Los activos de pensiones mundiales volvieron a crecer en 2023. En concreto, aumentaron un 11%, hasta alcanzar los 55,7 billones de dólares, según el último estudio global de activos del sistema de pensiones elaborado por el Thinking Ahead Institute (TAI) de WTW. Esta cifra contrasta con los 50,1 billones de dólares de finales de 2022, cuando el mismo estudio registró la mayor caída anual desde la crisis financiera mundial, tras una década de crecimiento ininterrumpido.
La reactivación del crecimiento durante 2023 es, en gran parte, resultado de un rendimiento más sólido de los mercados a lo largo del año, tras el impacto negativo visto en los mercados financieros durante 2022. El TAI estima que la rentabilidad (medida en dólares estadounidenses) de una cartera de referencia compuesta por un 60% de renta variable mundial y un 40% de renta fija mundial, se situó en el 16,6% en los doce meses transcurridos hasta diciembre de 2023.
Por otra parte, la asignación de activos entre los fondos de pensiones mundiales ha variado considerablemente a lo largo de los 20 años de historia del estudio. Desde 2003, las asignaciones a la renta variable se han reducido en nueve puntos porcentuales en dos décadas, al pasar del 51% al 42% en 2023. Mientras tanto, la asignación a renta fija entre los fondos de pensiones mundiales se mantiene estable en una media del 36%, la misma en 2023 que en 2003.
Asignación de activos
En comparación con lo que ocurría hace 20 años, la asignación de activos de los fondos de pensiones a otras clases de activos −desde el sector inmobiliario y las infraestructuras hasta el capital riesgo− ha aumentado considerablemente. Estas inversiones alternativas representan ahora el 20% en las carteras de los fondos de pensiones, frente a sólo el 12% en 2003, según refleja el estudio.
Al mismo tiempo, como reflejo de la concienciación sobre el riesgo de mercado y la incertidumbre sistémica entre los fondos de pensiones mundiales, las asignaciones medias a instrumentos de tesorería han aumentado ligeramente del 1% a un 3% estimado en las dos últimas décadas.
Mercados
Estados Unidos domina como el mayor mercado de pensiones, con un 63,9% de los activos, entre los 22 mayores mercados de pensiones (P22), seguido de Japón y el Reino Unido, con un 6,1% y un 5,8%, respetivamente. Juntos, estos tres grandes mercados representan más de tres cuartas partes de los activos de pensiones mundiales.
El 91% de los activos del P22 se concentra en los siete mayores mercados. El TAI ha llevado a cabo un análisis más detallado de este Top «P7», que actualmente concentra activos por valor de 50.842 billones de dólares en 2023. Dentro de este grupo, los planes de pensiones de aportación definida representan ahora una mayoría del 58%.
Los sistemas y las estructuras de los planes de pensiones siguen evolucionando. Mientras que los planes de prestación definida siguen dominando en los Países Bajos y Japón, con el 94% y el 95% de los activos totales de pensiones, respectivamente, en otros países se observa un cambio constante hacia la aportación definida. Hay que señalar que el sistema de pensiones de los Países Bajos está en proceso de reforma, pasando del tradicional sistema de prestación definida al de aportación definida.
En Australia, por su parte, los activos de aportación definida representan ya el 88% del total de activos de pensiones, mientras que en Canadá, donde antes había una clara mayoría de prestación definida, la aportación definida ha aumentado hasta un considerable 44%. En el Reino Unido, la aportación definida ya supera la cuarta parte de los activos de pensiones, con lo que los activos de prestación definida británicos se sitúan en el 74% y disminuyen progresivamente respecto al total.
España se sitúa en los 41 billones de dólares en activos de pensiones, 7 billones más con respecto al año anterior y un 0,7% menos que una década atrás. Con respecto al peso que representa en los mercados de pensiones, el país se mantiene en el 0,1%, igual que en 2013.
Nuevos retos
En palabras de Jessica Gao, directora del Thinking Ahead Institute, los activos de las pensiones «vuelven a crecer, al igual que crece constantemente la importancia del propio sector de las pensiones en un mundo que se enfrenta a nuevos retos y oportunidades para afrontar el futuro con prosperidad. El crecimiento vuelve a estar a la orden del día».
La experta añade que este crecimiento global «aún no ha alcanzado un ritmo rápido, y los activos de las pensiones siguen estando por detrás de su posición anterior a 2022, pero es mucho mejor que lo registrado un año antes. La inflación se ha moderado y, en consecuencia, los mercados financieros se han mantenido respaldados por unos tipos de interés que también parecen haber tocado techo, al menos por ahora, en la mayoría de los países”.
Desde la firma también apuntan que “junto a este alentador repunte, hay lecciones y advertencias esenciales que debemos considerar. El riesgo sistémico sigue aumentando y las expectativas de los fondos de pensiones tienen que adaptarse rápidamente a un mundo cambiante. Estamos viendo como muchos inversores están redefiniendo su modelo operativo, integrando la inteligencia artificial para crear y ofrecer soluciones innovadoras e informes más precisos, así como fomentar la agilidad organizativa.
Asimismo, explica que la industria de las pensiones «se enfrenta a una creciente presión por parte de los reguladores», ya que «la influencia de los gobiernos en los planes de pensiones es muy alta, debido a que éstos buscan nuevas formas de inversión necesarias para superar problemas sistémicos que requieren mucho capital, como la transición energética o la mitigación del cambio climático”.