El ecuador de la vida es el período que generalmente comienza cuando su poder adquisitivo empieza a alcanzar su máximo y se extiende hasta aproximadamente una década antes de la jubilación. En esta etapa es probable que tenga más claros sus objetivos financieros a largo plazo.
Puede que no solo se centre en acumular patrimonio sino en cumplir con sus obligaciones financieras como pagar la hipoteca o afrotnar la educación de los hijos.
Cuando comienza a alcanzar el ecuador de la vida, aún le queda bastante para jubilarse por lo que tiene bastante margen en su cartera para las inversiones de crecimiento. Eso sí, dado que ahora invierte con un horizonte temporal más corto que antes, es conveniente plantearse inversiones con menos riesgo que generen rentas periódicas.
A medida que los inversores van avanzando en esta etapa de la vida, suelen aumentar el porcentaje de bonos en su cartera y reducir el de acciones. En este fase, además, debe empezar a tomarse muy en serio el ahorro de cara a la jubilación. En el momento de plantearse cuando le gustaría jubilarse, cuánto dinero va a necesitar al año y encontrar una estrategia sostenible para lograrlo.