La liquidez es la cantidad de dinero que puede disponerse fácilmente para invertir o gastar. Podemos considerar liquidez tanto el efectivo, como las letras del tesoro, los pagarés o los bonos, o cualquier otro activo que se pueda vender rápidamente. Comprender el concepto de liquidez y cómo la gestionan los bancos centrales, puede ayudar a empresas e individuos a proyectar las tendencias en la economía y a entender sus finanzas.
Conceptos básicos de liquidez
Cuando una institución, empresa o individuo tiene suficientes activos para cumplir con sus obligaciones financieras, se considera que tiene elevada liquidez. Por el contrario, si el efectivo está vinculado a activos no líquidos, o cuando los tipos de interés son elevados, que hace que los préstamos cuesten más, se considera que su liquidez es baja.
La elevada liquidez también significa que hay mucho capital financiero. El capital financiero, o riqueza, o patrimonio neto, es la diferencia entre activos y pasivos. Mide el colchón financiero del que dispone una institución para absorber pérdidas. Los activos incluyen tanto activos altamente líquidos, como efectivo y crédito, como activos no líquidos, incluidas acciones, inmuebles y préstamos a un tipo de interés elevado.
Liquidez y bancos centrales
Tal como demostró la crisis financiera mundial de 2008, los bancos históricamente quiebran cuando carecen de liquidez, de capital o de ambos. Esto es así porque los bancos no pueden permanecer solventes cuando no tienen suficiente liquidez para cumplir con sus obligaciones financieras o suficiente capital para absorber las pérdidas. Por esta razón, los bancos centrales han tratado de aumentar la liquidez y el capital en los bancos desde la crisis financiera mundial.
Los bancos centrales gestionan la liquidez a través de su política monetaria. Dado que la oferta monetaria es un reflejo de la liquidez, los bancos centrales, como el Banco Central Europeo, hacen un seguimiento del crecimiento de la oferta monetaria, que incluye como componentes M1 y M2. M1 se refiere a dinero circulante en poder del público, cheques de viaje y otros depósitos contra los que se pueda escribir un cheque. M2 incluye, además de M1, ahorros y depósitos a plazo.
Además, los bancos centrales pueden influir en los tipos de interés a corto plazo, al que prestan a los bancos comerciales, y las operaciones de mercado abierto para gestionar la situación de liquidez del mercado y orientar la política monetaria. Otra herramienta de la que disponen es la de inyectar masivamente liquidez como parte de programas de estímulo económico, que hemos visto ya, tanto en la crisis financiera como en la reciente crisis sanitaria. A través de estos programas, se crea liquidez mediante la compra de activos, generalmente bonos.
Cuando hay mucha liquidez y, por lo tanto, mucho capital, a veces puede haber demasiado capital buscando muy pocas inversiones. Esto puede conducir a un exceso de liquidez, cuando el ahorro excede la inversión deseada. Un exceso de liquidez puede, a su vez, conducir a un aumento de la inflación. A medida que el dinero barato puede encontrar inversiones cada vez menos rentables, los precios de esos activos aumentan, ya sean casas, oro o empresas de alta tecnología.
Esto conduce a un fenómeno conocido como ‘exuberancia irracional’, lo que significa que los inversores acuden en masa a una clase de activos en particular bajo el supuesto de que los precios aumentarán. Todos quieren comprar para no perder las ganancias futuras y, en el proceso, crean una burbuja de activos.
Exceso de liquidez
Eventualmente, el exceso de liquidez lleva a que cada vez mayor porcentaje de este capital se invierta en malos proyectos y, cuando las empresas en las que han invertido desaparecen y no pagan el rendimiento prometido, los inversores se quedan con activos sin valor. Entonces viene el pánico, que tiene como consecuencia una retirada masiva de dinero por parte de los inversores, que se apresuran a vender, haciendo que los precios se desplomen. En los últimos años hemos visto este comportamiento tanto en la crisis puntocom, como en la de las hipotecas basura. Se llega así a una fase del ciclo económico denominada contracción económica que, por lo general, conduce a una recesión.
Contrariamente, la escasez de liquidez significa que no hay mucho capital disponible, o que es caro, generalmente como resultado de tipos de interés altos. También puede suceder cuando los bancos y otros prestamistas se muestran reacios a conceder préstamos, lo que suele suceder cuando ya tienen muchos préstamos incobrables.
Trampa de liquidez
Por definición, una trampa de liquidez es cuando la demanda de más dinero absorbe el aumento de la oferta monetaria. Por lo general, ocurre cuando la política monetaria de un banco central no consigue crear más capital, por ejemplo, después de una recesión. Las familias y las empresas tienen miedo de gastar sin importar cuánto crédito esté disponible.
A los trabajadores les preocupa perder sus empleos o no poder conseguir un trabajo decente y prefieren acumular sus ingresos para pagar deudas, y ahorrar en lugar de gastar. Las empresas temen que la demanda caiga aún más, por lo que no contratan ni invierten en su expansión. Los bancos acumulan efectivo, con el objetivo de cancelar préstamos incobrables, y se vuelven aún menos dispuestos a prestar. La deflación les alienta a esperar a que los precios caigan aún más antes de gastar. A medida que este círculo vicioso continúa en espiral, la economía se ve atrapada en una trampa de liquidez.
Liquidez de mercado
En el mundo inversor, la definición de liquidez es la rapidez con la que un activo se puede vender a cambio de dinero en efectivo. Tras la crisis financiera mundial, los propietarios descubrieron que las viviendas habían perdido liquidez. Los precios de las viviendas a menudo caían por debajo de la hipoteca que se adeudaba. Muchos propietarios tuvieron que ejecutar la hipoteca de sus viviendas, perdiendo toda su inversión. Durante la peor etapa de la recesión, hubo propietarios que descubrieron que no podían vender sus casas a cualquier precio.
Las acciones son más líquidas que los activos inmobiliarios. Si una acción vale menos de lo que pagó y la vende, la pérdida se puede reducir a través de impuestos y, además, otro inversor lo podría comprar fácilmente por su baja valoración.
Ratios de liquidez
Utilizadas por las empresas para evaluar su nivel de liquidez y, por lo tanto, medir su salud financiera. Las tres ratios de liquidez más importantes son:
Current Ratio: equivale a los activos corrientes de una empresa divididos por sus pasivos corrientes. Determina si una empresa puede hacer frente a toda su deuda a corto plazo con el dinero recibido de la venta de sus activos.
Quick Ratio: similar a la current ratio, pero solo utiliza efectivo, cuentas por cobrar y acciones / bonos como activos. La compañía no puede incluir ningún inventario o gastos prepagados que no se puedan vender rápidamente. Por lo tanto, equivale al total de activos menos el inventario dividido por los pasivos.
Cash Ratio (ratio de caja): equivale a efectivo dividido por pasivos corrientes. Es útil cuando una empresa solo puede usar su efectivo para pagar su deuda. Si la relación de efectivo es igual o mayor a 1, la empresa tiene mucha liquidez y es probable que no tenga problemas para pagar su deuda.