Aprovechando el comienzo del año, las gestoras envían sus cartas a los partícipes que invierten en sus fondos. En ellas, las firmas explican su filosofía de inversión, pero también, cómo aterrizan toda la teoría a la práctica en el diseño de las estrategias para un determinado periodo de tiempo.
Este 2025 va a ser un año plagado de desafíos, sin duda, y las gestoras tienen claro el camino a seguir, pero también, que habrá que hacer modificaciones si las previsiones de los escenarios centrales se tuercen.
En Buy & Hold consideran que su tarea como gestores “no está en arriesgar más y más con el objetivo de emular unas rentabilidades que anteriormente hemos conseguido con un riesgo más acotado”.
Por el contrario, su trabajo, a juicio de los expertos de la firma, “está en conseguir la senda alcista encadenada durante los últimos años, dando buenas rentabilidades, pero sabiendo que los activos están ahora más en precio”.
Por lo tanto, la estrategia planteada implica “llevar los fondos hacia su versión más cauta, con un esmerado análisis y una dedicada selección de bonos gracias a una gestión activa e independiente”. Esta tesis se ha concretado en la entrada en bonos flotantes y la reducción del peso en aquellos bonos subordinados financieros que más rentabilidad habían venido aportando.
En su lugar, asegura la carta semestral de la firma, “hemos dedicado el capital a construir nuevas posiciones en las que apreciamos un mayor potencial a medio plazo”, como los bonos de Mobico, una compañía global líder en movilidad que “está haciendo grandes avances en soluciones sostenibles en este campo y más pronto que tarde se verá recompensada por el plan que tiene en marcha para reducir su apalancamiento mediante la venta de algunos de sus activos menos estratégicos”.
En la cartera de renta variable, Buy & Hold reafirma su convicción en el potencial de medianas y pequeñas cotizadas con negocios y beneficios consistentemente alcistas que “todavía no se han visto recompensadas en el mercado”, hasta tal punto, que es posible que “estemos al borde de un cambio de sentimiento inversor al estilo del fin de las burbujas de las puntocom en los 2000 o de las Nifty Fifty en 1973”.
Cobas AM, por su parte, dedica una parte de su carta a los partícipes a recordar que la firma ha dejado de ser un fondo de autor para convertirse en un fondo de inversión gestionado colectivamente. “Este cambio se ha producido de forma natural y lo único que hace es reflejar la realidad del día a día de Cobas AM, donde venimos funcionando como un órgano colegiado desde hace tiempo”, recoge el documento.
Los siete miembros del equipo se conocen muy bien y llevan trabajando juntos cerca de 15 años de media, según el escrito, “con una homogeneidad de filosofía y criterio inversor, pero también con cierta heterogeneidad que aporta valor y riqueza al proceso, lo que les permite seguir perfeccionándolo cada día”.
En esta nueva etapa de la firma, que tampoco será distinta a la anterior, el equipo de gestión de la firma trabaja “para aumentar el valor estimado de los fondos claramente por encima del 100%”. Es, según la firma, “ una consecuencia natural de la aplicación de nuestro proceso inversor, en el que uno de los pilares principales es la rotación de carteras”.
Por este motivo, han reducido el peso o vendido por completo las posiciones en las compañías que lo han hecho bien y en las que el valor estimado y el potencial de revalorización han caído, como por ejemplo Golar, Teva y Currys. Al mismo tiempo, han aumentado la ponderación en cartera de las compañías que han evolucionado peor, al tiempo que han entrado en valores “en los que el valor estimado es mayor, incrementando el potencial de las carteras”. Un ejemplo de nueva compañía en la cartera internacional es Derichebourg.
La carta a partícipes de EDM recalca en su arranque que “anticipar el comportamiento de los mercados es tarea imposible, pues la evolución a corto plazo tiene su raíz en el estado de ánimo y las expectativas de los inversores y estas, como es sabido, ¡son cambiantes y volátiles!”
Por lo tanto, su aproximación a la inversión no especulativa -fundamentada en el lema «acompañar para crecer»- observa con optimismo escéptico las previsiones que estos días inundan el mercado. En la firma ven aspectos positivos y negativos de la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, hasta tal punto, que el escrito ya recoge que “nada es seguro, pero sí posible que en la carta del mes de junio observemos la economía y los mercados norteamericanos bajo otra perspectiva”.
Además, admite que el Comité de Distribución de Activos de la firma propugna desde hace meses una reducción moderada de la exposición a la renta variable y una recuperación de la exposición a la renta fija con un triple objetivo: atender las disposiciones regulares de aquellos clientes con quienes así se haya acordado; moderar la volatilidad, una vez que los intereses se han normalizado, en previsión de un cambio súbito de sentimiento y disponer de activos del mercado monetario y/o renta fija a corto plazo («pólvora seca») para aprovechar correcciones significativas en la renta variable si se produjeran. “Esta política puede proseguir si el actual optimismo («sentimiento») se impone al «fundamento» de la valoración, ya que la fuerte unanimidad actual aconseja prudencia”, sentencia la firma.
En EDM, además, informan al partícipe de que la cartera 60/40 de la firma ha estado tradicionalmente integrada por fondos de inversión de gestión propia y delegada. En este último caso se trata de gestores especializados en una clase de activo (renta fija high yield) o geografía (Estados Unidos) a condición de que EDM tenga una elevada visibilidad sobre sus inversiones y confianza en su estilo de inversión.
Pero, a partir de ahora, “esta línea va a acentuarse en el futuro para diversificar las carteras con clases de activos, geografías y/o estilos de inversión”, ya que van a incluir activos alternativos en las carteras para iniciar una presencia creciente de los activos no cotizados (ilíquidos) e incorporarlos a la «nueva» 60/40. “La razón para ello es el peso creciente de los activos privados (no cotizados) en relación a los cotizados”.
“¿Qué podemos esperar para el próximo 2025? La realidad, como siempre recalcamos, es que no lo sabemos y tampoco nos preocupa”. Así de tajante es el escrito de Horos a los partícipes. Por tanto, “más que preguntarnos qué nos podría deparar el próximo ejercicio, sería más pertinente plantearse qué puede detener esta rueda o si, directamente, es posible saberlo”, aseguran.
Con todo, sí observan que estos años ha habido un mercado alcista que ha favorecido, enormemente, a los seguidores de tendencia: invertir en el S&P 500 porque históricamente lo ha hecho bien, “también cuenta”. Esto ha reducido enormemente el número de inversores que adquieren acciones en base a fundamentales -inversor value- y que actúan como contrapunto a esa estrategia.
“¿Cuándo se desestabilizará el mercado y terminará una dinámica que parece interminable?», se preguntan en Horos. Si bien no pueden responder a esta pregunta, sí matizan que la historia suele indicar que, en mercados como los actuales, “los activos menos populares tienden a presentar un mejor comportamiento, lo que nos permite ser cautelosamente optimistas si llegamos a este escenario”.
Lo que sí tienen claro en la firma es que “no vamos a traicionar nunca nuestros principios de inversión: nuestro foco seguirá puesto en adquirir acciones cuyo binomio rentabilidad-riesgo sea el más atractivo que encontremos en cada momento”.