Formación, comunicación y automatismo son las claves para construir un buen plan de ahorro para la jubilación. Estas son las tres recetas que aconsejan Álvaro Monterde, director de Previsión Social de Howden R.S., y Cristina Peña, Key Account Manager en Compensa Capital Humano, del Grupo Howden, en el webinar «Principales errores al planificar el ahorro para la jubilación».
Ambos destacaron la falta de formación financiera que existe en España como una de las causas de los errores que se cometen a la hora de planificar los ingresos para el retiro. Entre los principales, Monterde señaló la sobrevaloración de la pensión pública, de los ahorros y de los riesgos financieros o la falta de estructuración del proceso de ahorro. “Vamos a vivir más de lo esperado”, señala el director.
Para argumentar estas afirmaciones, mostró un análisis de las dificultades que tendrá el Estado para mantener la cuantía actual de las pensiones en los próximos años, cuando se jubilen los babyboomers, dado que se incrementará mucho el número de jubilados en relación con los trabajadores en activo, “que son los que pagan las pensiones”. Al mismo tiempo, ha comentado los procesos psicológicos que provocan que nos cueste ahorrar, “especialmente cuando los beneficios van a ser a futuro”, y las dificultades que tenemos para analizar nuestras finanzas y decidir cuál es nuestra capacidad periódica de ahorro.
Porque la clave del éxito para conseguirlo es, según el experto, establecer unas pautas de ahorro mensuales, “hacerlo de forma automática”. Y lo que ha dejado claro de forma rotunda es que, aparte de ahorrar, es necesario invertir. Eso sí, ha aconsejado que las políticas de inversión de cada uno tengan en cuenta el horizonte temporal, es decir, que cada persona lo haga en productos de mayor o menor riesgo dependiendo de los años que le falten para la jubilación. “Lo que no se puede hacer es meterlo en un cajón, en una cuenta corriente, porque se lo come la inflación”, ha sentenciado.
Y, para colaborar en la buena planificación, subrayó el papel, cada vez más importante, que juegan las empresas, que «deben ayudar a sus empleados con otro elemento clave, la formación». En este sentido, el experto apuntó que «hay que contar a las personas que no van a tener una pensión de jubilación como las de ahora, hay que explicarles por qué tienen que asumir riesgos financieros”.
Junto a la formación, recomendó poner a disposición de los trabajadores instrumentos financieros colectivos, como planes de pensiones, planes de previsión social empresarial, retribución flexible a colectivos específicos, seguros de jubilación, que tendrán unas condiciones mejores que si estos los contratan individualmente.
Además, los expertos adjudicaron a las compañías la tercera de las claves del éxito, la comunicación. Han coincidido en que es necesaria la transparencia y la información a los empleados sobre la situación de los productos financieros de ahorro para la jubilación que les gestiona la empresa, como la evolución del producto, la liquidez, la fiscalidad, la política de inversión, etc.
Para ayudar a las organizaciones a poner en marcha todo lo anterior, Peña planteó distintas situaciones de empresas en relación con su oferta de previsión y explicó con ejemplos concretos las herramientas que les ofrece su compañía para gestionar mecanismos como planes de pensiones, retribución flexible o seguros de ahorro.
Unas herramientas que, según reclacó, «se adaptan a las necesidades de cada organización» y con las que, “de forma intuitiva fácil y ágil, los empleados pueden recibir asesoramiento y acceder a información personalizada y las empresas disponen de automatismos a nivel de gestión, documentación o repositorio, entre otras utilidades”. Como conclusión, apostilló que se trata de «instrumentos que nos ayudan también en la estrategia de retener el talento”.