En España, la educación financiera es una asignatura muy pendiente. La OCDE ya lleva varios años alertando de esta carencia, principalmente en nuestro país, donde numerosos estudios reflejan un nivel de cultura financiera muy bajo entre la población.
Sin embargo, a raíz de la última Ley de Educación y sus decisiones con respecto a las materias relacionadas con la economía y el emprendimiento, la Fundación María Jesús Soto, volcada en promover la educación financiera, ha emitido un comunicado informando sobre su disconformidad ante la nueva Ley de Educación (LOMLOE) que se está planteando.
Según explica, con esta nueva ley, son muchas las dudas que quedan acerca de si las enseñanzas regladas de economía podrán quedar relegadas a menos de lo que ya se imparten en la actualidad, o incluso, llegar a extinguirse, tal y como les ha transmitido una parte del profesorado.
El objetivo de su comunicado es “llamar vuestra atención ante la oportunidad que se abre con la nueva Ley de Educación que se está tramitando en estos momentos (LOMLOE), que da pie a debatir cambios que la sociedad demanda y que, desde nuestra fundación, hemos recogido y defendido, y seguiremos defendiendo con independencia de lo que finalmente termine decidiéndose en el Parlamento. Hablamos de la urgente necesidad de que nuestros niños y jóvenes aprendan educación económica, financiera y para el emprendimiento, por entender que estas enseñanzas son básicas para el futuro del alumnado, y más en estos momentos”.
En este sentido, desde la fundación defienden que las asignaturas que con la ley actual son optativas en determinados itinerarios de secundaria y bachillerato terminen afianzándose como asignaturas obligatorias para los alumnos, al menos en 3º y 4º de secundaria, decisión que ahora parece quedar en manos de las autoridades educativas de las diferentes CC.AA.
Con la LOMCE fue posible que, aunque no para todos los alumnos, sí se contemplasen las asignaturas de Economía e Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial en determinados itinerarios de 4º curso de secundaria, y las de Economía y Economía de la Empresa, en uno de los cuatro itinerarios de la etapa de bachillerato, el de Ciencias Sociales.
Desde la fundación piden que se apoye al menos el seguir manteniendo lo ya conseguido, e instan a llegar más lejos, planteando la consolidación de dos asignaturas como obligatorias para todos los alumnos en 3º y 4º de secundaria: una materia en tercer curso para cimentar conocimientos básicos; y otra en cuarto curso, para trabajar contenidos similares a los que ahora se recogen en las asignaturas Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial y Formación y Orientación Laboral.
“Así, todos los alumnos sin excepción, y no solo aquellos que elijan determinados itinerarios, tendrán la oportunidad de comprender muchos conceptos que les prepararán para su vida diaria como, por ejemplo: la búsqueda de empleo y el mercado laboral, la elaboración y gestión del presupuesto doméstico, el emprendimiento responsable, los derechos laborales, seguridad social, intervención del Estado en la economía, diversos conceptos macroeconómicos, ética empresarial, economía circular, sostenibilidad, etc”, explican desde la fundación.
“Creemos firmemente que la economía es una asignatura tan importante como otras que se han venido impartiendo tradicionalmente y que sí son obligatorias, en cambio, a nadie parece importarle que gran parte del alumnado pueda llegar a la universidad, o incluso salir de ella, teniendo unos conocimientos financieros nulos”, añade.
Con las amenazas y retos que presenta el futuro, desde la fundación consideran que el cambio de ley podría ser decisivo para blindar la economía de forma obligatoria en las aulas en educación secundaria junto con asignaturas como Biología o Física y Química, sin que nadie cuestione su importancia ni asocie esos conocimientos a ninguna ideología en particular.
“Si las cuestiones económicas condicionan la vida de todos los ciudadanos y la formación inicial del futuro tejido empresarial español está en juego, ¿cómo es que no se considera una necesidad imperiosa que nuestros jóvenes adquieran un mínimo de conocimientos en estas materias para así facilitar muchos aspectos de su vida?”, se preguntan.
Para finalizar, la fundación hace un llamamiento para seguir alentando juntos este debate para evitar que estas asignaturas pudieran llegar a desaparecer, precisamente en el momento en el que los jóvenes más las necesitan. “Quizá entre todos seamos capaces de transformar esta amenaza en una oportunidad: la de conseguir que ningún alumno acceda al mercado laboral y se independice sin unos mínimos conocimientos en estas materias”, concluye.