Con el 2021 a la vuelta de la esquina, toca hacer balance y preparar los propósitos para el año que viene. En esta despedida de año tan especial, con un 2021 plagado de incertidumbre debido al coronavirus, los expertos recomiendan añadir a los propósitos más típicos, como dejar de fumar o hacer más ejercicio, algunas metas relacionadas con nuestra economía.
Para comenzar con nuestra lista de propósitos financieros, Andrea Carreras-Candi, directora de EFPA España, señala que, en primer lugar, debemos analizar cuál es la situación de nuestras finanzas a cierre de 2020 y ver la evolución que han sufrido tras un año complicado. “Debemos tener en cuenta si nuestros objetivos financieros siguen siendo los mismos que a comienzo del año 2020 para establecer unos propósitos ajustados a nuestras necesidades para el año entrante”, recomienda.
No obstante, reconoce que resultan muy lógicas las dudas que nos pueden surgir sobre la posible evolución de la economía en los próximos meses, a lo que se suma el hecho de que la volatilidad se haya convertido en la verdadera protagonista de los mercados en los últimos tiempos, lo que provoca, según explica, que debamos ser lo más precavidos posibles a la hora de realizar cualquier cambio en nuestras carteras de inversión. “En este caso, es necesario acudir a un asesor financiero cualificado para que nos ayude tomar decisiones de inversión y evitar que la precipitación nos incite a cometer errores fruto del nerviosismo”, aconseja.
Para la directora de EFPA España, el consejo fundamental es tener claro cuáles son los objetivos, perfil de riesgo y el horizonte temporal para, a partir de ahí, trazar una estrategia que permita preservar capital en los momentos complicados y encontrar oportunidades de rentabilidad cuando la situación lo permita. “No obstante, debemos tener claro que, en el escenario actual de tipos bajos prolongados en el tiempo, siempre será necesario elevar algo el riesgo si queremos obtener algo de rentabilidad en nuestras inversiones”, advierte.
Por su parte, Álvaro Aróstegui Restrepo, Senior Manager de la Eafi Bissan y asesor de la plataforma Finect, insiste en que los propósitos financieros de cara al nuevo año no deberían ser muy diferentes a los del 2020 y que, además, tienen que venir dados tras un análisis previo integral de planificación financiera.
“Si el año pasado alguien estaba invertido para su jubilación que es dentro de 10 años (y durará mínimo 30-35 años), su cartera (para este objetivo) debería estar mayoritariamente en renta variable. En 2021, le faltan 9 años para jubilarse (y otros 30-35 años por delante), por lo que también debe mantener un peso mayoritario en renta variable”, aclara.
Para Diego González, socio director de Cobalto Inversiones, EAF, y asesor de la plataforma Finect, escribirlos puede ser un buen paso y aconseja que sean propósitos medibles y razonables. Asimismo, señala que debemos entender no sólo los riesgos de una cartera o inversión individual, también es muy importante entender de dónde vienen los retornos y construir carteras con base de retornos distintos.
Los propósitos que no deben faltar
Para Francisco Lomba, analista de inversiones de Afi Inversiones Globales SGIIC, uno de los propósitos sería mantener el progresivo cambio desde ahorrador a inversor, ante la represión financiera impuesta por los bancos centrales. «En un entorno de bajos tipos de interés y depósitos con remuneraciones cercanas al 0%, cobra importancia la educación financiera, lo que lleva consigo el conocimiento de productos financieros, tales como fondos de inversión o ETF (Exchange Traded Fund)», añade.
Carreras-Candi considera que aprender a no perder los nervios ante ninguna circunstancia de los mercados, ser cautos y trazar un plan de ahorro para el futuro debe ser uno de los primeros propósitos de nuestra lista. “Aunque suene a tópico, la diversificación, y más en situaciones complicadas como la actual, supone un seguro para evitar correr riesgos innecesarios y proteger nuestras inversiones”, recuerda.
Diego González también se suma a las recomendaciones de Carreras-Candi y añade en su lista para 2021 aprender a no dejarse llevar por el miedo. “Lo que nos protege en una inversión en renta variable es el paso del tiempo, no la ausencia de riegos. Hay que diversificar de una manera amplia pero no en exceso puesto que se pierde en rentabilidad”, añade.
Uno de los propósitos que según la experta de EFPA no puede faltar en nuestra lista es el de ahorrar para la jubilación. “A estas alturas nadie puede dudar que ahorrar para la jubilación será una obligación si queremos mantener nuestro poder adquisitivo una vez nos jubilemos. Incluso, la gente más joven que acabe de empezar a trabajar puede plantear empezar un pequeño plan de ahorro pensando en la jubilación”, señala. Basta con empezar aportando una cantidad pequeña de forma mensual, lo que permitirá ir acumulando capital e ir rentabilizándolo pensando en el largo plazo. Además, según expresa, esa aportación periódica nos permitirá maximizar las ventajas fiscales que tiene algunos productos como los planes de pensiones.
Para Álvaro Aróstegui Restrepo, el inversor español tiene dos asuntos pendientes de cara a la gestión de sus inversiones: preocuparse por mejorar su educación financiera y la diversificación internacional de sus carteras, tanto de renta variable como de renta fija. “En esto es verdad que se ha avanzado mucho, pero aún vemos clientes que llegan con carteras con un peso extremadamente alto en activos españoles», expresa el experto.
Para aquellos que no hayan hecho una adecuada planificación, sino que simplemente invierten para sacar una rentabilidad anual, pero sin una estrategia de largo plazo, el experto ve imprescindible que uno de sus propósitos sea dedicar el tiempo necesario para hacerlo. “Sin duda es la mejor inversión que puede hacer. Esto le ayudará a ganar tranquilidad y poder enfrentarse correctamente al mercado y conseguir así, mejores resultados”, añade.
Por su parte, Lucien Nelson, asesor financiero de Santa Lucía Vida y Pensiones y asesor de la plataforma Finect, considera que el principal propósito debería ser crear un “colchón” financiero que nos aporte seguridad de cara a posibles imprevistos y para nuestro futuro.
Asimismo, en las actuales circunstancias, tacha de primordial optar por la prudencia en todos los aspectos de nuestra vida, empezando por la protección familiar, mediante los seguros de vida y salud, así como mediante los planes de ahorro y de pensiones. En las carteras de acciones y fondos, aconseja invertir con la máxima prudencia y siempre con la ayuda de un profesional.
Para Diego González hay tres máximas que no deberíamos olvidar a la hora de definir nuestros propósitos: “Si no corro riesgo = rentabilidad cero, si corro riesgos y me dejo llevar por el pánico = rentabilidad negativa y si corro riesgos y soy disciplinado, así como un inversor de largo, podré obtener rentabilidad positiva”.