Cada vez que la cotización del oro sube, parece que los inversores se apresuran a comprar, con la esperanza de que continúe subiendo. Los temores sobre la estabilidad del dólar estadounidense también tienden a impulsar los precios del oro. Sin embargo, antes de decidir si necesita o no comprar oro de inmediato, parece buena idea dar un paso atrás, ya que, en definitiva, el oro es un activo como cualquier otro: puede subir o bajar con el sentimiento de mercado.
Una mirada hacia atrás en la historia del oro puede ayudarnos a entender por qué a algunos inversores les gusta tanto. En muchos casos, tiene que ver con el hecho de que el oro ha sido valioso durante miles de años. A diferencia de gran parte de nuestro dinero actual, al que accedemos con tarjeta o haciendo transferencias, el oro es tangible, es posible tocarlo. Pero, a pesar de esa cualidad de tangibilidad del oro, los movimientos de precios en su cotización no siempre se basan en su valor intrínseco. La percepción de cómo están los mercados, la fortaleza del dólar estadounidense y otros factores influyen en el ‘valor’ del oro.
A pesar de que el oro tiene una larga historia como dinero, eso no significa que sea la mejor opción para su cartera. Podemos decir, como con cualquier otro tipo de activo, que hay razones buenas y no tan buenas para incluir oro en la cartera de un inversor.
Una de las mayores razones para incluir el oro en su cartera es cubrirse contra la inflación. Como inversión capaz de acumular valor, el oro ha logrado hacerlo bastante bien a lo largo del tiempo. La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de un dólar, pero el oro puede ayudarle a protegerse contra esa pérdida de valor.
Los precios del oro a menudo se mueven en sentido contrario a los del dólar, por lo que, si el dólar se debilita, es probable que el oro se fortalezca. Sin embargo, incluso cuando la cotización del oro no crezca a un ritmo rápido, todavía se considera una forma bastante aceptable de evitar perder frente a la inflación.
Para un inversor que crea que bonos y acciones no proporcionan suficiente diversidad, incluir un pequeño porcentaje de oro a su cartera hará que se mueva en la dirección opuesta al mercado de valores. Cuando el mercado de valores cae, el oro frecuentemente sube. Si se desea equilibrar la cartera, el oro puede ser una forma de hacerlo, diversificando sus activos de forma que pueda protegerla parcialmente de un posible evento del mercado.
¿Cuánto oro debería haber en su cartera?
La cartera de un inversor debe estar estructurada de una manera que le ayude a alcanzar sus objetivos a largo plazo. El oro podría ayudar a conseguir este objetivo. Sin embargo, muchos expertos advierten que se debe tener cuidado con la cantidad de oro a incluir en la cartera. Una regla general es limitar el oro a no más del 5 o 10% de la cartera. Dependiendo de la situación de cada inversor y de su tolerancia al riesgo, es posible que se sienta más cómodo con un porcentaje mayor o menor.
¿Es el oro realmente útil?
Algunos inversores creen que el oro no solo puede servir como cobertura contra la inflación o como elemento diversificador de una cartera. Creen que también el oro puede tener otros usos intrínsecos.
Desafortunadamente, si está almacenando lingotes como salvaguarda, en preparación para un colapso económico, es posible que acabe sintiéndose decepcionado. En tal escenario, ¿podrían sus vecinos usar oro? En cambio, durante el apocalipsis económico, es posible que su situación sea más ventajosa si dispone de un almacén de comida y agua, así como la capacidad de cazar, pescar o cultivar un jardín o un huerto.
Algunos creen que, si se volviera al patrón oro, se beneficiarían de sus reservas de oro. Pero, la posibilidad de que veamos un patrón oro en el futuro cercano es bastante remota. Hay tanto dinero en circulación (papel y digital) que cambiar a un patrón oro es poco práctico y altamente improbable. Posiblemente el sistema financiero tendría que colapsar por completo para que tal cambio fuera factible.
El oro, por tanto, puede ser una buena adición a la cartera de un inversor, siempre y cuando sepa por qué lo incluye, y pueda ayudar a alcanzar los objetivos financieros marcados a largo plazo.
¿Cuál es la forma más barata de comprar oro?
Comprar oro físico a menudo tiene asociado altos costes, además del riesgo de confiar en que el minorista le está vendiendo oro puro y la dificultad de guardarlo con seguridad. Si no le importa poder o no tocar el oro que posee, la forma más barata de comprarlo es a través de un fondo de inversión o un fondo cotizado (ETF).
¿Oro o plata en la cartera?
Elegir entre oro y plata, en última instancia, depende de las preferencias de los inversores. Algunos inversores utilizan el análisis técnico para determinar cuál de los dos metales es mejor inversión en un momento dado. Otros eligen el oro, sin importar lo que esté sucediendo en el mercado, debido a su larga historia como reserva de valor. Otra estrategia es invertir en empresas mineras, a través de fondos o ETFs que incluyen en su cartera acciones del sector metalúrgico, que ofrecen exposición diversificada a muchos tipos diferentes de metales.
Podemos concluir por tanto que:
Añadir oro a una cartera diversificada puede tener sentido, pero es posible que no para todos los inversores.
Como regla general, conviene mantener no más del 10% del valor total de su cartera en oro.
Puesto que el oro históricamente se ha movido en la dirección opuesta al dólar, algunos inversores lo utilizan como cobertura contra la inflación.
Hay inversores que creen que el oro tendría un valor intrínseco en escenarios extremos de colapso económico, pero esto es más una teoría especulativa, a diferencia del uso bien documentado del oro como cobertura contra la inflación.