Los fondos de criptomonedas son una nueva generación de fondos de inversión, surgida en los últimos años para aprovechar la oportunidad que las criptomonedas y los tokens brindan a los inversores financieros. Son un nuevo tipo de vehículo de inversión similar a las carteras de inversión tradicionales, como los fondos de cobertura (hedge funds), pero que invierten enteramente en activos digitales. Debido a esto, se basan en reglas ligeramente diferentes a los fondos tradicionales. Para aquellos que quieren probar suerte en este nuevo e intrigante mundo, es imprescindible saber en qué se diferencian y que compromisos se adquieren al invertir en ellos.
La cartera de los «fondos de criptomonedas» incluyen una variedad de activos digitales diferentes. A través de estos fondos, los inversores pueden adquirir participaciones y compartir los beneficios a medida que el valor del fondo crece. Según datos de Crypto Fund Research, algo más de la mitad de estos fondos actúan como fondos de capital riesgo, mientras que el resto son predominantemente fondos de cobertura.
Los fondos de capital riesgo involucran a una variedad de inversores que invierten su dinero en la adquisición de acciones de empresas de pequeño tamaño con alto potencial de crecimiento. En el caso de los fondos de criptomonedas, estos negocios son nuevos proyectos y altcoins, o monedas alternativas. Una vez que el activo o los activos han crecido lo suficiente, por lo general se venden y cada inversor obtiene una parte de los beneficios.
Los fondos de cobertura actúan como carteras que se gestionan activamente y trabajan para minimizar el riesgo en el mercado, de ahí el nombre de cobertura. Pueden estar compuestos por cualquier activo, utilizando típicamente diferentes activos en estrategias largas y cortas, diversificando la cartera con el fin de hacer que el fondo sea resistente, o incluso rentable, en etapas de volatilidad alta. Los equipos gestores de estos fondos son generalmente pequeños y los fondos a menudo están disponibles únicamente para los inversores de alta gama, con inversiones mínimas elevadas.
Los fondos de cobertura tradicionales también suelen tener permanencias de tiempo mínimas, por las que los inversores se comprometen a mantener su dinero en el fondo durante, por ejemplo, al menos un año. También tienden a tener tarifas bastante altas, alrededor del 20% de las ganancias, como incentivo para que los gestores proporcionen un rendimiento sólido. Esto implica que el inversor ha de depositar su confianza en el equipo que gestiona las estrategias, sin que haya garantía de que el fondo finalmente vea un retorno. Si se gestiona mal, la volatilidad del mercado contra la que se supone que deben proteger estos fondos también puede acabar con ellos rápidamente. Es lo que sucedió en marzo del pasado año, con la fuerte caída que se produjo en medio del pánico de mercado por el brote de coronavirus. Algunos fondos de criptomonedas no estaban preparados para una caída tan repentina y como resultado se derrumbaron.
Veamos cuales son las estrategias más frecuentemente utilizadas por los gestores de fondos de criptomonedas. Una táctica común es la llamada long/short equity por la que los gestores examinan los activos que creen que están infravalorados y los que están sobrevalorados y toman posiciones largas y cortas en consecuencia. Si su análisis es correcto, su cartera debería obtener ganancias tanto si el mercado es alcista como bajista.
Una estrategia similar se conoce como market-neutral. En este caso, el objetivo es que las posiciones largas y cortas se equilibren, de modo que la exposición neta al mercado sea cero. Se toma un 50% de posiciones largas y un 50% de cortas en la misma industria o activo, con la esperanza de reducir el riesgo de volatilidad. Cabe señalar que la reducción del riesgo generalmente significa un menor rendimiento, lo que es una compensación suficiente para algunos inversores.
Otra estrategia común utilizada es el arbitraje. Hay muchos tipos de arbitraje, pero la idea general es comprar activos en un mercado y luego venderlos en otro que está ofreciendo un mejor precio. Esto es común en los fondos de cobertura tradicionales, pero el mercado de criptomonedas a menudo ofrece oportunidades más lucrativas debido a su naturaleza joven y volátil. Es común que diferentes plataformas ofrezcan precios ligeramente diferentes en varios activos y, si el movimiento se puede hacer lo suficientemente rápido, entonces obtener un beneficio puede ser relativamente fácil. Dicho esto, la velocidad es clave, haciendo de esta estrategia un favorito común entre los traders de alta frecuencia.
