El concepto está de moda y, aunque amenazan con desbancarlo otras filosofías como el Lagom, en el mundo de las inversiones ser “hygge” tiene mucho tirón. El concepto se basa en la búsqueda del equilibrio, evitando dejarse llevar por los vaivenes de los mercados. Ante un ejercicio 2017 que se prevé de nuevo marcado por la volatilidad, han surgido vehículos de ahorro que buscan regirse por el estilo de vida danés.
Según explica Luis Martín-Jadraque, director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, “en el entorno con tanta incertidumbre como es el actual, es indispensable convertirse en un inversor hygge, es decir, en un inversor que tome decisiones meditadas con el objetivo de buscar el equilibrio, sin dejarse llevar por impulsos o por los vaivenes de los mercados.”
Para convertirse en un inversor “hygge”, Jadraque señala seis aspectos clave:
1. Fijar una estrategia
Antes de contratar cualquier producto financiero es muy importante definir dos aspectos: el primero, ser consciente de qué tipo de inversor somos. ¿Nos gusta el riesgo? ¿Tendemos a ser conservadores con nuestros ahorros? Por supuesto, entre estos dos extremos hay muchos perfiles adicionales de comportamientos frente al riesgo. El segundo, fijar objetivos y necesidades que queremos cubrir con nuestra inversión. En base a estos aspectos se construirá la cartera adaptada a cada ahorrador. Hay que tener en cuenta que, en un entorno de bajos tipos de interés, buscar rentabilidad significa estar dispuestos a aceptar algo de volatilidad en esta cartera. “La definición de los objetivos que perseguimos y conocer nuestro apetito real por el riesgo es imprescindible para tomar las decisiones adecuadas que nos permitan estar tranquilos con nuestras inversiones”, explica Luis Martín-Jadraque.
2. Valorar correctamente el factor tiempo
“A menudo el inversor suele pensar a corto plazo, pero si reflexiona sobre sus objetivos de inversión, se dará cuenta de que suelen ser a largo plazo: la jubilación, la formación universitaria de los hijos, una casa u otra compra importante en un futuro lejano. No tener claro el plazo puede llevar a que el inversor se desoriente o se desvíe de su meta por acontecimientos de corto plazo que no influirían en la consecución del objetivo final”, indica Martín-Jadraque. Vender en estas ocasiones sus posiciones para capear el temporal hace que al final el inversor se pierda los momentos más atractivos. “El market timing no suele funcionar y no encaja con una disciplina y planificación a largo plazo”, afirma el Director del Centro de Inversiones.
3. Tomar decisiones racionales
En el contexto actual en que los mercados presentan alta volatilidad, en gran medida por incertidumbres políticas, hay que huir de las inversiones irracionales tomadas a remolque de los mercados o de los titulares de prensa. “Muchos inversores se dejan llevar por los impulsos a la hora de invertir, pero ser fiel a tus objetivos y perfil de riesgo, y centrarse en tomar decisiones racionales son la clave para obtener a medio y largo plazo unas rentabilidades adecuadas”, afirma Martín-Jadraque. “Es importante llevar a cabo una gestión emocional de las inversiones para no tener sorpresas desagradables”, concluye.
4. Contar con asesoramiento financiero de calidad
Para conseguir convertirse en un inversor hygge y estar feliz y satisfecho con tus inversiones, contar con un buen asesoramiento financiero es clave. Invertir con éxito en Bolsa u otros productos financieros no es fruto de la suerte, requiere unos conocimientos detallados de la coyuntura de los mercados y de las alternativas de inversión. Un buen asesor financiero se encarga de acompañar al ahorrador en el proceso de toma de decisiones y en el seguimiento de la cartera. “Hay que explicar detalladamente al asesor los diferentes objetivos de ahorro e inversión para diseñar un plan a la medida, con el objetivo de que se cumplan nuestras expectativas”, comenta Martín-Jadraque.
5. Disponer de un abanico amplio de opciones de inversión
Los productos de inversión deben adecuarse a los objetivos del ahorrador, y no al revés. Por ello es importante contar con un amplio abanico de posibilidades, de forma que podamos elegir las más adecuadas. Existen entidades que cuentan con arquitectura abierta, y que ofrecen a sus clientes tanto productos propios como de terceros. Luis Martín-Jadraque asegura que “es muy importante ofrecer a los clientes las posibilidades de inversión que mejor se adapten a su perfil. Los fondos propios de las entidades a veces no encajan del todo con el perfil u objetivos del cliente, por lo que un banco que priorice a sus clientes les ofrecerá lo mejor del mercado, sea propio o no”.
6. Invertir en productos que permitan ‘resguardarse’ del temporal
Para la gran mayoría de inversores españoles, que tienen un perfil de riesgo conservador o moderado, es importante incluir en sus carteras productos que minimicen el riesgo y a la vez ofrezcan una rentabilidad adecuada. “Existen fondos de inversión flexibles cuyo objetivo es ayudar a los inversores a lograr sus objetivos financieros en cualquier entorno de mercado, también en periodos de alta volatilidad y tipos muy bajos. En estos fondos son sus gestores, un equipo de profesionales con amplia experiencia, quienes se ocupan de seleccionar los mejores activos con una estrategia que limite la volatilidad”, explica Martín-Jadraque, quien añade que “son productos muy adecuados para un inversor medio en el entorno actual”.