Lejos de aflojar, la inflación continúa repuntando y poniendo en jaque a la economía global. Hacer frente a esta escalada de los precios supone un reto mayúsculo para los gobiernos de todo el mundo, pero, sobre todo, para las familias, que tienen cada vez más dificultades para llegar a fin de mes. Para conocer cómo percibe la ciudadanía esta situación y cómo se plantean afrontarla, Ipsos ha realizado una encuesta en 28 países.
Según este informe, de media, un tercio de la ciudadanía en estos países (29%), tiene dificultades económicas, mientras que un 30% dice que vive con “lo justo”. En el caso de España, donde la inflación ha llegado a superar el 10%, cifra que no se veía en el país desde hace 37 años, el 23% de la población asegura tener problemas para gestionar sus finanzas, mientras que un 34% dice que tiene “lo justo”. Sólo un 9% afirma que vive cómodamente y 3 de cada 10 (32%) consideran que no les va mal.
En este contexto, la población se muestra cada vez más preocupada por la progresiva pérdida de poder adquisitivo que sufre desde el inicio de esta crisis. Así, el 77% de la ciudadanía global, de media, está preocupada por el aumento de los precios de los bienes y servicios; el 54% teme no poder seguir comprando los mismos productos y el 52% está preocupada por no poder pagar las facturas. Por su parte, en España, a la gran mayoría de las personas, un 80%, les preocupa el aumento de los precios, mientras que un 53% teme no poder pagar las facturas y un 50% no poder seguir comprando los mismos productos.
Las expectativas para los próximos meses no son buenas
En vista de que la situación económica no mejora con el paso del tiempo, las expectativas de la población son también negativas. De hecho, en todos los países analizados, la mayoría de las personas piensan que la inflación continuará creciendo durante el próximo año, siendo Francia y Polonia los países más pesimistas (ambos con un 86%). En España, el 74% de la población comparte esta sensación.
En este sentido, la ciudadanía global espera subidas de los precios en categorías como la alimentación (76%), el gas o la electricidad (73%), otros gastos relativos al hogar (72%), el combustible (71%) o el ocio (58%) y teme que este aumento del gasto impacte negativamente en su calidad de vida, especialmente en el caso de la alimentación (60%), el gas y la electricidad (51%), y el combustible (42%). Entre la ciudadanía española, las expectativas de aumento de los costes van muy en línea con los datos globales: alimentación (77%), gas y electricidad (74%), otros gastos del hogar (73%) y combustible (73%); lo que más destaca es la diferencia respecto a la subida de los precios del ocio (69%), una diferencia de 11 puntos respecto a la media global.
Pero, además de los precios, la gente espera también que en el próximo año se produzca un aumento de los tipos de interés (63%), de los impuestos (57%) y del desempleo (57%). En el caso de España, el 73% cree que tendrá que pagar más por los tipos de interés, el 64% que se incrementarán los impuestos, siendo el segundo país europeo en el que más personas esperan esta subida, solo por debajo de Francia (72%). En lo que respecta al desempleo, más de la mitad de la población española (54%) cree que a lo largo del próximo año habrá más personas en paro.
Ante estas perspectivas, la mitad de la población española (48%) afirma que en 2023 su estilo de vida se mantendrá igual, siendo el país más optimista junto con Países Bajos, pero vemos como el volumen de personas que en abril decían que su estilo de vida caería bastante o un poco, ha aumentado 12 puntos, pasando del 19% al 31%, de tal manera que desciende el porcentaje de los que afirmaban que en 2023 su nivel de vida aumentaría, siendo en abril un 29% los que así lo declaraban y ahora un 18%.
Es evidente que la población va a tener que empezar a hacer ajustes en su ritmo de vida, cambiando hábitos y rutinas para reducir gastos. En este sentido, tal y como vimos en abril, la gente en España gastará menos en ocio, aplazará determinadas decisiones de compra y destinará menos dinero en vacaciones, pero también se observa como muchos tomarán medidas que impactan más en su día a día, como es gastar menos luz, gas y agua (30%), un 17% afirma que tirará de sus ahorros para hacer frente a la subida de precios, un 15% dice que gastará menos en comida y un 20% declara que la solución pasa por ahorrar menos.
Los excesivos beneficios de las empresas, una de las principales causas de la inflación señalada por la población española
La ciudadanía global señala distintos motivos para explicar el origen de esta crisis inflacionaria. Así, el 72% de la población mundial, de media, cree que la escalada de los precios se debe en la misma medida a la situación económica global y a las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania. En un porcentaje similar (70%), las políticas de los gobiernos de cada país también son mencionadas, así como la pandemia.
En España, los motivos señalados son muy similares a los globales, aunque en mayor proporción respecto a la situación económica global (82%) y a la invasión rusa en Ucrania (81%); en tercer lugar la población española no señala tanto a las políticas de su gobierno (68%) como a los excesivos beneficios de las empresas (71%), que junto con Francia y Gran Bretaña son los países europeos que más destacan este punto como causa del incremento de los precios. La ciudadanía también señala a la pandemia (69%) como otro factor destacable de la situación inflacionista actual.