Los robots financieros acaban de cumplir su quinto aniversario en España. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) otorgó el 30 de julio de 2014, tras dos años de estudio, la primera licencia a la EAF Feelcapital, que se convirtió en el primer servicio de asesoramiento automático en fondos de inversión regulado, no sólo de España, sino de toda Europa.
Desde entonces, el regulador español ha dado licencias a otras ocho compañías independientes que siguieron la estela de Feelcapital y desarrollan este tipo de plataformas automatizadas de asesoramiento y gestión a inversores: Kau Markets EAF (noviembre 2015), Indexa Capital (diciembre de 2015), Finizens (enero de 2017), Inbestme (febrero de 2017), Imdi Funds y Finanbest (marzo de 2017), Micappital (diciembre de 2017) y Accurate Quant (febrero 2018). En total, gestionan unos 2.500 millones de euros de más de 15.000 inversores.
Las entidades financieras también están comenzando a desarrollar servicios fintech en España. Es el caso de ING, Santander mediante su filial Openbank con Openbank Wealth, AndBank con MyInvestor, CaixaBank con Smart Money, Bankinter con PopCoin y BBVA con BBVA Invest.
Además de los robots financieros españoles, otras plataformas robóticas operan también en Europa. Nutmeg en Reino Unido desde (2016), Scalable Capital desde 2014 en Alemania, Austria y Reino Unido; el francés Yomoni también desde 2014 y Moneyfarm en Italia, Alemania y Reino Unido desde 2016. Entre todos gestionan unos 1.500 millones de euros.
En Estados Unidos, los pioneros fueron Betterment y Wealthfront (2008). Les siguieron Personal Capital (2011), Charles Schwab Intelligent Portfolios y Vanguard Personal Advisor (2015). Hoy en día hay muchos más operando en la mayor economía del mundo, pero solo entre estos cinco tienen casi 86.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Las previsiones de crecimiento son optimistas. Antonio Banda, CEO de Feelcapital, cree que si los bancos comienzan a utilizar estos servicios robóticos “podrán ofrecer por fin servicios verdaderamente personalizados a sus clientes, una quimera hasta ahora”. Banda asegura que la posibilidad de “individualizar el perfil de riesgo de cada inversor y ofrecerle lo que realmente se adecúa a sus necesidades de inversión hará crecer exponencialmente estos roboadvisors, que serán fundamentales para mejorar los servicios de asesoramiento que hoy dan a sus clientes”.
“Hemos demostrado que los algoritmos pueden buscar la rentabilidad con eficacia y batir sin problema a los índices de referencia”, asegura Banda.