Los bonos convertibles son un instrumento de inversión, tanto de forma directa como a través de un fondo de inversión, que pueden verse como cercanos a la renta variable, pero con la volatilidad reducida propia de la renta fija. Con la ayuda de Responde Laurent Le Grin, director de bonos convertibles en Edmond de Rothschild AM (Francia) respondemos a las principales dudas sobre esta clase de activo:
¿Qué es un bono convertible?
Es un instrumento de renta fija, pero que puede convertirse en renta variable en cualquier momento hasta el vencimiento del instrumento. El bono puede convertirse en renta variable cuando el valor de la renta variable está por encima de la cantidad que se prestó al prestatario. Esto significa que al menos al final, en el momento del vencimiento, si la renta variable no es atractiva, se puede reembolsar el cupón del bono. Pero si la renta variable sube, y si la porción del bono convertible está por encima de la cantidad prestada, el bono puede convertirse en renta variable.
Existen dos opciones: se puede recibir la cantidad prestada en un primer momento o recibir una acción. Lo que hace a este instrumento tan atractivo es que se puede recibir al menos lo que se prestó a través del cobro de cupones, pero también se tiene el derecho a convertir esta deuda en renta variable si la renta variable se está comportando bien, lo que significa que se puede obtener más valor con estos instrumentos que con instrumentos de renta fija clásicos, que pagan un cupón sobre la vida fijada para el bono.
Por tanto, al igual que con un instrumento de renta fija, puedes preservar el capital mediante el pago de cupones, pero puedes también convertir el bono en renta variable y obtener mucho más valor que con un instrumento de renta fija clásico.
¿Tiene más o menos riesgo que la renta fija? ¿Y que las bolsas?
Se asume el mismo riesgo que con la renta fija, porque si la compañía incurre en un impago, como el caso de la deuda convencional, puedes perder o no recuperar una cantidad significativa de lo que se prestó en un principio. Sin embargo, también hay que decir que en cierta medida suponen un riesgo mayor que la deuda convencional en el sentido de que el componente de renta variable del bono convertible hace que el instrumento sea algo más volátil que la deuda convencional.
Y en comparación con la renta variable, se asume menos riesgo porque eres bonista y en la estructura de capital eres más senior, estás más alto en el orden de prelación, que los propietarios de acciones. Esto significa que, en caso de impago, tendrás acceso a recuperar el principal a diferencia de lo que ocurre con los accionistas. Por tanto, con los bonos convertibles se obtiene la parte más atractiva de la renta variable y de la renta fija.
¿Cómo puede ayudar a las carteras de los inversores, qué efecto puede tener?
Sin duda, los bonos convertibles son ahora mismo una clase de activo para incluir en las carteras cerca de la deuda corporativa, cerca de la renta variable y cerca de los bonos gubernamentales.
Otra forma de ver esta clase de activo es considerar a los bonos convertibles como un activo cuyo comportamiento es muy similar al de la renta variable, pero con menos volatilidad, por lo que se puede sacrificar parte de la porción de renta variable para mejorar el perfil de riesgo/retorno.
¿En qué tipo de carteras se recomienda tenerlos: en las conservadoras, en las moderadas o en las más agresivas?
Depende de la estrategia de asignación de activos, pero de forma específica son más adecuados para personas que buscan preservar el capital a largo plazo, por la naturaleza de la amortización de los bonos convertibles.
¿Es una buena inversión en el actual entorno? ¿Por qué?
En términos de valoración, tenemos que tener en cuenta que estamos en un entorno en el que la deuda es cara. Respecto a los tipos de interés, estamos inmersos en un escenario de tipos de interés en niveles bajos y de compresión de los diferenciales en deuda corporativa, lo que hace que sea más complicado extraer más valor del mercado de crédito que antes. En términos de renta variable, creemos que no estamos en valoraciones en niveles complicados.
De hecho, este año esperamos para Europa un crecimiento de los beneficios del 12%, lo que demuestra que los mercados de renta variable tienen más potencial de subida que antes. En consecuencia, los bonos convertibles pueden ser útiles para tomar partido de esta situación al poder participar en la renta variable y al permitir limitar el riesgo por el lado de la renta fija.
Es decir, si los tipos de interés suben, puede ser negativo para la deuda convencional, pero no para los bonos convertibles porque si los tipos de interés aumentan, quiere decir que la economía se está recuperando y entonces se puede conseguir una revalorización gracias al componente de renta variable. Después de un prolongado entorno de tipos de interés a la baja, los bonos convertibles pueden capturar muy bien la tendencia reflacionista.