Estos últimos meses hemos recuperado muchos términos que se popularizaron en anteriores crisis, lo que inevitablemente crea nerviosismo entre los ahorradores e inversores. Recesión, inflación, prima de riesgo… ¿a qué factores debemos prestar atención?
Lo que más preocupa es que nos encontramos en un punto de inflexión de la economía a nivel global tras 13 años de expansión monetaria y crecimiento económico, tras la Gran Crisis Financiera, apunta Munesh Melwani, socio-director general de Cross capital y asociado de Aseafi,
En este escenario, para el experto, los inversores deberán vigilar la evolución de la inflación, en máximos de los últimos 30-40 años, rozando el doble dígito en muchos casos. Así como la normalización de la política monetaria, traducida en subida de tipos oficiales y en reducción de los balances de los bancos centrales, la ampliación de los diferenciales de crédito y las tasas de impago corporativo, y, en términos generales, cómo van a afectar estas medidas al crecimiento económico, pudiendo originar estanflación o incluso una recesión. Sin olvidar los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Inflación
Después de unos años sin convivir con la inflación, esta ha vuelto con fuerza. Lo que parecía un fenómeno pasajero se ha enquistado en la economía y ahora la pregunta es cuándo se estabilizará. Sin duda es un factor que los inversores deben vigilar de cerca ya que afecta de manera transversal a toda la economía.
“La inflación es la clave, la fuerte caída sufrida en los mercados a raíz de la última publicación del IPC en EE. UU. se debió, principalmente, a que el mercado había asumido un entorno donde el pico de inflación ya había pasado, y este dato de IPC mostró que el pico quizás aún no se ha dado», explica Jordi Martret, director del área de inversiones de Norz Patrimonia y asociado de Aseafi.
Asimismo, el experto invita a seguir de cerca los tipos de interés, ya que considera que son un indicador de lo que piensa el mercado. «La referencia principal es el tipo a 10 años en EE. UU., y que deje de subir indica que anticipa recesión y que la Fed no podrá subir tipos por encima de cierto nivel».
Prima de riesgo
La prima de riesgo, que es la diferencia entre el interés que se pide a la deuda que emite un país, respecto a la de otro país cuyos activos son menos arriesgados, es otro indicador que los inversores no deben pasar por alto. Para calcular la prima de riesgo en Europa se toma como referencia el bono alemán, al ser la mayor economía de la eurozona y la que da más confianza y tranquilidad al inversor.
Este concepto ha vuelto a los telediarios y, según Martret, eso no es bueno. “Siempre hemos creído que sería muy difícil para el BCE subir tipos sin provocar una crisis de deuda periférica, el BCE ya ha anunciado su mecanismo para mantener a raya la deuda de los países “periféricos”, ya se imaginan que significa eso, pues un rescate más o menos explícito y hombres de negro a la vuelta de la esquina en España, Italia, Grecia y Portugal”, apunta.
Recesión
La recesión es otro de los términos que más se están repitiendo en los titulares y las posturas entre los expertos no son homogéneas. Para Martret, en Europa la recesión “casi es un hecho”. “Por desgracia, la guerra parece estancada y por la vertiente económica Europa es la gran perdedora, la posibilidad de que haya restricciones energéticas es elevada. Aunque el conflicto finalizara mañana veo extremadamente improbable que se restablezca un canal inmediato con Rusia y de normalización de suministros, aunque “poderoso caballero es Don Dinero…”, reflexiona.
Sin embargo, insiste en que es importante recordar el no confundir recesión con depresión, términos que se confunden en muchas ocasiones.
“Una recesión técnicamente son dos trimestres consecutivos de caída del PIB, teniendo en cuenta que en EE. UU. el primer trimestre fue negativo, existe la posibilidad real de que acabemos este mes de junio con recesión. Pero creemos que EE. UU. aguantará mucho mejor que Europa, tienen un mercado laboral muy fuerte y una tasa de ahorro acumulado en niveles récord lo que ayudará a compensar la actual situación económica, aunque si es cierto que el sector con menos ingresos de la sociedad va a llevar la peor parte”, anuncia.
