En general, se asocia tiempo libre a ocio. Y, en verano, el tiempo libre se dispara. A esto se suman las ansiadas vacaciones, ese premio a todo un año de trabajo. Estas condiciones hacen que muchas personas tiendan a bajar la guardia con sus finanzas y que el gasto se dispare en verano. Pero no tiene por qué ser así, según Luis Pita, autor del libro «Ten peor coche que tu vecino» (LID Editorial).
Se puede disfrutar de un verano de diez sin gastar de más y Pita ofrece seis claves para lograrlo.
1. Controlar el aire acondicionado
Empieza a ahorrar por los gastos del día a día, como el aire acondicionado. La clave en este punto es hacer un uso racional del aparato, lo que pasa por aprovechar el modo Eco -con el que se reduce el consumo un 30%- y controlar la temperatura, ya que por cada grado, se reduce un 8% el consumo. Otras formas de optimizar el gasto en aire acondicionado incluyen revisar el estado de la máquina y evitar ponerlo muy alto para que enfríe rápido.
2. Controla los gastos del hogar
En verano es más fácil perder el ritmo del ahorro en el hogar y que se disparen los gastos en alimentación. Para contenerlos, no hay que olvidar vigilar el presupuesto y apostar por planificar los menús de forma semanal. Así será más fácil mantener una buena alimentación y que el gasto en la compra no se dispare.
3. Sigue «preahorrando»
Es imprescindible persistir en la costumbre de ahorrar dinero cada mes. También en verano. La mejor forma de lograrlo es a través del «preahorro». Con esta herramienta de ahorro automático es posible asegurarse de ahorrar en primavera, verano, otoño e invierno.
Para empezar a preahorrar solo es necesario decidir qué porcentaje de tus ahorros se destina a ahorro cada mes y dar una orden de transferencia periódica al banco para que la transfiera de la cuenta en la que se recibe la nómina a la cuenta de ahorro.
4. Tener claro el presupuesto para viajes
Las vacaciones suponen el mayor gasto del verano. El mejor consejo para ahorrar es cerrar un presupuesto para viajes. Además, es aconsejable evitar a toda costa endeudarse para viajar. Antes de hacerlo, es mejor revisar las preferencias en cuanto a destinos.
5. Hacer un listado de destinos y buscar ofertas de última hora
El mejor momento para contratar las vacaciones es o muy pronto o a última hora. A estas alturas del verano, salvo que esté programado viajar en septiembre, ya es tarde para contratar con tiempo.
¿La solución? Esperar hasta el último momento (si se puede). Una forma inteligente de hacerlo es crear un listado de 4 o 5 posibles destinos y decidir en función del precio. Si esos destinos implican vuelos, el ahorro potencial será mayor.
Una opción es aprovechar el ocio gratuito. Tanto en la ciudad donde se vive como en el lugar de vacaciones, siempre existirán opciones de ocio gratuito desde cines al aire libre hasta conciertos pasando por visitas a museos.
Muchas ciudades también cuentan con free tours que pueden ayudar a conocer el lugar de vacaciones o redescubrir la ciudad donde se vive.
6. Utilizar bonos para maximizar el ocio y contener el gasto en restauración
Esta es una opción para sacar más partido al dinero. Hoy en día existen muchas páginas con bonos y ofertas para actividades de ocio y culturales, así como de restauración. Aprovechar esas ofertas y promociones para estructurar el ocio permitirá estirar el presupuesto.