La sostenibilidad en la inversión ha venido para quedarse y lo ha hecho acompañada de una gran ola de regulación que está afectando a todo el sector. Los asesores financieros no están exentos y, precisamente, este ha sido el tema central del webinar de Spainsif “La sostenibilidad en el asesoramiento financiero”, enmarcado en la Semana de la ISR que organiza la entidad.
Existen tres grandes ejes de regulación: MIFID II, la Taxonomía y el Reglamento SFDR, según ha explicado Fernando Ibáñez, cofundador de Ética y presidente de Aseafi. La primera de ellas está enfocada en las preferencias de los clientes en materia ESG a través de la realización del test de idoneidad, en medir el desempeño ESG en el asesoramiento y en la integración de los riesgos ESG en la estructura organizativa.
Por otro lado, la Taxonomía se encarga de definir qué actividades son sostenibles y cuáles no lo son y afecta a todos los activos y productos financieros. Por último, el Reglamento SFDR, el cual afecta a la decisión de asesorar productos ESG o no, a la forma de incluir los riesgos ESG que afectan al valor de la inversión y a tomar una decisión respecto a las principales incidencias adversas, que se centran en el impacto en la sociedad y medioambiente.
“Uno de los grandes mensajes es que hoy podemos decidir no asesorar productos sostenibles, pero es una decisión que no podremos mantener en el tiempo y tenemos que acostumbrarnos a manejar estos nuevos lenguajes y clasificación de artículos”, advierte Ibáñez.
Además de la regulación, el siguiente reto es el de una definición de una política ESG de la entidad y los productos. “En la política ESG de todo asesor hay que incluir criterios ESG, procesos de integración de riesgos, fuentes de información de ESG y los indicadores ESG”, explica el experto.
Respecto a la gestión y cómo toman las decisiones ESG los asesores, Ibáñez considera que el sector tiene cuatro necesidades principales. La primer es contar con datos ESG suficientes para tomar decisiones. “Es algo que está cambiando, pero solo un 25% de las cotizadas tienen información del clima adecuada”, apunta. En segundo lugar, menciona los nuevos indicadores, ya que los asesores se enfrentan a un nuevo lenguaje para el que necesitan formación. Seguido de la regulación creciente y la falta un marco de gobernanza ESG.
Por último, el experto ha hablado sobre la formación y la necesidad de que las empresas cuenten con perfiles especializados. “La gran ola es la regulación y el asesoramiento no puede escapar de las tendencias sostenibles. El mercado está reaccionando y ya existen herramientas, políticas e iniciativas de formación para que el sector se adapte de la mejor manera posible”, destaca.
La importancia de la formación para orientar al cliente
Según ha explicado Pablo Alonso Aja, presidente de Eurocapital Wealth Managment EAF, la situación de la regulación europea tiene cada día una complejidad mayor, una realidad que, según Carlos Magán, socio de Afi Inversiones Globales, los ha llevado a interiorizar su responsabilidad de formarse y complementar el asesoramiento con los factores ESG.
“Los asesores estamos obligados a entender las herramientas que usarán los productos para aplicar la sostenibilidad y ahí es donde la formación tiene un papel principal. Debemos tener claro cuáles son las diferentes estrategias (best in class, inversión de impacto, temáticas, o herramientas de exclusión, diálogo activo…) y tendrán que formar parte de nuestro diccionario”, explica Magán.
Asimismo, insiste en la importancia de ser pedagógicos con los clientes. “Nuestra formación es importante, pero la suya también, para ayudarles a esa transición”, concluye.