El pasado 10 de marzo, organizamos desde ASEAFI nuestro VI Evento Online: «El valor de las Pequeñas y Medianas Compañías»; que supuso un gran éxito de asistentes y participantes, al enfocarse en las empresas llamadas a convertirse en las corporaciones líderes del futuro, un tema tan desconocido como atractivo para los inversores.
¿Dónde encontramos estas empresas en España?
Volviendo al presente, como decimos, el ecosistema nacional de pymes cotizadas sigue siendo un gran desconocido para el inversor particular, aun siendo claramente la categoría más numerosa en nuestros mercados financieros. De este modo, de los 200 valores cotizados en los mercados de Bolsas y Mercados Españoles (BME) -excluidos los vehículos inmobiliarios socimi- solamente 20 superan la cifra psicológica de 5.000 millones de euros de capitalización bursátil, y fuera del Ibex 35 ninguna empresa supera los 600 millones de euros.
Podríamos concluir que el propio Mercado Continuo Español está compuesto en su mayor parte por pymes, y no es de extrañar cuando el 98% de las empresas nacionales lo son. Esta característica de nuestro sector empresarial explicaría también, al menos en parte, el bajo número de empresas cotizadas frente a otros países europeos.
Además del Mercado Continuo, existen 42 empresas que cotizan en BME Growth (antiguo MAB – Mercado Alternativo Bursátil): segmento de mercado dedicado a pymes en crecimiento, que presenta menores costes, requisitos de acceso y mantenimiento que el Mercado Continuo.
En resumen, la bolsa española dispone de un vivero de empresas de base tecnológica y con gran potencial de crecimiento que cuenta con su propio mercado, adaptado al tamaño y necesidades de estas compañías. Desde aquí partió MásMóvil hasta llegar a ingresar en el Ibex 35, y desde aquí Atrys tiene previsto dar el salto al Mercado Continuo en la segunda mitad de 2021. Como habrán supuesto, la revalorización de ambas empresas ha sido espectacular desde que se estrenaron en el entonces MAB hace unos años, lo que ha llamado la atención de este mercado a inversores en busca de la próxima estrella bursátil.
Finalmente, en la base de esta pirámide formada por el Mercado Continuo (del cual recordemos que el Ibex 35 es únicamente un índice, no un segmento) y BME Growth, se encuentra el Entorno PreMercado (EpM), plataforma de preparación teórico-práctica para empresas que quieran acceder a este mercado en un futuro próximo. El EpM, diseñado y lanzado por BME y BigBan Angels en 2017 y del que ya forman parte 17 empresas, es un claro mensaje al emergente mundo de la innovación y las startups: los mercados financieros en España son accesibles y una interesante vía de financiación del crecimiento. De hecho, el EpM ya tiene su primer caso de éxito en la compañía CuatroOchenta, que dio el paso a BME Growth a finales de 2020.
El tamaño es importante, pero no lo es todo
Sin embargo, no es todo tan sencillo. El tamaño es importante también en los mercados financieros, pues afecta a la solvencia y resiliencia de las empresas, y determina la liquidez del valor. Estos factores, que suponen riesgos inasumibles para grandes inversores institucionales, se ven equilibrados por el potencial de los sectores en los que se desarrollan estas compañías, pues el 75% opera mayoritariamente en aquellos marcados como objetivo por los analistas, con un fuerte componente de innovación y disrupción: digitalización, TIC, salud y biotech, soluciones de ingeniería y energías renovables.
Reflejo de ello es que, durante 2020 y en un contexto de enorme dificultad social y económica, se han ejecutado más de 50 operaciones de financiación y 3 nuevas incorporaciones a BME Growth, prueba de la resiliencia e interés de este mercado y, en particular, de los modelos de negocio que operan estas compañías y su buen posicionamiento ante la crisis del COVID-19.
Análisis vs parálisis
Otro de los problemas que afectó a las small caps en 2018 con la llegada de la directiva MiFIDII fue el unbundling o la obligación del pago explícito por análisis financiero, hasta ahora incluido en los servicios de ejecución de los agentes del mercado. Este hecho dejó a dos tercios del mercado español sin analistas que lo siguieran, pues se centraron en las acciones más grandes y más líquidas. Así, al no existir informes ni recomendaciones de las small caps, los inversores institucionales no disponían de información para tomar decisiones de inversión en ellas.
Afortunadamente, el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) junto a BME desarrollaron una solución para paliar esta situación, enfocada en ofrecer análisis a estas compañías “huérfanas” y atraer de nuevo a los inversores. Este proyecto, llamado LightHouse y premiado recientemente por la Comisión Europea, tal como nos explicaba su director Alfredo Echevarría en nuestro evento online, ya cubre a más de 20 empresas incluyendo el Mercado Continuo y un tercio de BME Growth.
La visión de los profesionales
Durante la segunda mitad del evento, las gestoras Trea AM, Aberdeen Standard Investments y Lazard Fund Managers presentaron sus estrategias de inversión en este tipo de compañías y desgranaron las ventajas que ofrece su inclusión en cartera en términos de rentabilidad y diversificación.
Por el lado de la rentabilidad, cabe destacar que las compañías de pequeña capitalización han ofrecido un retorno superior en el largo plazo frente a aquellas más grandes, pagando el precio de soportar mayor volatilidad. En cifras, el índice mundial de pequeñas empresas MSCI All Country World Index (ACWI) Small Cap ha ofrecido una rentabilidad cercana al 400% desde el punto mínimo registrado en la crisis financiera de 2009, por el 250% de su homólogo en grandes compañías MSCI ACWI Large Cap. Es decir, el capital invertido se habría multiplicado por 5 veces en el primer caso, y “sólo” por 3,5 veces en el segundo.
En cuanto a la diversificación, es importante tener en cuenta que las small caps representan un 15% de la capitalización mundial, atendiendo a la composición del MSCI ACWI. Esto implica que los inversores que no cuenten con este tipo de empresas para su cartera en la misma medida que están representadas en el índice, se encontrarán infraponderados, además de perderse el mejor retorno ajustado al riesgo que presentan estas acciones. En esta línea, entre 2007 y 2020, añadir un 20% de small caps europeas al portfolio ha aportado a los inversores un 2,5% de rentabilidad adicional anualizada, frente a mantener un 100% en empresas europeas de gran capitalización.
Como conclusión, «Small is Beautiful», tal como decía Schumacher en su mítico libro -aunque con otro sentido-. El apéndice de la misma obra se titula Small is Possible y, por nuestra parte, sólo nos queda añadir que Small is -además- an opportunity.