La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por el matemático y científico libanés Nassim Nicholas Taleb, y hace, en realidad, referencia al descubrimiento de cisnes negros en Australia en el siglo XVII, una especie desconocida en los países occidentales. Esta teoría sostiene que eventos extremadamente raros e impredecibles pueden tener un impacto desproporcionado en nuestro mundo. Este concepto, aplicado al sector financiero, hace referencia al hecho de que sucesos no previstos de carácter económico, social o geopolítico, imposibles de pronosticar, pueden desencadenar caídas abruptas en los mercados. Creand Wealth Management, entidad especializada en banca privada, analiza cuáles han sido los principales cisnes negros que han provocado las mayores caídas en bolsa a lo largo del último siglo.
1.- Crack del 29 (1929)
Hablar de Cisnes Negros es hablar del Crack del 29, la caída más profunda que ha sufrido el mercado y que se prolongó durante 33 meses. Fue capaz de dejar la rentabilidad del índice Dow Jones un 86% por debajo de su máximo. La facilidad en la concesión del crédito; unos altos niveles de endeudamiento de los minoristas y unas valoraciones exageradamente elevadas fueron los detonantes que provocaron las ventas masivas en la bolsa estadounidense. Un escenario que, en una semana, precipitó que miles de familias se empobrecieran y que las facilidades de crédito, hasta entonces laxas, se endurecieran y llevaran a la bancarrota a gran número de empresas que no podían hacer frente a sus necesidades de circulante. La caída más pronunciada en una sesión se produjo el martes 29 de octubre de 1929, con un descenso del 12,8%.
2.- Crisis de las puntocom (2000)
Con la llegada de la World Wide Web, muchos inversores vieron una gran oportunidad de inversión. Surgieron compañías, en algunos casos tradicionales, que con el auge de internet y el comercio electrónico, presentaban modelos de negocio que utilizaban como base la red mundial de Internet. El índice Nasdaq, por encima de los 4.800 puntos en pleno auge de la burbuja, empezó a sufrir la caída de algunos valores, contagiando el miedo entre los inversores, comenzando así el denominado efecto 2000 de las puntocom.
En tan solo dos años, el mercado perdió cerca de cinco billones de dólares. El Nasdaq tocó suelo en octubre, tras caer un 78% desde su máximo y situarse así en los 1.114 puntos. Tal como explica Gorka Apodaca, responsable de Asesoramiento en Cataluña y Baleares de Creand Wealth Management, “las empresas de capital riesgo sacaron a bolsa estas empresas surgidas del auge de Internet e incluyeron altas expectativas de ventas para su valoración que no se cumplieron, lo que provocó una salida en masa de inversores de este tipo de compañías y la quiebra de muchas de ellas”.
3.- Crisis Financiera (2008)
La economía global crecía a buen ritmo en el año 2008 y nada hacía presagiar caídas en bolsa cercanas al 54% que se prolongaron durante 17 meses. Esta crisis se extendió de forma global, aunque su origen está en el mercado hipotecario americano, por lo que también es conocida como la crisis de las hipotecas subprime. Antes de que estallara la crisis, los bancos ofrecían facilidades de crédito extremas para financiar la compra de hipotecas a personas sin recursos (subprime). Esto, unido a un proceso de desregularización financiera llevada a cabo en EE.UU. en los años anteriores, permitió comercializar estas hipotecas de baja calidad crediticia camuflada, y derivó en una crisis de liquidez que propició un pánico bursátil y una profunda recesión económica.
4.- Crisis Covid (2020)
La pandemia mundial ocasionada por la Covid-19 es otro ejemplo de Cisne Negro. Azotó a todo el mundo en 2020, provocando confinamientos y cierres a nivel global, y sus consecuencias, tanto en pérdidas humanas como económicas, fueron devastadoras. En solo dos meses, los mercados cayeron un 40%. Dos de las cinco mayores caídas en bolsa de la historia se sufrieron casi consecutivamente durante los primeros días de la crisis sanitaria, el 12 de marzo de 2020 (-9,9%) y cuatro días después, en esta ocasión, del 12,9%. Las consecuencias de esta crisis global han sido las más importantes desde la Segunda Guerra Mundial.
