Por regla general, toda persona física o jurídica tiene presencia fiscal en el país en el que realiza su actividad o en alguno de los países donde puede tener presencia relativa. Pero la realidad dicta un poco de esta corriente tan común. Hay entidades financieras que ofrecen la posibilidad de abrir una cuenta corriente aun si no eres residente.
Una de las cosas a tener en cuenta es la elección de aquella entidad que permite tal acción. Para ello es importante tener claro que hay que identificarse de forma correcta y tener claro qué documentación aportar para que la solicitud sea positiva al respecto.
Para operar con otra divisa hay que tener claro cómo es la ley en cada país y cómo se debe declarar la actividad financiera dentro y fuera del territorio en el que se reside. Para ello existen consultoras especializas que realizan todo tipo de estudios financieros a particulares y empresas para conocer si la apertura de dicha cuenta es efectiva, legal y, sobre todo, cómo se debe declarar.
“A día de hoy, somos una de las pocas firmas de consultores financieros que presta servicios en 126 jurisdicciones y nuestra política de actuación se basa en la claridad y transparencia de las gestiones que nos encomiendan nuestros clientes y en la ejecución de las mismas», afirma Manuel García Echevarría, director general de Foster Swiss.