La luz, el seguro del coche, el teléfono o la comunidad de vecinos son solo algunos de los recibos a los que tienen que hacer frente los hogares españoles. Los máximos históricos que han alcanzado parte de ellos en los últimos meses se unen a factores externos como, por ejemplo, el precio de los combustibles, que hacen que las familias cada vez tengan más dificultades para asumir los llamados gastos corrientes.
De hecho, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, 6 de cada 10 españoles de entre 38 y 44 años están más preocupados que nunca por su situación financiera.
Seguidamente se sitúan los españoles de entre 22 y 37 años (60%), mientras que en el caso de los mayores de 65 años la mitad afirma que en ningún otro momento de su vida ha estado tan preocupados por sus finanzas.
La incertidumbre económica se ha traducido en un quebradero de cabeza para buena parte de la ciudadanía española. El 42% de los encuestados reconoce que sus recibos crecen a un mayor ritmo que sus ingresos y, mientras que en 2020 el 38% de los españoles aseguraba que esta preocupación tenía un efecto negativo en su bienestar general, ahora es el 41% el que realiza la misma afirmación.
Sin embargo, el estrés financiero no es el único indicador que ha repuntado en el último año. Según se desprende del informe, el porcentaje de españoles que reconoce no cumplir con sus compromisos de pago en los plazos establecidos ha aumentado cuatro puntos porcentuales en los últimos 12 meses, alcanzando el 24%.
España, entre los 5 países europeos más cautelosos a la hora de endeudarse
Estas situaciones justificarían, entre otras cosas, el acusado descenso del bienestar financiero de la población española en el último año. Y es que, tal y como refleja el Barómetro de Bienestar Financiero de Intrum, herramienta que mide los niveles de satisfacción de la población de 24 países europeos respecto a tres pilares fundamentales (capacidad para el pago de facturas, ahorro para el futuro y educación financiera), España ha bajado del puesto 14 al 22.
Ante esta caída del bienestar financiero, la población española comienza a tomar precauciones a la hora de solicitar dinero prestado. De hecho, tres cuartas partes de los españoles (74%) reconocen ser más cautelosos de lo normal a la hora de endeudarse, a pesar de los bajos tipos de interés. Una cifra que sitúa a España entre los 5 países más precavidos al contraer deudas.
A la cabeza del ranking se encuentra Portugal, donde 8 de cada 10 lusos (82%) apuestan por la economía sostenible, siendo prudentes en su endeudamiento, seguidos de los húngaros (78%) y de los polacos y rumanos (76%). Por su parte, España y Grecia alcanzan el 74%, lo que pone de manifiesto la cautela de los hogares españoles ante la incertidumbre que está generando la crisis de la Covid-19.