Una inversión a tiempo compensa. Porque cuanto antes se realicen las inversiones, mayor es su crecimiento y rentabilidad. Así lo explica la sociedad gestora de activos Gesinter: empezar a los 25 años con una inversión de 2.500 euros al año durante una década y sin aportar nada más hasta los 65 años puede suponer pasar de 25.000 euros a 139.410 euros si la rentabilidad anual neta es del 6%.
Por este motivo, el consejero delegado de Gesinter, Kai Torrella, tiene claro que “es fundamental proporcionar conocimientos financieros a nuestros jóvenes para fomentar una cultura de previsión y responsabilidad. No se trata solo de ahorrar, sino de dotarlos de herramientas para construir el futuro que desean”. Torrella realizó estos comentarios en el marco de un taller orientado a dotar de cultura financiera a las nuevas generaciones y a darles herramientas para construir una cartera de inversiones a largo plazo.
En cambio, empezar a invertir a los 40 años no genera la misma rentabilidad, ni con una inversión total mayor. Por ejemplo, invertir 2.500 euros al año hasta los 65 supone una inversión inicial de 62.500 euros, que genera una cantidad final de 123.702 euros, muy por debajo de las cifras anteriores.
Sin conocimientos financieros
Los datos no acompañan a un futuro esperanzador para los jóvenes. Según el último informe PISA, el 95% de los estudiantes españoles reconoce una factura, pero sólo 4 de cada 10 tiene capacidad para interpretarla, y únicamente el 5% tiene conocimientos financieros avanzados.
“Los conocimientos y vocabulario financiero de la mayoría de los jóvenes son muy básicos. Saben qué es un presupuesto, una nómina, pero pocos pueden explicar qué es un fondo de inversión o un tipo de interés”, explica Torrella.
Por ello, los jóvenes pierden grandes oportunidades. Gesinter explica que con inversiones mensuales menores también se puede ganar mucho más cuanto antes se empiece. Un inversor de 22 años que invierte 30 euros al mes durante 43 años invertirá 15.480 y obtendrá un valor acumulado de 84.861 euros a los 65, con un rendimiento del 6,5%. En cambio, un inversor tardío de 35 años, invirtiendo 50 euros mensuales hasta llegar a los 65, habrá invertido más (18.000 euros) y habrá generado mucho menos (55.608 euros).
Menos acumulación de riqueza
España tampoco sale bien parada en el ranking de la OCDE y se coloca en la cola con tan sólo un 5% con conocimientos financieros avanzados, frente al 11% del resto de países que han participado en el estudio. “En general, la suma entre los conocimientos técnicos y capacidad de ahorro dan malos resultados en España”, explica el directivo.
En esta misma línea, la última Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España indica que la capacidad de los jóvenes para acumular riqueza ha caído un 26% entre 2020 y 2022, “lo que los deja en una posición más vulnerable ante futuras crisis económicas”, advierte Torrella.