Según un informe de la fundación PwC, España se encuentra a la cola en cuanto a educación financiera con una puntuación de 30 sobre 100, lejos de los países punteros en la materia como Reino Unido o los Países Bajos.
“Esto es un dato muy malo ya que indica que la mala educación financiera en nuestro país es algo generalizado”, analiza Dositeo Amoedo, presidente de AEPF (Asociación de Educadores y Planificadores Financieros), en una entrevista con Futuro a Fondo.
Ni los datos ni la experiencia personal son positivos. El Observatorio del Ahorro Familiar ha manifestado en su última investigación, que data del año 2021, que el 44% de los hogares españoles no tienen conocimientos financieros. “A parte, en nuestra experiencia personal notamos también esta falta de conocimientos en muchos y diferentes estratos sociales”, añade Amoedo.
En cuanto a las principales carencias, el experto destaca que no somos un país muy ahorrador, ya que una familia de clase media ahorra entre un 7 y un 12% de lo que gana al año, cuando deberíamos de situarnos entre un 16 y un 20%. Tampoco invertimos nuestros ahorros en productos financieros que nos den rendimiento, especialmente estos últimos años con la nula capacidad de generación de dinero que tenían muchos de ellos.
Las iniciativas no son suficientes
Todos estos datos demuestran la importancia de fomentar la educación financiera, una labor que muchas entidades del sector financiero persiguen. Sin embargo, Amoedo considera que son insuficientes. “Ni desde el Gobierno, ni desde otros organismos importantes en este aspecto como el Banco de España se está haciendo hincapié en este problema ni en cómo abordarlo de la manera correcta. No se está haciendo lo suficiente o no se está haciendo de la manera correcta”, lamenta.
Además, el experto hace hincapié en la educación financiera de los niños y adolescentes. Sobre todo, en un contexto en el que a pesar de que tengan más acceso a la información que nunca, no tienen la capacidad de filtrarla.
“Lleva muchas veces a la desinformación o a la malformación. Hay mucha gente en internet que da consejos y propone planes y estrategias, que no tiene idea de cómo asesorar a una persona financieramente. Desgraciadamente, es algo que tampoco se está fomentando para introducir en los centros de enseñanza, que es en esta época de juventud cuando más se puede aprender y retener conocimientos”, añade.
Profesionalizar la educación financiera
Precisamente para solucionar esta falta de iniciativas de educación financiera que realmente satisfagan las necesidades de la población y hacerlo de una manera profesional y responsable nació la AEPF.
“Nos dimos cuenta de que en España había instituciones que hacían alfabetización financiera que se dedican a informar y formar a los ciudadanos, pero pensamos en ir más allá y hacer una educación financiera con asesoría objetiva de acuerdo a los criterios de la OCDE. Algo necesario si queríamos mejorar los resultados, y somos la única en nuestro país que lo hace. Nos basamos en las normas técnicas de calidad UNI 11402 e ISO 22.222 para enseñar nuestros conocimientos y asesorar a los ciudadanos y empresas”, explica el presidente de la entidad.
Su objetivo de agrupar y dar visibilidad a los educadores y profesionales que se dedican a este sector, fomentar y facilitar la formación de los que se quieran dedicar a él y ofrecer una educación financiera de calidad a la ciudadanía. Un ejemplo, es el Foro que han organizado esta semana en Santiago de Compostela.
Otro es la creación de la figura de educador financiero, una acreditación que ya tienen más de 250 personas repartidas por todo el país, con las que se puede contactar a través de su web. “El papel de un educador financiero es asesorar y acompañar a las personas que lo requieran sobre sus finanzas personales, su patrimonio, cómo gestionar mejor su empresa, hábitos saludables con el dinero, etc.”, aclara Amoedo.
La mayoría de los profesionales que se dedican a este sector, vienen de campos como la banca o los seguros. “Son sectores que dan una base sobre la que trabajar para aprender más y poder asesorar a las personas sobre su educación financiera. También hay muchos otros que vienen de empresas, o que simplemente les apasiona este mundo”, relata.
¿A quién va dirigido el foro?
El VII Foro Internacional De Educación Financiera De Calidad, que también se puede seguir online, está dirigido a varios grupos de población; tanto ciudadanos de a pie, como educadores financieros que quieran formarse, autónomos y empresas que quieran mejorar sus resultados, etc. “Son conocimientos muy útiles para cualquier persona, incluso para su día a día”, valora Amoedo.
El experto señala que, según la persona que acuda a él y al taller o charla en la que se involucre; el foro cumple varios objetivos.
A los ciudadanos les puede servir principalmente obtener hábitos de cómo poder ahorrar y gestionar su dinero y su patrimonio más eficientemente. “Dentro de la gestión entran muchos otros factores como, por ejemplo, planificar objetivos vitales, establecer un orden de prioridades e incluso investigar sobre opciones de inversión que nos puedan ayudar a conseguir esos sueños que todos tenemos”, explica.
Por otro lado, el objetivo de los educadores que acuden al foro es, según aclara Amoedo, seguir formándose para poder hacer mejor su trabajo con sus clientes. En el evento, se presentarán varias herramientas, métodos y técnicas que ayudarán a mejorar la formación de los asistentes en esta materia.
Para autónomos y empresas es “una oportunidad muy interesante, especialmente para aquellos empresarios que quieran mejorar la educación económica de sus empleados y así mejorar su calidad de vida y aumentar su productividad. También para autónomos estaremos presentando una herramienta novedosa que les va a revolucionar la vida y la forma en la que trabajan. Les ayudará a tener todas las cuentas, objetivos y resultados más ordenados y visibles, además de ayudar a preparar un plan de negocio”, adelanta.