A pesar de la baja rentabilidad de las estrategias ESG en comparación con los mercados tradicionales el año pasado, los gestores de fondos de pensiones no cuestionan la importancia de la transformación sostenible. Esta es la conclusión principal del estudio «El futuro de ESG después del mercado bajista» de Xtrackers (DWS) y CREATE Research. Para el estudio, se evaluaron las respuestas de 148 gestores de planes de pensiones de Europa, Australia, Asia y Norteamérica con activos totales de 1,7 billones de euros.
En concreto, las inversiones ESG del 58% de los fondos de pensiones encuestados han obtenido peores resultados que el índice de referencia que replican. Sin embargo, los efectos del mercado como consecuencia de, por ejemplo, las subidas de los tipos de interés y el aumento de los precios de la energía se citan como las principales razones. Sólo uno de cada cuatro encuestados afirma que esta menor rentabilidad está relacionada directamente con factores ESG. Casi dos tercios de los gestores creen, por tanto, que la inversión ESG es una tendencia fundamental que no se ha visto interrumpida por la volatilidad del mercado. Por lo tanto, la mayoría quiere ampliar la cuota ESG en los próximos tres años. Esto se aplica a toda la cartera, así como a la parte de la cartera asignada pasivamente.
Los gestores citan varias razones para la creciente importancia de las estrategias ESG. Un ejemplo es la nueva normativa sobre la gestión fiduciaria de los activos de pensiones. Tras la crisis financiera mundial, los reguladores de regiones clave como la UE, Escandinavia y el Reino Unido han legislado que los planes de pensiones deben perseguir objetivos ESG como parte de su deber fiduciario.
La segunda razón es el creciente papel de la administración, es decir, la promoción de la agenda ESG a través, entre otras cosas, del ejercicio de los derechos de voto. Para el 60% de los encuestados, la gestión forma parte de la creación de valor a largo plazo. El modelo de stewardship, por su parte, busca minimizar los conflictos a través de una agenda compartida orientada al interés mutuo. Estos avances han sido posibles gracias a la Directiva 2022 de la UE sobre informes corporativos sostenibles y a la Directiva 2022 sobre informes climáticos y de inversión en el Reino Unido. En cada caso, el objetivo es invertir a través del compromiso en empresas con resultados positivos.
El tercer factor es la, cada vez mayor, búsqueda de buenas rentabilidades a largo plazo a medida que los mercados de capitales entran en una prolongada era de bajos rendimientos. Los gestores de PP se están volviendo más selectivos en cuanto a las empresas que poseen: aquellas a las que pueden presionar como accionistas para que promuevan la agenda ESG y evitar las empresas cuya actividad principal podría no sobrevivir en un mundo post-cambio climático. Por último, el cuarto motor del crecimiento es el nuevo impulso político de gobiernos y reguladores en regiones clave.
«La mayoría de los encuestados siguen creyendo que los factores ESG son fundamentales para la gestión del riesgo a largo plazo y la creación de valor. El acceso a estrategias ESG a través de productos pasivos es una parte cada vez más importante de este proceso», afirma Simon Klein, responsable global de ventas de Xtrackers, DWS.