La estabilidad económica de un país depende de una multitud de factores internos y expertos, pero también de la educación financiera. Así, de acuerdo al comportamiento de la ciudadanía y de las decisiones financieras que se tomen, la economía será más o menos estable.
La educación financiera puede influir de manera positiva en la economía de un país, al comprender conceptos básicos tales como qué es un presupuesto, cómo ahorrar, cómo realizar inversiones y cómo manejar deudas, están mejor equipados para tomar decisiones financieras responsables. Esto conlleva a una mayor estabilidad financiera para los individuos, lo que a su vez contribuye a la estabilidad económica en general del país.
Mapfre ha elaborado una lista con algunos de los beneficios que aporta la educación financiera a la economía de un país.
1.- Reduce el endeudamiento. La educación financiera ayuda a las personas a comprender los riesgos asociados con el endeudamiento excesivo y les permite utilizar el crédito de manera responsable. Al tomar decisiones financieras más sólidas, es menos probable que se endeuden más allá de su capacidad de pago. Esto ayuda a reducir la cantidad de incumplimientos de pago, la morosidad y las crisis financieras a nivel individual y sistémico.
2.- Fomenta el ahorro y las inversiones. Cuando comprendemos los beneficios a largo plazo de ahorrar e invertir, se tiende a tomar decisiones más prudentes en cuanto al uso de los ingresos. De hecho, el ahorro y la inversión contribuyen al crecimiento económico al proporcionar capital para financiar proyectos empresariales y estimular la actividad económica.
3.- Te permite emprender. La educación financiera fomenta el espíritu empresarial y la creación de empleo. Al saber cómo gestionar las finanzas de un negocio, estás mejor preparado para emprender y administrar tus propias empresas y proyectos. Esto puede llevar a un aumento en la creación de empleo y al desarrollo económico a nivel local y nacional.
4.- ¿Podríamos decirle adiós a la especulación y a las burbujas financieras? La teoría nos dice que si lográramos que toda la población estuviese al día de la actualidad económica y conociesen aquellos conceptos básicos que permiten tomar decisiones informadas sobre educación financiera, se podrían prevenir catástrofes financieras y crisis, que, habitualmente, son creadas por las decisiones conjuntas de toda la población. Además, se reducirían los casos de fraude y estafa, que la mayoría de las veces son fruto del desconocimiento de las personas.