Las small caps, o empresas de pequeña capitalización, tienen una capitalización bursátil de entre 300 y 2.000 millones de dólares en Estados Unidos. En Europa su capitalización de mercado puede ser de hasta 3.000 millones de euros y representan alrededor del 15% de la capitalización del mercado de renta variable. La capitalización bursátil se calcula multiplicando el número de acciones en circulación por el precio de cada acción, es el valor total de las acciones de una empresa en el mercado.
Pros y contras de las small caps
Las empresas de pequeña capitalización tienen un mayor potencial de crecimiento. Para ellas es más fácil crecer porque tienen una base operativa y financiera más pequeña. Como contrapartida, su pequeño tamaño también hace que la inversión en estas compañías sea más arriesgada; no disponen de colchón financiero para soportar una crisis o una mala gestión.
A las pequeñas empresas le va especialmente bien al principio de una recuperación económica, en la que los tipos de interés siguen estando bajas, facilitándoles el acceso a fondos para invertir en su crecimiento.
Por otro lado, también son las acciones de mayor riesgo durante una recesión económica. Las empresas más pequeñas, al disponer de menor capital, tienen más posibilidades de tener dificultadas durante una recesión. Conviene, por tanto, reducir la asignación de acciones de pequeña capitalización cuando el ciclo económico entre en la fase de contracción.
Sus ventajas, por tanto, son: potencial de crecimiento, buen comportamiento con tipos de interés bajos y mayor facilidad para encontrar oportunidades, son ompañías con crecimiento potencial, pero que no cuentan aún con el favor del mercado.
Entre sus desventajas están: se comportan peor durante una recesión, se asume un mayor riesgo al invertir en ellas y se necesita dedicar tiempo al análisis antes de invertir en una small cap.
La cobertura de las empresas de pequeña capitalización, por parte de analistas de mercado y de los medios financieros, es más escasa que en el caso de las empresas más grandes. Esto proporciona una ventaja y una desventaja. La ventaja es que hay más empresas cuyas acciones están infravaloradas. Un análisis minucioso puede revelar qué empresas han sido pasadas por alto por otros inversores. La desventaja es que se necesita dedicar tiempo a analizar estas empresas de pequeño tamaño. La información no está tan ampliamente disponible, por lo que se tarda más en conseguir.
Por esta razón, son muchos los inversores que acceden a este mercado a través de un fondo de inversión de pequeña capitalización. Están dirigidos por especialistas familiarizados con las cualidades que hacen que una empresa de pequeña capitalización tenga éxito. Por lo general, es mucho más seguro invertir de esta manera que directamente invirtiendo en bolsa.
Impacto de las pequeñas empresas en la economía
Las pequeñas empresas son un motor importante para la creación de empleo. En Estados Unidos las empresas de pequeño tamaño representan aproximadamente el 64% del empleo y el 50% en Europa.
Cuando las empresas de pequeña capitalización son admitidas a cotizar en un mercado bursátil, suelen haber superado su fase inicial como nueva empresa. Su situación financiera y su modelo de negocio tiene que ser lo suficientemente sólido como para ser admitida a cotizar en bolsa. Antes de que esto suceda, debe obtener la aprobación de un banco de inversión en cuanto a que esté bien gestionada. A pesar de que las pequeñas empresas son más arriesgadas que las empresas de mediana o de gran capitalización, su riesgo de inversión es menor que el de la inversión en una empresa antes de que se haga pública.
En España, las empresas de pequeña capitalización admitidas a cotización en bolsa lo hacen a través del segmento de mercado BME Growth de la Bolsa española.