La pandemia ha empeorado la situación económica de muchas familias que ya eran vulnerables. Concretamente, en Madrid, un 28% de las personas que acudieron a los servicios sociales lo hicieron por primera vez durante la pandemia. A la luz de estas cifras, ha surgido el proyecto «Faro: luz para tus finanzas», impulsado por ING, la Fundación Nantik Lum y el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid.
Con el objetivo de acercar estos conocimientos a las familias, estas tres entidades se han unido para formar a los agentes de los servicios sociales en materia de educación financiera. El proyecto reconoce así cómo gozar de una buena salud financiera es algo que desemboca en una mayor estabilidad emocional y bienestar general, por lo que la educación financiera se sitúa como una de las palancas clave para ayudar a estas familias.
El proyecto surge con el propósito de ayudar a reducir la exclusión financiera y social en la ciudad de Madrid, dotando a los trabajadores sociales de las herramientas necesarias para asesorar a familias en situación de vulnerabilidad. Mediante un proceso de formación y de acompañamiento, los profesionales de los centros de servicios sociales recibirán especialización en la resolución de problemas y dudas financieras, gestión de las diferentes prestaciones sociales para personas en situación de vulnerabilidad y adquirirán competencias en el análisis de las deudas y obligaciones contraídas por las familias y en la planificación financiera familiar.
La formación constará de dos fases. Primero, los trabajadores contarán con 25 horas de teoría y un tutor que los acompañe. En una segunda fase, se pasará a la práctica y los trabajadores aplicarán los conocimientos, donde las familias adquirirán un papel protagonista en la transformación de su realidad. Con la formación de los agentes, Juan Riva de Aldama, presidente de la Fundación Nantik Lum, señala que “en vez de trabajar con las familias una a una, formaremos a los trabajadores sociales que están en primera línea con dichas familias, generando un efecto multiplicador del proyecto a gran escala y sembrando la importancia de unos hábitos financieros saludables”, ha señalado en el acto de presentación del proyecto.
Según ha explicado, la salud financiera va desde entender qué es la capacidad de ahorro, de endeudarse, afrontar gastos e imprevistos hasta tomar decisiones de forma adecuada que impliquen cubrir las necesidades financieras sin que implique sobresfuerzos. “El concepto pasa desapercibido y es algo que está en el día a día. Cómo llegar a fin de mes o cómo pagar la factura de la luz, son preguntas que llegan y muchas veces damos por sentadas. Hay que empezar desde el punto cero. Sin educación no hay libertad”.
Para Almudena Román, directora general de Banca para Particulares ING, la salud financiera permite alcanzar el bienestar económico que redunda, a su vez, en un bienestar emocional y psicológico. “Cuando no se sabe cómo se van a resolver las necesidades del día a día se produce una situación de ansiedad que lleva, a veces, a tomar malas decisiones financieras”, explica. De hecho, antes de la pandemia, el 50% de los hogares en Europa no llegaban a fin de mes y casi la mitad de los españoles considera que ellos mismos no tienen salud financiera, unos datos que se han agudizado con la crisis.
Además, Román ha insistido en que la salud financiera no depende tanto de los ingresos sino de cómo se gestionan. Citando a Charles Dickens en uno de sus libros, la experta ha recordado que “si tienes un ingreso anual de 20 libras y gastas 19 libras y 6 peniques, el resultado es felicidad, pero si gastas 20 libras y 6 peniques, el resultado es miseria”.
“A niveles de ingresos similares, la manera en la que se organiza el dinero puede tener más fiabilidad si se tiene un mínimo conocimiento para planificar. Necesitamos tener perspectiva, para tener objetivos y un plan de vida”, insiste. Con el Proyecto Faro, según ha explicado, la entidad quiere dar un paso más, ayudar a otros colectivos y tener más impacto en la sociedad.
Para Román, este proyecto ejemplifica el tipo de iniciativas en las que cree ING, colaboración a tres bandas (público, privado y tercer sector), innovación e impacto. Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, también ha destacado la naturaleza de las entidades que impulsan el proyecto. “Este proyecto reúne dos aspectos clave de nuestra forma de entender la política municipal y en particular, la social: la innovación y la colaboración público-privada”, ha subrayado. “El proyecto que hoy presentamos formará a los trabajadores sociales para que ayuden a las familias a tener nuevas oportunidades”, ha explicado, “porque los servicios sociales ayudan a quien se ha caído, previenen que otros se caigan y aportan las herramientas para ayudar a los más vulnerables a tomar las riendas de sus vidas”.
La vicealcaldesa ha hecho hincapié en la importancia de dar las herramientas adecuadas para que cada uno logre independencia y autonomía. “Las prestaciones son necesarias, pero la gente necesita que les igualemos con formación, autonomía y trabajo”. Para Villacís, una persona que domine temas básicos como un presupuesto, el ahorro, o la planificación, podrá dominar sus ingresos y, además, tener más tranquilidad y mirar con esperanza al futuro para dar el siguiente paso.
El objetivo del proyecto es llegar a más del 25% de los centros de servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid, apoyando a los trabajadores sociales a través de formación, acompañamiento en el terreno y asesoramiento. A través de ellos, alrededor de 30.000 familias se podrán ver beneficiadas, la mayoría en situación o riesgo de exclusión social, económica y/o laboral.