Los términos “dispersión” y “correlación” se utilizan al estudiar cómo se mueve el rendimiento de un activo financiero respecto a otro. Ambos términos pueden ayudar a entender cómo los gestores de fondos intentan obtener una rentabilidad superior y entender los beneficios de construir una cartera diversificada.
¿Qué es la dispersión?
De forma sencilla, la “dispersión” es la diferencia entre el mejor y el peor rendimiento en un grupo o índice de valores. Esta medida es particularmente relevante cuando está buscando gestores de fondos que generan rendimientos mediante la selección de acciones (y no tomando decisiones basadas exclusivamente en factores macroeconómicos). Para ellos, cuanto más grande es la dispersión, más alto es el potencial de generar rendimientos significativos por encima del retorno promedio del índice.
La dispersión normalmente se mide como una desviación estándar; en otras palabras, cuánto difiere el rendimiento de cada acción individual del retorno promedio de los valores en el índice durante un periodo de tiempo determinado. Cuanto más grande es la diferencia promedio de cada acción, más alta es la medida de dispersión.
¿Qué es la correlación?
La “correlación” mide cuánto dos variables, como por ejemplo dos acciones, coinciden en la dirección de su rendimiento durante un período de tiempo determinado. La correlación no mide su nivel de rendimiento, solo la relación entre ellos. Si dos acciones tienen una correlación de +1, su rendimiento siempre se ha movido en la misma dirección. Si tienen una correlación de -1, su rendimiento siempre se ha movido en direcciones opuestas. Una cifra cercana al cero sugiere una débil o inexistente relación entre el rendimiento de dos acciones.
Diferencias notables…
Algunas veces, los inversores cometen el error de considerar la dispersión y la correlación como una misma cosa. El siguiente gráfico ilustra las diferencias. Usa el ejemplo de una acción y su índice que coinciden estrechamente en la dirección; sin embargo, difiere el tamaño de las ganancias de los valores y sus índices. Eso muestra que dos variables pueden estar estrechamente correlacionadas, aunque sus ganancias estén ampliamente dispersas.
¿Por qué la “dispersión” es importante para los inversores?
Cuando intentan invertir en una categoría de activos o región, los inversores tienen la opción de invertir en fondos activos o pasivos. De una forma sencilla, un fondo pasivo intentará repetir el rendimiento del índice de acciones mientras que un fondo activo intentará tener un rendimiento superior al promedio del índice. Los administradores de fondos “activos” hacen eso aumentando o disminuyendo sus asignaciones de acciones en el índice, en función de lo que creen que tendrá mayores perspectivas de rendimientos superiores.
Muchos de estos administradores de fondos activos utilizan un enfoque de “selección de valores”. Eso significa que construyen su cartera en función de un análisis individual de valores. También pueden tener en cuenta asignaciones económicas y de activos, conocidas como factores “descendentes”, pero no son prioritarios para los gestores descendentes.
La dispersión de las ganancias de las acciones en el índice es importante para los gestores de fondos activos. Si la dispersión de ganancias es baja, incluso mediante la identificación correcta de las mejores, el administrador solo puede generar niveles limitados de rendimiento superior frente al promedio del índice. En cambio, durante los períodos en que la dispersión de ganancias es alta, los administradores de fondos activos tienen más posibilidades de generar rentabilidad adicional mediante la identificación de las mejores. Por supuesto, también hay una gran posibilidad de obtener rendimientos inferiores si invierten más en acciones con resultados decepcionantes.
Por lo tanto, la dispersión de las acciones es importante cuando se evalúa la capacidad de obtener rendimientos superiores en un índice determinado durante un periodo de tiempo concreto. Dejando de lado el debate sobre los beneficios de los fondos pasivos y activos, algunos gestores de fondos, con habilidad demostrada para seleccionar valores, consideran que vale la pena cuando los mercados bursátiles muestran altos niveles de dispersión.
¿Por qué la “correlación” es importante para los inversores?
La correlación es importante porque ayuda a los administradores de fondos e inversores a diversificar. En este contexto, diversificación significa elegir un equilibrio entre inversiones que obtenga un rendimiento diferente con el tiempo. Cuando los gestores de fondos colocan ciertas acciones, necesitan entender cuál será el comportamiento más probable de dichas acciones ante ciertas circunstancias de los mercados en los que están operando. Por ejemplo, ¿se comportarán del mismo modo dos saldos financieros si se anuncia un aumento de los tipos de interés, o es probable que su rendimiento sea diferente? Al comprender la correlación entre acciones, los gestores de fondos intentan garantizar que se expongan a determinados cambios económicos o políticos para atenuar sus riesgos.
Del mismo modo, los inversores pueden usar la correlación como una manera de explorar la relación entre diferentes clases de activos. Eso puede ser útil si está buscando construir una cartera diversificada. Al invertir en tipos de activos con diferentes fuerzas, por ejemplo, acciones, bonos, bienes inmuebles comerciales e inversiones alternativas, es posible que pueda aumentar la exposición a los retornos que tienen una correlación baja (una correlación próxima a cero) o que siempre se mueven en direcciones opuestas (una correlación de -1). Eso significa que, si un tipo de activo tiene un mal comportamiento, los inversores con una cartera diversificada podrán tener la capacidad de recuperar la totalidad de los retornos, porque el rendimiento del otro tipo de activo no se verá afectado o se moverá en dirección opuesta. Por ejemplo, en el siguiente gráfico se muestra el rendimiento de cuatro tipos de activos durante los últimos cinco años. Se puede observar los altibajos de los cuatro tipos de activos siguiendo la trayectoria de cada color.
Además de tener en cuenta la diversificación cuando se toman decisiones sobre tipos de activos, los inversores también intentan asignar determinados fondos en función de la correlación de sus retornos. Por ejemplo, si quiere mantener dos fondos de renta variable invirtiendo en Europa, puede elegir dos gestores que a lo largo de la historia hayan dado retornos de correlación baja. Uno puede ser un administrador defensivo que gestione una cartera de grandes empresas, y el otro puede gestionar una cartera centrada en pequeñas acciones de alto riesgo. Construir una cartera de fondos que se adapte a su tolerancia al riesgo es complejo y por eso se necesita asesoramiento financiero.
¿Qué usar y cuándo usarlo?
Tanto la “dispersión” como la “correlación” son medidas útiles para evaluar y colocar acciones, fondos y tipos de activos. Son valiosas para tener una idea completa de cómo se comporta una variable respecto a la otra, analizar los posibles efectos de combinar ambas y también ver las posibilidades de obtener un rendimiento superior al seleccionar valores en determinadas condiciones.