Todos hemos visto sorprendidos cómo se formaban colas en las puertas del Banco de España para comprar Letras del Tesoro. La avalancha no ha sido solo física, el Banco de España tuvo que suspender la actividad de compra online durante una hora debido a la alta demanda. Ante estas imágenes, muchos pequeños ahorradores pueden preguntarse si ellos también deberían estar pasando frío en la cola y si se están perdiendo algo.
Empecemos por su definición. Las letras del Tesoro pertenecen a la categoría de renta fija y son títulos de deuda pública a corto plazo emitidos al descuento. Son emitidos por el Tesoro del Estado y constituyen una de sus principales fuentes de financiación a corto plazo. Es decir, el inversor le presta dinero al estado y este se compromete a devolverlo en un plazo acordado y con un interés.
Hasta ahora, las letras del tesoro, por su baja rentabilidad habían quedado casi olvidadas, pero debido a que han subido los tipos de interés vuelven a ser atractivas para un gran número de inversores y ahorradores que quieren obtener rentabilidad con un producto más seguro y menos arriesgado. Al ser uno de los activos menos arriesgados del mercado, por lo que también tienen rentabilidades más bajas. Actualmente, el Tesoro emite Letras del Tesoro a 3, 6, 9 y 12 meses. No debemos confundirlas con los bonos del estado, que se diferencian principalmente en la duración, que suele ser entre 3 y 5 años.
Ventajas de invertir en Letras del Tesoro
Estas semanas, las Letras del Tesoro se han posicionado como el instrumento financiero estrella para aquellos inversores tradicionalmente más conservadores que buscan tener controlado el riesgo de su patrimonio.
Una de sus mayores ventajas, según explican en Banco BIG, está relacionada con su vencimiento que es hasta un año. Eso da a los inversores un retorno relativamente rápido de la devolución de su dinero más los intereses generados, que, además, son emitidas con descuento. Además, los intereses que están ofreciendo las Letras del Tesoro se sitúan por encima del 2% de rentabilidad, la más alta desde el año 2012.
Por otro lado, el importe mínimo para acceder a las Letras del Tesoro es accesible para todos los bolsillos, ya que se sitúa en los 1.000 para obtener una Letra. Para importes superiores serán múltiplos de dicha cantidad. Cabe destacar que por cada 1.000 euros invertidos, se exige un depósito de 10 euros en el Banco de España (BdE).
Además de comprarlas de forma presencial, también podemos obtener Letras del Tesoro a través de la web (si contamos con certificado digital) o a través de entidades financieras que las comercialicen, aunque si elegimos esta última vía debemos ser conscientes de que se nos cobrará una comisión por el servicio. El Banco de España cobra una comisión del 1,5 por mil, con un mínimo de 0,9 euros y un máximo de 200 euros, sobre el importe que se debe transferir. Es decir cobra un 1,5% por cada 1.000 euros invertidos.
Por último, el banco destaca su alta calidad crediticia. Las letras del Tesoro se sitúan entre los productos con menos riesgo, debido a que la capacidad del Estado para la devolución y pago de los intereses es muy alta.
Las Letras se emiten mediante subasta. En la última, el Tesoro ha colocado 4.000 millones de letras a un año con un tipo de interés medio del 2,8%. Como se preveía, la demanda de los inversores particulares ha sido elevada, acercándose a los 1.200 millones de euros, un número muy superior al de subastas anteriores. A pesar de que el tipo al que se han vendido estas últimas letras (2,8%) es inferior a la de la anterior subasta (2,9%), la rentabilidad sigue siendo superior a la que, en general, dan los depósitos, por lo que el pequeño ahorrador ha visto una buena oportunidad de rentabilizar sus ahorros.
¿Qué significa que se emitan al descuento? Son valores emitidos al descuento o a premio, por lo que su precio de adquisición puede ser inferior o superior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La rentabilidad obtenida por las Letras al final del periodo es la diferencia entre lo que se paga por ellas y lo que nos devuelven a fecha de vencimiento. Por ejemplo, si el Tesoro ha emitido letras a 12 meses con una rentabilidad del 2,8%, el precio de adquisición de cada letra ha sido de 972 euros (2,8% de 1.000 euros).
Tributación. Las Letras son activos financieros emitidos al descuento o de rendimiento implícito por lo que la diferencia entre el importe obtenido en la venta o amortización de la letra y el pagado en su compra tiene la consideración de rendimiento de capital mobiliario sujeto, en consecuencia, al IRPF. El rendimiento generado entre el importe de compra y el de venta o amortización de las Letras del Tesoro, cualquiera que sea su plazo, se gravará al tipo del 19% hasta los 6.000 euros, el tramo de la base liquidable entre 6.000 euros y los 50.000 euros tributa al 21% y el tramo que excede de 50.000 euros tributa al 23%.