5.- Lunes negro (1987)
Hay que remontarse 36 años atrás para localizar el Cisne Negro que provocó una de las mayores caídas en los mercados a lo largo del último siglo. El 19 de octubre de 1987, el índice norteamericano Dow Jones se hundió un 22,6% en una sola sesión, volatilizándose casi una cuarta parte de la capitalización bursátil. Apodaca explica que “los motivos de una corrección tan fuerte se debieron a una sobrevaloración de los activos, un petróleo al alza y una elevada inflación, lo que provocó ventas masivas por parte de inversores particulares e institucionales”. Las caídas que siguieron los días posteriores no fueron tan abultadas. Se marcaron unas caídas máximas acumuladas del 28% a los tres meses. Incluso el índice Dow Jones acabó el ejercicio 1987 en positivo, con un alza del 2,26%.
6.- Guerra de Ucrania (2022)
A pesar de las tensiones políticas y el proceso de anexión de la región de Crimea llevado a cabo unos años antes, no se esperaba una invasión militar a gran escala por parte de Rusia. El impacto en bolsa del estallido de una guerra en pleno siglo XXI en el corazón de Europa no fue tan severo como su influencia a nivel geopolítico, aunque las caídas en los mercados llegaron a alcanzar el 18% en los siete meses posteriores al inicio de la guerra. Los descensos el mismo día de la invasión se situaron en el 3,7% en el Euro Stoxx. Sin embargo, la mayor incidencia directa la hemos visto en los altos costes de los combustibles y de la energía, por el carácter exportador de materias primas de Rusia.
7.- Atentados del 11 de septiembre en Nueva York (2001)
A lo largo del último siglo, también se han vivido Cisnes Negros cuyo origen estaba alejado del ámbito puramente económico, pero que ocasionaron un fuerte impacto en las bolsas. Es lo que ocurrió con los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, que provocaron que los mercados también se tiñeran de rojo, con caídas en esa jornada del 7,1%, y un acumulado máximo cercano al 17% en un mes. El efecto contagio hizo que los valores de los principales índices europeos también abriesen a la baja, entre los que destacó el desplome del 6,6% del Euro Stoxx. La otra cara de la moneda la protagonizó el índice S&P 500 VIX, que experimentó una subida del 26,6%, explicación más que suficiente de por qué se le conoce como el índice del miedo.
8.- Brexit (2016)
El inesperado resultado del referéndum promovido por el gobierno británico para votar la posible salida del país de la Unión Europea provocó un auténtico terremoto a nivel político, social y económico. El apoyo del 52% a la salida del país de la UE generó una reacción inicial en los mercados de valores y en el de divisas que hizo caer la bolsa de Londres más de un 7% en la sesión posterior, por lo que acumuló un desplome total del 14% en dos jornadas. También originó la mayor devaluación de la libra jamás registrada en un solo día. Los descensos fueron del 10% con respecto al dólar y del 7% frente al euro.
Conclusiones
Una de las conclusiones que se extrae del análisis es que los Cisnes Negros cuyo origen era financiero, como el Crack del 29, la crisis de las puntocom en el año 2000 o la crisis financiera de 2008, es que provocaron efectos mucho más devastadores para los mercados, frente a otros sucesos con una mayor repercusión a nivel político y humano, como los atentados del 11S o el estallido de la Guerra de Ucrania, cuyas caídas en bolsa no fueron tan abruptas.
Además, el efecto de este tipo de acontecimientos de origen financiero adquiere un carácter mucho más largoplacista. Se acumularon caídas en bolsa durante un periodo de tiempo mucho más elevado (33 meses en el caso del Crack del 29 o 31 meses en la crisis de las puntocom de 2000, frente a las dos sesiones de caídas tras el Brexit o los dos meses en la crisis COVID-19).
A pesar de tratarse de sucesos de gran impacto y que, como podemos comprobar, se repiten con cierta asiduidad en el tiempo, protegernos de los Cisnes Negros es complicado, dada su naturaleza imprevisible. La mejor forma de estar preparados, desde el punto de vista de las inversiones, pasa por apostar por la diversificación y el asesoramiento para evitar decisiones precipitadas en momentos complicados.