Los niños empiezan a tener contacto con las finanzas a los seis años, edad a la que comienzan a recibir la paga y a involucrarse en pequeños recados, pero esto no garantiza que sus conocimientos financieros sean los adecuados a sus necesidades en el futuro. Esta relación temprana con el dinero contrasta con la atención que se da a este aspecto en el currículo educativo y que deja a los jóvenes españoles por debajo de la media de los países de la OCDE en competencias financieras.
Los últimos datos del informe PISA sobre educación financiera muestran que un 16,5% de los estudiantes españoles de 15 años no alcanza el nivel básico de educación financiera, frente al 15,3% de media en la OCDE.
Estas cifras evidencian la necesidad de «definir un programa de educación económica y financiera eficaz» en España, que se adapte a la realidad de los niños y de los jóvenes, según un estudio sobre educación financiera elaborado por la Fundación Junior Achievement, la aseguradora MetLife y la Universidad de Murcia.
El informe analiza los comportamientos y nociones financieras de cerca de 1.400 alumnos de entre 6 y 18 años y desvela que la mitad de los alumnos de primaria, hasta 11 años, reciben una paga semanal que ronda los 12 euros y cerca de un 36% realiza recados. Las familias encargan recados a los niños a partir de los 8 años, mientras que en el caso de las niñas se retrasa hasta los 9. La recepción de una cantidad fija de manera semanal facilita el ahorro de los jóvenes, no obstante, solo un 16% de los estudiantes de primaria guarda el dinero en una cuenta bancaria, mientras que el 56% ahorra con el objetivo de comprarse juguetes, dispositivos tecnológicos o, en menor medida, para la universidad.
La tendencia al ahorro depende de la información que reciben en casa, como aseguran las respuestas del 44% de los niños de esta edad, aunque, de nuevo, existen diferencias, ya que los padres hablan más de ahorro con sus hijos (48%) que con sus hijas (39%). Su corta edad no es un impedimento para que realicen compras por internet (11%), ya que dos de cada cinco estudiantes de primaria tienen móvil y un 5,3% dispone de una tarjeta de débito o crédito.
Los adolescentes cambian sus objetivos de ahorro
Las competencias financieras de los estudiantes mejoran con la edad y, a los 15 años, las chicas tienen un conocimiento superior al de sus compañeros y son más racionales en sus decisiones de compras. Los alumnos de secundaria se implican más en los recados de la unidad familiar, un 86 frente al 36% en primaria. Además, a esta edad cada vez son más los estudiantes que reciben una paga semanal, que también es superior, en este caso de unos 100 euros al mes, dividida en unos 25 euros semanales.
Los adolescentes cambian sus objetivos de ahorro y dejan atrás las «inversiones» en juguetes para gastarse el dinero en viajes (28%), estudios universitarios (22%) o financiarse el carné de conducir (7,8%). También son más conscientes del valor del dinero y el 84% de los encuestados afirma comparar precios antes de comprar algo, en particular por internet, una vía que utilizan el 12% de los estudiantes de secundaria.
Para acercarse a la media de la OCDE, desde Junior Achievement proponen un marco educativo adaptado a las distintas edades, con contenidos que empiecen enfocados en las «habilidades no cognitivas», para centrarse en actividades que «se van complicando y acercando a la vida laboral» en los cursos superiores.