Según cifras del Bundesbank, miles de millones de euros en activos monetarios están parados en libretas de ahorro y depósitos bancarios. Y, sin embargo, el horizonte de inversión, unido al efecto de la capitalización de los intereses, es uno de los factores más decisivos para el éxito de toda inversión.
En un plan de ahorro, el efecto de la capitalización de los intereses se pone otra vez de manifiesto desde una perspectiva diferente. Tomemos el siguiente ejemplo:
Un inversor quiere disponer de 100.000 euros al alcanzar la edad de jubilación. Si empieza muy pronto y dispone de 36 años para lograr su objetivo, con una rentabilidad media del 7,5% bastará con que ahorre 50 euros mensuales. Si solo dispone de 12 años, cada mes tendrá que apartar 400 euros como se puede observar en el siguiente gráfico.
Seguramente ya se habrá percatado: en la rentabilidad del 7,5% del plan de ahorro va incluida una notable prima de riesgo. Con una libreta de ahorro no es posible conseguir ese rendimiento.