Tomar decisiones en la misma dirección que la mayoría de tu entorno se denomina «efecto rebaño», pero también «efecto manada», «efecto arrastre» o «comportamiento gregario». Se trata de un fenómeno psicológico por el cual las personas tienden a seguir a la mayoría, en vez de actuar bajo criterio o decisión propia.
Es incuestionable que las decisiones financieras están influenciadas por el comportamiento humano. Así, en el ámbito de las finanzas, la psicología y los sesgos cognitivos tienen grandes efectos. Del estudio de estos efectos se encargan las finanzas conductuales, también conocidas como finanzas del comportamiento, que analizan las finanzas desde la perspectiva de la psicología con el objeto de optimizar la gestión del ahorro y las inversiones.
En Forward You -firma que ofrece servicios como asesoramiento en inversiones, fondos de inversión, seguros de vida vinculados a fondos de inversión y programas de front office y back office para bancos y corredurías de seguros- han realizado un estudio sobre cómo la psicología puede influir en las decisiones financieras:
1.- Autocontrol en la toma de decisiones
Richard Thaler, economista, escritor y profesor estadounidense, nacido en 1945, fue premiado con el Nobel de Economía 2017 por su contribución a la economía conductual. Desarrolló la Teoría del Nudge, -en español, Teoría del Empujón-, que está fundamentada en la idea de que pequeñas desviaciones en las decisiones tomadas pueden tener un impacto notable en las elecciones que hacen las personas, empujándolas hacia resultados más favorables, sin forzarlas ni limitar su libertad de elección. Esta teoría sostiene que habitualmente elegimos la opción que consideramos más fácil y en ocasiones no resulta ser la más adecuada.
El economista razona que el concepto “empujón” significa ayudar a las personas a tener un mayor autocontrol para la toma de decisiones. Por ello, el objeto de esta teoría es responsabilizar a cada inversor para la creación de un ambiente favorable en el que la toma de decisiones sea más sencilla y funcional.
2.- Bienestar mental y financiero
La psicología guarda una estrecha relación con las decisiones financieras, según recoge el estudio. De esta manera, una salud financiera sólida contribuye significativamente a la estabilidad emocional y mental de las personas. Un estudio elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desvela que, en todos los países, la salud mental de los desempleados y los que experimentan inseguridad financiera es peor que la salud financiera de la población en general.
Mantener una salud financiera adecuada implica ser capaces de gestionar los recursos económicos de manera efectiva y sostenible. Esto engloba aspectos tales como la planificación presupuestaria, el ahorro, la inversión o la gestión de deudas.
3.- La importancia de establecer objetivos
Es interesante que, previamente a la toma de una decisión, el inversor tenga claras las metas. De esta manera, será más fácil que la decisión sea la correcta. Si se hace esta tarea previamente, el sentimiento de frustración probablemente sea menor.
Además, saber cuáles son los objetivos proporciona un marco de referencia para evaluar las diferentes opciones disponibles. «Se puede analizar cómo cada alternativa se ajusta a tus objetivos y elegir la que mejor se alinee con ellos», comenta el informe.
4.- Aprender de los errores y minimizar la frustración
Si se tiene claro el objetivo, antes de tomar la decisión puedes reducir el sentimiento de frustración. Si las decisiones están alineadas con las metas y es más probable que el inversor se sienta satisfecho con los resultados, incluso si se enfrenta a obstáculos durante el camino.
5.- No todo está en nuestra mano
Existen numerosos factores que influyen en las decisiones financieras. Además de aspectos como pueden ser la edad, la renta o los objetivos establecidos, las decisiones financieras están condicionadas por el contexto externo y se ven condicionadas por los errores conductuales.