Melwani también señala que todo indica que sí se puede producir, si bien no necesariamente ha de ser una recesión profunda ni prolongada. “Todo depende de cuándo se logre atajar la inflación y en qué niveles se llega a estabilizar. Hay que tener en cuenta que hay factores que pueden contribuir a su reducción, como puede ser que se estén revisando rentas inmobiliarias, así como los salarios, por lo que sus efectos aún no están recogidos y llevan cierto decalaje”, expresa.
¿Qué pueden hacer los inversores?
El escenario es complejo, la incertidumbre sigue aumentando y la dificultad de sortear los baches crece. Para enfrentarnos a este contexto económico, los expertos recomiendan definir nuestro perfil de inversor y objetivos, reestructurar carteras, mirar al largo plazo y buscar asesoramiento financiero.
Definir su perfil de inversor y objetivos. La recomendación más repetida es que los inversores tengan carteras ajustadas a su perfil inversor con una adecuada diversificación. “En mercados alcistas, muchos inversores se autodenominan clientes “agresivos” cuando realmente no lo son, y en épocas turbulentas se dan cuenta que no pueden soportar la volatilidad del mercado. Recuerde que para asumir riesgos han de darse dos circunstancias a la vez, capacidad y voluntad de asumir riesgos, si solo se da una, el inversor no es apto para posicionamientos agresivos”, insiste.
Una vez comprobemos que estamos en el tipo de cartera adecuado para nuestro perfil, aconseja recordar por qué se constituyó la cartera y con qué objetivos. Según explica, si la cartera está bien construida, equilibrada y diversificada, esta no necesitará más que ajustes a medida que vaya cambiando el entorno.
Reestructurar carteras. “Las crisis deben aprovecharse para construir carteras, tal como vimos en el 2009, 2018 y 2020, momentos de pánico extremo que con el tiempo se ha visto que fueron inmejorables puntos de entrada. Posiblemente vayan a ver o ya hayan visto precios de algunas acciones que no volverán a ver”, apunta Martret.
Melwani también invita a restructurar la cartera para adaptarla a los tiempos: “Acotar riesgos, con coberturas o reduciendo exposición, sabiendo que podrían producirse mayores caídas en los mercados en el corto plazo, y dejarse asesorar para rotar la cartera hacia compañías de fuertes ventajas competitivas y con capacidad de fijación de precios, cuya acción cotiza con un fuerte descuento sobre su valor intrínseco».
En el caso de los bonos también ve oportunidades en segmentos corporativos, aunque advierte de que podría seguir la corrección. Asimismo, invita a contemplar la gestión alternativa que busca descorrelación, dado que considera que las típicas distribuciones 60/40 dejan de funcionar en este contexto.
Mirar al largo plazo. Melwani también recomienda tener las luces largas. “El inversor ha de pensar en el largo plazo, en la capitalización compuesta y en que hay años, como puede ser éste, en el que los activos refugio no funcionan del todo bien y el ejercicio termina en negativo para toda clase de activos, no pudiendo aplicar por tanto las técnicas clásicas de diversificación de carteras. Se podría proteger invirtiendo en activos reales, tales como renta variable, activos inmobiliarios y materias primas, siempre de forma muy selectiva”, aconseja.
Buscar asesoramiento. El experto de Cross Capital recomienda “asesorarse bien”, esto es, «siempre apoyándose en una EAF (Empresa de Asesoramiento Financiero) o equivalente, entidad regulada y supervisada por la CNMV, con pleno alineamiento de intereses y sin sesgo comercial alguno (bancos…). Además, el asesor ha de estar acreditado debidamente y su trayectoria ha de ser contrastable, de forma que haya vivido profesionalmente etapas inflacionarias y de crisis, habiéndolas sorteado con éxito».
“Tras varios años alcistas de los mercados, guiados por el momentum, la liquidez a coste cero y el sentimiento inversor positivo, toca ahora seleccionar buenos asesores/gestores que marquen la diferencia y aporten alfa, basándose en el análisis fundamental y en las valoraciones” apunta.