También hay otras estrategias, como la macro global, que busca tomar posiciones basadas en tendencias más grandes dentro de un mercado, y la de «solo posiciones cortas», que básicamente se centra en posicionarse en corto en activos que los gestores consideran que están sobrevalorados. Por último, la cuantitativa, se centra únicamente en modelos, datos y análisis para seleccionar los activos a incluir en la cartera. Siendo realistas, no es raro que se utilicen múltiples estrategias diferentes, pero es esencial que los gestores de fondos sean expertos en su aplicación y que sean transparentes al respecto con los inversores.
Generalmente el mayor riesgo de la inversión en un fondo de criptomonedas es que los clientes necesitan poner su confianza en los que están detrás de él, por lo que es importante informarse muy bien antes de tomar una decisión. Cuanta más información estén dispuestos a compartir los gestores sobre quiénes son, cómo gestionan y cuál es su historial, mejor podrá determinarse si son adecuados para un inversor. Por esta razón, conviene asociarse con una empresa de buena reputación en fondos de criptomonedas, como Digital Currency Group, Galaxy Digital y Pantera Capital, entre muchos otros. Todos se centran específicamente en criptomonedas y otros activos digitales.
Por supuesto, estos fondos generalmente requieren grandes inversiones iniciales por parte de individuos cualificados, por lo que los inversores minoristas interesados en este tipo de activo podrían considerar proyectos como Tokenbox. Además de actuar como una billetera general y de intercambio, Tokenbox permite a los usuarios ‘tokenizar’ sus carteras, así como invertir en los tokens vinculados a las carteras de otros. Puede utilizarse como una forma simplificada de comenzar un nuevo fondo de criptomonedas o como forma de involucrarse en uno existente. También se pueden comprar y vender los tokens que están vinculados a carteras ganadoras, cuyo valor esté vinculado explícitamente al rendimiento de su fondo. Todo esto es posible sin la necesidad de una inversión inicial masiva, funcionando más bien como la compra de cualquier criptomoneda.
Las perspectivas de los fondos de criptomoneda son bastante prometedoras. Según un informe de PricewaterhouseCoopers y Elwood Asset Management Services Ltd., el valor global de activos gestionados en estos fondos creció de 1.000 millones de dólares en 2018 a 2.000 millones de dólares en 2019, duplicando el tamaño del mercado en un solo año. Además, el rendimiento medio de estas inversiones en 2019 fue del 30%, un poco más que en 2018, pero todavía muy por encima de la mayoría de los fondos de cobertura tradicionales. Aunque se puede encontrar una amplia variedad de criptodivisas, los resultados del estudio indicaron que el que 97% de estos fondos ofrecían Bitcoin (BTC), seguidos por Ethereun en un 67 por ciento (ETH) y otros como XRP (XRP), Bitcoin cash (BCH) y Litecoin (LTC).
Estos datos parecen indicar un mercado que realmente sólo está empezando a ser explorado. A medida que la popularidad de las criptomonedas crece, es lógico suponer que el número y el valor de estos vehículos de inversión seguirán aumentando. Los riesgos siempre estarán presentes, por lo que los inversores deben informarse especialmente bien.
Puesto que la normativa no permite a los fondos invertir directamente en criptomonedas, algunos fondos españoles han encontrado una fórmula alternativa, invirtiendo en compañías que, a su vez, invierten en criptodivisas, como la empresa de tecnología Microstrategy, que ha invertido 425 millones de dólares en bitcoin. El fondo de renta 4 Numantia Patrimonio ha invertido es Microstrategy, en parte para lograr exposición a bitcoins.
Comparados con otros fondos tradicionales su revalorización es astronómica, pero su riesgo también. Pueden tomar la tendencia descendente y perder todo o gran parte de lo ganado con gran rapidez.