayoría de los inversores son optimistas y se lanzan a la compra y, por el contrario, cuando baja, estos se paralizan por el miedo y el pesimismo.
Por ello, Buffet considera que, así como es un error que la presión psicológica y la desconfianza influyan en los momentos de bajada, también lo es dejarse llevar por el optimismo general cuando las acciones están sobrevaloradas y todo el mundo compra, olvidando el control de riesgos. En esos momentos de euforia, Warren Buffet invita a mantener la cabeza fría y no descartar los posibles riesgos futuros.
Invertir es todo un arte y una habilidad psicológica con la que obtener la máxima rentabilidad posible en todas las operaciones. Sin duda, este inversor es uno de los ejemplos a seguir para alcanzar el éxito en el mundo financiero.
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Por Fórmate a Fondo